— ¿Por qué me obligas a hacer esto?
JiMin fue estrellado contra la pared de una forma tan brusca que, por un instante, se sintió desorientado, pero aun así agarró entra las manos a la que lo estaba sujetando fuertemente del cuello e intentar zafarse ante la falta de aire. Sus pies no estaban tocando el piso y ya estaba quedando sin energías ante tantos golpes que había estado dando y recibiendo, sin embargo, tal parece que la pelea no iba a terminar hasta que uno de los dos, él y YajaTzael, se rindiera.
— ¿Por qué me enfrentas si sabes que no vas a ganar? Yo ya gané.
Sus ojos llorosos por múltiples golpes dado cerca de ellos, llegaron a fijarse en el tipo que tenía frente a él, el mismo que lo tenía bien sujetado del cuello y con el que ha tenido que vivir durante toda su vida. Lo miró sin miedo a mostrar sus golpes, sin miedo a aceptar que pudo haber sido derrotado muchas veces y sin miedo de seguir alzando la maldita cabeza a pesar de tantos abusos, de tantas humillaciones y bajezas. Y le demostró a ese tipo que no le tenía ni una pizca de miedo y que de seguir, podía seguir.
— Tú querías lastimar a mis hermanos. ¿En dónde están ellos ahora?
— ¿Para qué me lo preguntas? Ellos deben estar bien escondidos de mí.
— Ahí está, YajaTzael. Yo no quería ganarte, yo quería protegerlos y de haberlo logrado, entonces sí gané — Susurró — Porque mientras yo tenga vida, nadie les pondrá un dedo encima sin antes haber pasado sobre mí.
Sí. No tenía vergüenza o miedo de decir que sí se llevó los golpes más dolorosos que nunca había recibido, de decir que sí sintió miedo cuando no logró defenderse ante tantas ataques y de decir que hubo temido por su vida. Sin embargo, estaba todavía vivo, estaba todavía de pie y estaba todavía entero para seguir recibiendo golpes y distrayendo así a YajaTzael para que no fuera en busca de sus hermanos con la intención de lastimarlos. Porque mientras él tuviera vida, nadie nunca iba a hacerle daño a sus menores y eso incluía a YaZaelly.
— ¿Por qué haces todo esto? ¿Es solo para molestarme?
— Tú piensas que todo tiene que ver contigo, ¿no? Y no es así, YajaTzael, nunca ha sido así. ¿Sabes por qué?
— Ajá.
— Porque en mil cuatrocientos setenta y tres nació Nicolás Copérnico; hombre que nos enseñó que la tierra gira alrededor del sol y no de ti — Informó — Así que no quieras creer que todo tiene que ver contigo para sentirte importante. La tierra gira alrededor del sol, pero mi atención gira alrededor de mis hermanos, no de ti.
— Esto me sorprende, ¿sabes? Me sorprende hasta dónde eres capaz de llegar por defender a tus hermanos.
En el rostro de YajaTzael apareció una sonrisa, porque siempre había sabido que, de sus cuatro hijos, JiMin fue quien heredó su temperamento así no quisiera aceptarlo. Y más allá de sentirse enojado por defender a sus hermanos, se sentía orgulloso de saber que hacía lo mismo que él hizo muchas veces en su juventud, cuando su padre intentaba someter a Dael por ser blando y débil. En esos días el que siempre terminaba castigando era a Dael solo por no dar la talla o por ser diferente al resto de sus hermanos, porque no poseía un carácter fuerte o solamente porque estaba interesado en otras cosas que no tenían nada que ver con armas, matanza y drogas.
Su padre quiso lastimarlo tantas veces para hacerlo un verdadero Park, quiso golpearlo con un látigo tantas veces, hacerlo en frente de miles de hombres para que aprendiera a ser un hombre de verdad. Afortunadamente, Dael nunca en su vida recibió un latigazo o un golpe mal intencionado por un padre estricto y exigente, pues él siempre terminaba recibiendo esos golpes y castigos únicamente por proteger a su hermano. Y fueron años de latigazo tras latigazo, castigo tras castigo y hasta humillaciones de ser golpeado frente a muchos hombres, pero hasta el día presente seguía sin arrepentirse de haberlo hecho, porque pudo proteger a su hermano de quien quiso hacerle daño. Y tenía cicatrices en la espalda, en el cuerpo, pero siempre las veía y pensaba que valió toda la maldita pena.
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𝐈ᴺᴴᵁᴹᴬᴺ. (ᴛʀɪʟʟɪᴢᴏs ᴘᴀʀᴋ x ʏᴏᴏɴɢɪ)
Hayran Kurguᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ sᴇ ᴏʙsᴇsɪᴏɴó ᴄᴏɴ ᴛʀᴇs ʜᴇʀᴍᴀɴᴏs ᴇ ʜɪᴢᴏ ʏ ᴅᴇsʜɪᴢᴏ ᴄᴏɴ ᴅᴏs ᴅᴇ ᴇʟʟᴏs. ʏ ᴅᴇᴄɪᴅɪó ʜᴀᴄᴇʀsᴇ ᴇʟ ɪɴʜᴜᴍᴀɴᴏ ᴍás ᴠɪʟ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇʟ úʟᴛɪᴍᴏ ʜᴇʀᴍᴀɴᴏ sᴇ ᴀᴛʀᴇᴠɪó ᴀ ʀᴇᴄʜᴀᴢᴀʀʟᴏ.