— ¿Cómo está? —fueron las únicas dos palabras que pronunció el adulto.
— ¿Qué? —susurró el menor, sorprendido hacia la reacción del Hale.
— Theo, ¿Cómo está? —repitió con impaciencia el hombre.
— Mejor, hablamos un poco y se fue más tranquilo. Dijo que estaría bien... Que necesitaba tiempo para asimilarlo, pero estaba mejor cuando se fue —aseguró el rubio con una pequeña sonrisa en su rostro.
— Bien... —suspiró bajo el castaño con una pequeña sonrisa—. Ahora ve a trabajar. Y de ese tipo no te preocupes, lo estoy atendiendo yo —se acercó sutilmente al oído del menor—. Corey le escupió el café e Isaac pasó su sándwich por la mesada sucia sin que lo viera —susurró con una sonrisa para luego alejarse un poco.
— Es lo menos que se merece —sonrió con más amplitud Dunbar.
— Dime algo, ¿Hay algo entre Raeken y tú? —indagó Peter con curiosidad, sabía que Theo estaba enamorado del menor desde hacía tiempo, pero que el chico saliera a correr a su niño, cuando usualmente no le dirigía la palabra, le parecía sospechoso.
— N-No... Supongo que estamos llevándonos mejor —murmuró el más bajo con nerviosismo y las mejillas rojas como un tomate.
— Jhm... —Hale lo analizó con la mirada unos segundos para luego reír con suavidad—. Cómo tú digas. Sólo te pido que no lo lastimes, él ya sufrió mucho.
Sin decir nada más, ni esperar una respuesta, se alejó del rubio más bajo. Liam suspiró bajo y volteó la vista encontrándose con la mirada del cajero clavada en él, y ahí lo recordó, nunca le pidió a Theo su número, ni siquiera le preguntó porqué se había demorado. Estaba tan preocupado y, luego, hipnotizado, que se olvidó de las cosas más importantes, o al menos de lo que le había hecho decidirse a hablarle en primer lugar. Sonrió levemente y se acercó a Lahey con una pequeña sonrisa, iba a obtener el número del chico de una forma u otra.
— Hola, me dijo Peter lo que hiciste con ese sándwich. No se me hubiera ocurrido algo mejor —admitió en voz baja con una sonrisa.
— Sí, supongo... ¿Qué mosca te picó? —el chico no estaba siendo hostil en sí, pero sus palabras salían de forma cruda de su boca. Cómo si lo estuviera poniendo a prueba.
— ¿De qué hablas? —preguntó confundido el menor.
— Hablo de que ayer ni siquiera le dirigías una mirada, y hoy saliste corriendo en su ayuda —explicó el de rulos con cautela—. No me malentiendas, me alegra saber que no lo odias, pero no te entiendo. Llevas varios meses trabajando aquí, y nunca te ha caído bien Theo.
— Ah, eso... No es que lo odiaba, te digo lo mismo que le dije a él. Simplemente no lo conocía, pero hablamos en la mañana un poco, gracias a Scott, el cual quiere que lo llames, por cierto. Y bueno, pude conocerlo un poco, me contaron que ese tipo casi te golpea a ti por creer que estabas enamorado de Theo, y cuando él hablaba, se le notaba el miedo en su forma de hablar. Además no mentía, realmente me preocupé cuando lo vi tan sacado de su eje, gritando y con lágrimas en los ojos... No lo sé, no pensé en seguirlo, simplemente lo hice.
Explicó con una dulce sonrisa, siendo examinado por el contrario, que por fuera parecía muy tranquilo, pero por dentro sentía cómo su corazón se partía lentamente en mil pedazos. Quizás y llamar a Scott no era mala idea después de todo. Luego de escuchar todo el relato, y ver como los ojos del más joven se iluminaban al hablar de su amigo, supo que sería una batalla perdida, Lahey sabía cuando retirarse. Por más que su amigo le repetía que únicamente quería ser amigo del chico, él lo conocía mejor que nadie, sabía que Theo sentía algo por ese niño, y él, como amigo, debía apoyarlo, no ser la persona que lo alejaría del chico que le gustaba.
— Bien, te creo. Sólo te diré una cosa, Theo, aunque parezca de hierro, es muy sensible... Él perdió a sus padres hace varios años, también a su abuelo cuando era más joven, no tiene a nadie más que a Peter, que fue quién lo ayudó y le dio un hogar, además de un trabajo, y a mí... Si quieres acercarte a él, hazlo, pero no lo lastimes, piensa muy bien antes de hacer una estupidez.
Advirtió el de rulos cruzándose de brazos, dejando al más joven al borde de las lágrimas. No podía creer que luego de tantas pérdidas el mayor siga sonriendo y esforzándose tanto por seguir adelante, lo había juzgado mal, muy mal.
— Lo entiendo, Isaac. Te prometo que no haré ninguna estupidez, sólo quiero ser su amigo...
Esa mentira... Esa misma mentira le decía a diario su mejor amigo. El más alto sonrió con ternura, sabía que pronto esos dos estarían juntos, y él, como buen amigo, les daría una pequeña mano. No podía negarse a ver a Theo feliz, eso sería muy egoísta de su parte, él no era esa clase de persona.
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HeartLove // Thiam
Fiksi PenggemarTheodore está perdidamente enamorado de su compañero de trabajo, pero a éste parece caerle mal el castaño. Por recomendación de Isaac, Raeken decide bajarse una nueva aplicación de citas, pero allí termina encontrando a un gran amigo. Uno que, sin s...