FINAL 1/2

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Zayn

Detrás de mi espalda vienen ellos. El equipo está devuelta unido y caminando con rapidez por los túneles de arena de las minas de Siria. He querido contarles mejor toda mi paranoia acerca de los refugiados y del por qué debemos llegar de prisa al centro de energía, pero con todas las emociones y lo perseguido que me hallo por todos los cambios que tuve que hacerle a mi plan maestro de golpe, decidí que será mejor contárselos luego de detener a los enemigos para no marearlos más de lo que están. Algo un poco arriesgado, pero astuto desde el lado de un capitán.

Y eso solo se consigue apagando el centro de energía.

—¿Ahí también te hirieron? —mascullo directo a la de pelo azul que marcha a mi lado sosteniéndose el vientre, dolorida.

—Sí, pero no es nada —miente.

Joder.

Los asesinaré a todos.

—¿Quieres parar? Podemos hacerlo si tú lo necesitas —ofrezco la posibilidad y ella niega—. Anda, no puedo verte sufriendo.

Ella baja la cabeza.

—De verdad. Sigamos. Me curaré cuando salga de todo este estrés. No se preocupe.

Sigue enfadada conmigo, ¿verdad?

Efectivamente.

Suspiro y opto por hacerle caso. Sé cómo se pone cuando no sigo sus normas y no me apetece ponerla más nerviosa de lo que está. Solo espero que me perdone en algún momento. Al menos, que me de la chance de explicarle.

—¿Zayn? ¿Me oyes? ¿En qué estás pensando? —la voz de Pipa a mi espalda me saca de mis pensamientos.

—En nada. ¿Qué pasa?

—Te preguntaba si sabías a dónde estás yendo porque hace más de diez minutos que te estamos siguiendo a ti y pues...

—Sí. Sé. Sólo sigánme y porten sus armas.

Claro que lo sé. Y Blair y Gafitas también lo saben, fue lo primero que me dijo luego de nuestro beso: "hay que ir donde ya sabemos, el centro era el secreto de los dibujos y por eso estoy aquí. Él dice que se abre con nuestros collares. Debemos confiar". El punto es que yo tengo el collar. Y el mapa lo dice todo. Estamos bastante cerca, solo unos giros más a la derecha, otros a la izquierda, colocaremos los collares y será todo... perfecto.

En el camino, mi cuerpo inconscientemente tiene la iniciativa de acercarse más al de Blair y unir nuestras manos. Ella no rechaza el gesto pero tampoco reacciona como creí que reaccionaría: apretando el tacto. Sin embargo, no me quejo. Tenerla cerca ya me es suficiente. No puedo vivir con la idea de tenerla lejos. Me hierve la sangre de solo pensarlo. Lo único que espero es no cruzarnos con nadie de nuestro bando que esté en contra de ella, lo arruinaría todo.

Gafitas y Mushu siguen a nuestras espaldas como padre e hijo y Pipa solo se limita a ir mirando entre los pasillos de nuestros laterales. Túneles que dan salida a más túneles.

—Extrañamente, no hay rastros ni se oyen pasos —dice él, seguro.

—Hemos acabado con bastantes —Mushu es el que habla ahora.

—Yo también maté unos cuantos, pero créanme que son muchos, hay algo que no me cierra —confieso lo que pienso largándolo hacia el exterior.

—No lo sé. Nosotros con Gafitas hemos acabado con más de veinte.

—Sabía que podrías —susurro para que lo escuche solo Blair.

Ella sonríe de lado pero por algo que desconozco borra la sonrisa al instante. Supongo que su mente le está jugando una mala pasada, entonces, decido enfocarla en otra cosa:

Besos en Guerra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora