𝐁𝐁 | Haciendo todo lo posible por ascender en el mundo policial, aceptas un trabajo de encubierto en un famoso club dirigido por un presunto señor del crimen: Anakin Skywalker. Tu trabajo consiste en descubrir los secretos letales que se esconden...
"El asesinato no es la forma más lógica de escapar de una situación difícil. Sólo conduce a una situación difícil distinta."
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Ya había pasado la mitad de la noche y no había visto a Anakin desde que Piett nos alejó de él. Puede que no haya visto ninguna lágrima, pero sé que lo que pasó con Clovis le afectó más de lo que quiere admitir. Era obvio que estaba llorando y eso me rompió el corazón, realmente no merece nada de esto.
Clovis estaba en la sección VIP con sus amigos y estaban siendo tan molestos como de costumbre. Muchos de los invitados de esta noche incluso se marcharon por las cosas que gritaban desde el balcón, y en un momento dado vertieron una botella de champán sobre un grupo de chicas por rechazarlos. Y por supuesto, no pudimos decir ni una sola palabra a ninguno de ellos.
Ahsoka gruñó molesta mientras se apoyaba en la barra del fondo y se cruzaba de brazos. —Está matando el negocio a propósito, nunca estamos tan vacíos antes de la medianoche— se quejó. Ninguna de nosotras tenía órdenes de bebida, llevábamos diez minutos aquí; viendo bailar a la poca gente que había.
—El niño solo está haciendo un berrinche— fulminé con la mirada a Clovis, quien no se percató mientras reía con sus amigos y daba tragos a su bebida. Estaban todos completamente borrachos. —Ya se le pasará y nos dejará en paz por un tiempo— dije con confianza, es un patrón típico en alguien como él.
—Espero que tengas razón— suspiró ella.
Unos momentos después, Piett apareció y bajó las escaleras,ignorando los insultos que le lanzaban los amigos de Clovis. Llegó al bar y se inclinó hacia adelante con los brazos apoyados. —¿Me sirves un old fashioned, (t/n)?
Asentí mientras tomaba un vaso y lo preparaba. —¿Está bien él?— preguntó Ahsoka, preocupada por su hermano que ya había pedido cuatro bebidas, razón por la cual estaba preparando esta con menos alcohol.
Piett asintió. —Sí, solo está estresado, pero estará bien— tranquilizó a su novia acercándola por la parte delantera del delantal. —¿Y tú cariño, estás bien?— le apartó el cabello de la cara antes de acariciar su mejilla con su pulgar.
Ella sonrió mientras dejaba la bebida recién preparada sobre la barra. —Sí, estoy bien. Solo me preocupo por él.
Miré el vaso que había preparado y volví a recogerlo. —Piett si no te importa, yo se lo llevaré.
Inmediatamente dejó caer su mano y centró su atención en mí. —No sé, (t/n), está un poco borracho y no me gustaría que dijera algo que hiera tus sentimientos. Puede llegar a ser cruel— se adelantó e intentó quitarme el vaso.
Alejé el vaso aún más. —Por favor— rogué. —Quiero hablar con él.
Piett permaneció en silencio mientras contemplaba mi petición, antes de finalmente suspirar y asentir con la cabeza resignado. —Bien, me quedaré aquí abajo con Ahsoka, tal vez puedas ayudarlo a sentirse mejor.
