El resto de la tarde pasó relativamente rápida y entretenida, a pesar de la falta de clientela típica de los viernes. Los cuatro terminaron su turno sin pesar, y decidieron tomarse un momento luego de limpiar todo para charlar un poco. Corey les preparó un café a todos, a gusto de cada uno, y unos sandwiches para pasar un rato juntos, ya que usualmente no tenían el tiempo para hacerlo, y casi siempre Liam decidía irse ya que, en sus palabras, no soportaba a Raeken. A medida que pasaba la charla, los castaños y el de rulos decidieron contar algunas anécdotas divertidas de cuando comenzaron a trabajar.
— Aún recuerdo mi primer día como mesero, fue un verdadero desastre —aseguró Raeken entre risas—. Me tropecé con uno de los pedidos y le lancé el té helado en la cabeza al pobre chico. Nunca olvidaré la sensación de pánico que sentí en ese momento, por suerte no se molestó y se lo tomó con gracia.
— Se lo tomó "con gracia" —el cocinero hizo comillas con sus dedos de forma burlesca—. Porque le resultaste muy atractivo. Luego vino a pedir tú número y todo, pero Isaac lo echó —recordó con burla el mayor de los castaños, ya que Corey era dos años mayor que Raeken.
— Era un tipo extraño, además, ¡Fue tu idea! —acotó con gracia el de rulos.
— Había que cuidar al niño bonito de los tipos raros —se defendió Corey.
— ¿Hubo muchos chicos detrás de Theo en éstos años? —indagó con curiosidad Liam, bebiendo un poco de su café con leche.
— Depende, ¿tienes tiempo? —contestó sonriente el cocinero.
— Exageran, ni que fuera Zac Efron, ¿saben? —aseguró sonriente Raeken.
— ¿No? Bien, empecemos con el chico tatuado, el alto y pelirrosa, con el cuál sí saliste una vez —comentó Isaac entre risas—. Ese tipo sí que estaba flechado por ti, te traía rosas a diario.
— ¡Y chocolates! No te olvides de esos deliciosos chocolates de avellana y café. Dios, eran la gloria —mencionó el de ojos marrones con una amplia y placentera sonrisa.
— ¿Cómo se llamaba? Era un nombre japonés que no recuerdo bien... ¿Byomien? ¿Gromein? Algo así. La cuestión es que ese tipo era muy grandote y fuerte, tatuajes por todos lados, muy sexy. Y en ese momento, nuestro pequeño Theo era alto, sí, pero flacucho, así que ese tipo lo podría haber roto únicamentet con soplarlo —comentó el de rulos entre risas.
— Se llamaba Ryomen, y era un tipo demasiado intenso. ¿Sexy? Tal vez, pero era insoportable, y no era para nada mi tipo de hombre. Para ser sinceros, me daba bastante miedo —reveló con una incómoda mueca en su rostro, ganándose la risa de los otros tres.
— ¿No dijiste que nunca habías tenido una cita? —interrogó el rubio menor levantando una de sus cejas.
— Theo nunca las consideró citas, simplemente porque los chicos no le gustaban. Según él, y su extraña mente, "si el chico no me gusta, no es una cita. Es una salida por pena o conveniencia" —respondió, con un tono de voz burlesco al imitar a su amigo, Lahey
— Y sigo pensando lo mismo, por cierto —aseguró el de ojos grises entre risas.
— No puedo imaginarme a Theo siendo un chico flacucho e indefenso —comentó Liam, volteando a ver al mencionado, analizándolo con una sonrisa.
— No debes imaginártelo, tengo fotos —sentenció Isaac sacando su teléfono.
— No, Isaac para —murmuró con timidez Raeken, odiaba ver esas fotos.
— ¡Oye! Enséñale al nuevo la foto en la que aparece el tatuado con las flores, la que le saqué a escondidas desde la puerta de la cocina —rogó entre risas el mayor de los cuatro.
— ¡Que gran idea, amigo!
Rápidamente buscó la foto en su teléfono para poder enseñársela al menor de todos. Le pasó su teléfono a Liam, luego de enseñársela al cocinero para poder rememorarlo entre risas. En la foto aparecía un Theo más joven con una mueca que Dunbar conocía bien, estaba incómodo, el castaño de la foto era un flacucho muy adorable, con las mejillas sonrojadas y, frente a él, otro hombre más alto, sorprendentemente musculoso, con tatuajes por casi todo su cuerpo visible, el cabello teñido de rosa, la piel trigueña, unas rosas en una mano y una pequeña caja de chocolates en la otra, por la etiqueta se notaba que eran importados. Dunbar se quedó perplejo ante la foto y, sin poder resistirse, dejó escapar varias carcajadas sonoras desde el fondo de su garganta, cargadas de gracia y ternura hacia el castaño.
— ¡Por Dios! ¡Eso no es un hombre! ¡Es como una especie de gorila sexy y gigante! —comentaba el rubio más joven sin poder parar de reír, siendo secundado por los otros dos que aún reían a carcajadas.
— Váyanse los tres al diablo, idiotas —murmuró Raeken, con una mezcla de vergüenza y molestia, para luego beber de su café.
— Lo siento, guapo, es que te ves tan adorable junto a éste tipo que no puedo no reírme —se defendió Liam.
— ¿Qué diablos hacen aún aquí?
Aquella voz gruesa y firme consiguió que las risas en el gran salón cesaran con rápidez, dejando a su paso un silencio casi sepulcral. Los cuatro empleados voltearon lentamente sus cabezas para encontrarse a su jefe en medio de la cafetería, con una cara de evidente confusión en su rostro.
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HeartLove // Thiam
ФанфикTheodore está perdidamente enamorado de su compañero de trabajo, pero a éste parece caerle mal el castaño. Por recomendación de Isaac, Raeken decide bajarse una nueva aplicación de citas, pero allí termina encontrando a un gran amigo. Uno que, sin s...