Theo salió de la universidad con apuro, una de sus clases se extendió demasiado y no quería llegar tarde a su trabajo. El día estaba nublado, lo que preveía que iba a llover, haciendo enojar un poco al castaño, ya que había salido desabrigado y sin paraguas. Caminaba rápido, intentando esquivar al mar de gente que se cruzaba en su camino, o así era hasta que chocó de frente con Stiles, el extraño y coqueto amigo de Scott. El ojigris bufó bajo e intentó seguir su andar, pero el contrario lo tomó levemente del brazo haciéndolo voltear. Lo miró con cara de pocos amigos, pero el chico sólo le dedicó una sonrisa.
— ¿Te llevo? —indagó cortésmente el pálido.
— No, gracias. Puedo ir caminando.
Sin más que un simple relámpago, una lluvia monstruosa se desató con frialdad sobre sus cabezas. El de pecas no dudó ni un momento al tomar a Raeken del brazo y meterlo, casi a la fuerza, dentro de su jeep. Una vez dentro, se colocó el cinturón de seguridad, haciendo que el contrario, empapado por el repentino aguacero, se cruce de brazos con evidente enfado.
— Te dije que podía irme caminando, ¿Estás sordo o qué? —gruñó sin notar que había alguien en el asiento trasero.
— No quería que te enfermes, ¿Qué tiene de malo ser amable? —cuestionó sonriente el de ojos marrones.
— No te lo pedí, Stiles —sentenció girando su vista hacia la ventana.
— Theo, no todos somos unos malnacidos, ¿Lo sabías? —suspiró con ternura el más alto.
— Tú sí lo eres, ¡Vives acosándome en público y haciéndome quedar como un idiota! —levanta la voz con molestia, volteando a ver al chico a los ojos.
— Pero siempre que estamos solos te trato bien, y lo sabes. Te acabo de salvar de una lluvia torrencial y un posible resfriado —comenta arrancando el auto sonriente.
— Vete al diablo, Stilinski —bufa con desagrado, para luego agregar—. Aún así no saldré contigo.
— Lo sé, pero no quiero que vayas solo de aquí para allá a sabiendas de que ese loco está suelto —asegura con firmeza, sin apartar la mirada del camino.
— Bien. Gracias, Stiles... —murmura, a su pesar, con molestia y gira, nuevamente, su vista hacia la ventana.
— En dos días es tu cumpleaños, ¿Quieres ir a comer? —indaga el pelinegro con coqueteo.
— ¡Ay por Dios! ¡Lo sabía! —chilla con molestia el de ojos claros—. Frena el auto, me bajo aquí.
— Theo, era una broma —tranquiliza el más alto con una sonrisa—. Aunque si tú quieres, podemos salir a comer.
— ¡Ya te dije que no! —reprende el castaño, dejando salir una pequeña sonrisa de lado—. ¿En serio no te cansas de ser un idiota?
— ¿Contigo? Nunca —aseguró entre risas—. En especial si logro hacerte sonreír —agregó con un leve tono seductor, realmente le parecía atractivo el contrario, y no temía expresarlo en voz alta.
— Idiota... —murmura bajo con una sonrisa en el rostro.
— Te encanta, yo lo sé —susurra con dulzura.
— Claro que no, pero sí que te esfuerzas en que quiera golpearte —contesta entre risas.
— Sólo te pido una cita, ni siquiera tiene que ser una real. Quizá ir a comer o salir a tomar un helado, ¿Qué te parece? —insiste nuevamente el pelinegro sin apartar la vista del camino.
Raeken estaba por contestar con una grosería, pero una voz más aguda salió desde la parte trasera del Jeep, una que hizo al ojigris saltar en su lugar mientras se giraba drásticamente. Se encontró con Liam, el cual estaba con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos, algo extraño en el rubio.
— Stiles, basta. Ya te dijo que no —se entrometió el menor, su voz se oía más grave de lo usual, mientras que sus dientes estaban pegados entre sí—. Creo que ya fue mucho meterlo a tu auto cuando él te dijo que no quería.
— ¿Liam? —preguntó el castaño, mientras recuperaba lentamente su rítmo cardíaco habitual—. ¿Por qué no hablaste antes? No sabía que estabas ahí.
— Es que estabas muy metido en la pelea que estaban teniendo, y no quise molestarlos.
Comenta con dulzura fingida el rubio, ya que estaba muy molesto de ver como su supuesto amigo estaba coquetéandole a Theodore de forma tan descarada. ¿Estaba celoso? Claro que sí. ¿Tenía curiosidad por lo que le contestaría el castaño a Stilinski? Claro que sí. ¿Iba a preguntárselo? Por supuesto que no, no quería escucharlo dudar de su decisión ó, peor aún, aceptar la propuesta del de pecas.
ESTÁS LEYENDO
HeartLove // Thiam
FanfictionTheodore está perdidamente enamorado de su compañero de trabajo, pero a éste parece caerle mal el castaño. Por recomendación de Isaac, Raeken decide bajarse una nueva aplicación de citas, pero allí termina encontrando a un gran amigo. Uno que, sin s...