Capítulo 14

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Theo se levantó con un gran humor esa mañana, tanto que hasta estaba tarareando una canción. Muy diferente a Isaac, el cuál salió de su cuarto en pijama y con los cabellos despeinados, algo muy poco usual en él. Se sentó en la mesa para desayunar, sin darle su típico abrazo mañanero a su compañero. Raeken le dejó una taza de café sobre la mesa y se sentó frente a él, observándolo con confusión.

— ¿Estás bien? 

— Sí, ¿Por qué no lo estaría? —indagó el rubio con indiferencia.

— No lo sé, no estás listo para salir, no me abrazaste como lo haces todos los días y tienes una cara que dice "odio a la sociedad y a cualquiera que se me acerque" —observó con burla el más alto.

— No dormí bien anoche, Theo. Eso es todo —aseguró con una pequeña sonrisa.

— ¿Seguro que sólo es eso? —indagó con duda el castaño.

— Sí, eso es todo —mintió descaradamente para, con agilidad, cambiar de tema—. Ayer hablé con Liam... 

— ¿Si? —fingió desinterés el ojigris.

— No te hagas el tonto, te conozco mejor que tú a ti mismo —aseguró con recelo—. Creo que le pareces atractivo. Lo hubieras visto salir corriendo detrás de ti, ¿Quién lo conoce a Flash? Es Liam Dunbar, señoras y señores —bromeó entre risas hacia su amigo.

— Sí, debo admitirlo, por un momento creí que tú me habías seguido. Me sorprendí de ver a Liam allí, eso sí que no me lo esperaba —comentó con una amplia sonrisa.

— ¿Le pediste su número? —sabía que la respuesta le dolería, pero era su amigo, tenía que pensar en su felicidad.

— No, honestamente lo pensé tarde —bufó con leve molestia—. ¿Hablaste con Scott?

— Em... Sí, hablamos anoche. Estaba muy feliz de que lo llamara... Por cierto, Stiles te envía saludos —murmuró con una sonrisa burlesca.

— Que extraño que es ese chico, es muy atractivo, pero aún así, es raro —comentó incómodo.

— Sí, pero creo que es tímido y por los nervios suelta lo primero que cruza por su cabeza —defendió al pecoso con indiferencia, bajo la incrédula mirada del mayor—. ¿Qué?

— Nada, sólo que... Nunca creí que defendieras a Stiles —explicó con cautela para luego mirar a su amigo a los ojos—. ¿Seguro que estás bien? 

— Dios, hoy estás más molesto que de costumbre —bufó bajo levantándose de su asiento—. Voy a cambiarme. 

— Tú estás muy gruñón.

El rubio le hizo un gesto obsceno con la mano derecha mientras caminaba hacia su cuarto, ignorando por completo las burlas de su compañero. Le dolía ver a su amigo tan feliz por una breve interacción con el rubio, pero a su vez debería acostumbrarse a eso, tenía que soportarlo para que Theo sea feliz, él se lo merecía. Al fin y al cabo, su trabajo lo había conseguido gracias al castaño, vivía en su departamento sin pagar alquiler, el contrario había estado en todo momento presente, como el grandioso amigo que era. Era su turno devolverle el favor. 

Ambos, ya listos, salieron rumbo a la universidad. Charlaban de tonterías, del trabajo, de sus exámenes, pero el rubio intentaba evitar cualquier cosa relacionada con Dunbar, no porque no quiera escuchar a su amigo hablar de algo que lo hacía feliz, sino porque no estaba de humor para aguantarlo. Al llegar, cada uno se fue por su lado para iniciar con sus respectivas clases. El resto de la mañana fue tranquila, Raeken estaba junto con Scott para ir a almorzar, pero un mensaje cambió los planes. Isaac había invitado a McCall a almorzar juntos, así que el castaño no dudó en echar de su lado al moreno para que pudiera ir a comer algo con el de rulos, cosa que el otro agradeció con una sonrisa. Theo suspiró bajo, ese día le tocaría almorzar solo, y con Brett suelto, excelente. Pero también sus planes se verían interferidos. 

HeartLove // ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora