Capítulo 21

137 20 2
                                    

El resto del día pasó sorprendentemente rápido, especialmente para el de ojos celestes, quien no pudo encontrar el momento adecuado para hablar con el de ojos grises. Poco antes de cerrar la cafetería, Liam se acercó an atender la mesa en donde se encontraban Scott y Stiles, los cuáles habían llegado hacía unos minutos. El cuerpo del rubio chocó levemente contra un torso fornido y bien trabajado, se sintió un tonto en ese momento, o al menos así era hasta que al levantar la vista se encontró con una amable sonrisa y unos brilalantes ojos grises que lo miraban con ternura, al parecer el mayor también se había acercado para atender a sus amigos.

— ¿Estás bien? —indagó suavemente el castaño, como si sus palabras le hubieran sido susurradas por el viento al oído del más bajo.

— S-sí... Lo siento, no te ví —murmuró apenado, agachando levemente la mirada—. ¿Y tú? ¿Estás bien?

— Tranquilo, sólo fue un accidente, yo tampoco te ví —arrulló dulcemente, minimizando en demasía el pequeño choque—. Claro que estoy bien, Liam. Sin ofender, pero no podrías moverme aunque quisieras —bromeó con una embelesedora sonrisa en su perfecto rostro.

— ¿Me estás diciendo débil o chiquito? —cuestinó el más bajo, arqueando una de sus cejas. No estaba molesto, pero no había tenido tiempo de hablar con el castaño en todo el día y quería aprovechar el timpo.

— Chiquito, sin dudas —se burló el mayor, levantando una de sus manos y, dudando un poco, le revolvió con ternura el cabello al contrario—. Eres fuerte, pero te saco casi una cabeza y te doblego en tamaño, está claro que no podrías conmigo, pequeño.

— ¡Oye! —se quejó el menor haciendo un mojín con sus labios—. Podría hacerlo si quisiera, ¿No oíste que mientras más grandes, más fácil caen?

— Claro que no es así, te apuesto lo que quieras a que podría contigo con los ojos cerrados —aseguró con altanería el castaño.

— ¿Qué quieres apostar? Te escucho, pero te advierto que cuando gane, porque lo haré, no quiero oírte llorar —soltó el de ojos celestes con una amplia sonrisa.

— ¿Ah si? Bueno, ¿Qué te parece si...? 

— Liam —llamó Stilinski con enojo desde su lugar, estaba tan inmerso en su discusión con el mayor, que había olvidado por completo que sus amigos estaban allí. El rubio, apenado, volteó a ver a su amigo, dándole el pie para que siga hablando, sin saber que lo siguiente que éste diría lo haría enojar tanto—. ¿Podrías dejar de coquetearle a mi hombre? No me gusta compartir.

Escupió con molestia el de pecas, irritando a Liam de forma casi intanstánea. ¿Cómo se atrevía, su supuesto amigo, a interrumpir su pequeño momento con Theo? Y, peor aún, para decir aquello a sabiendas que el castaño se pondría incómodo. El rubio bufó con molestia, y comenzó a soltar todo lo que pasaba por su cabeza, sin quiera pararse a pensar un poco lo que estaba por vomitar. A decir verdad le molestaba la actitud de su amigo ya que, para ser honestos, no estaba coqueteando con Raeken, simplemente estaban charlando amistosamente.

— ¿Tu hombre? Él no quiere verte ni en foto, amigo. Deberías dejarlo en paz —aseguró entre risas el más joven de los cuatro.

— ¿Y a ti sí, niño? ¿A alguien que se la pasó tratándolo mal tanto tiempo? No me hagas reír —bufó con una sonrisa sarcástica mientras se cruzaba de brazos.

— Theo, si te invito a cenar hoy, y Stiles también, ¿A quién elegirías? —cuestionó el rubio volteando a ver al nombrado con una dulce sonrisa irónica, sin darse cuenta de lo que había soltado. ¿Acaso lo había invitado a salir a causa de los celos, de una forma tan poco romántica e impulsiva?

— ¿Me estás invitando a salir? 

Indagó el castaño con amplia sonrisa, aunque por dentro se estaba muriendo de nervios, no iba a demostrar algo que no sentía, aquello realmente le había hecho sentir varias mariposas en el estómago. Stiles miró fijamente al pequeño al cual solía llamar "amigo", aunque se comenzaba a replantear aquella amistad, en donde el chico le robaba a su enamorado. Dunbar quedó petrificado ante las palabras salidas de esos finos labios rosados, con aquella voz tan seductora. ¿En qué se había metido? Y peor aún, ¿Qué haría ahora? 

HeartLove // ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora