Plan: Seo Changbin [Changjeong]

XIX

Jeongin se levantó temprano, casi al amanecer, todo porque sabía que Changbin llegaría ese día, estaba ansioso por ver a Changbin.

Se levantó y fue directo al baño, arregló su cabello y lavo los dientes, quería estar listo para recibir a Changbin, bajó a la planta baja y se quedó en el sofá.

Pasaron unos cuantos minutos y la puerta se abrió, Changbin entró por ella y vio a Jeongin.

Ambos mantenían el contacto visual, hasta que Jeongin se decidió a quitar la mirada e ir hasta él.

Lo abrazó fuertemente, sintiendo como el contrario le correspondía el abrazo, ocultó su rostro en el cuello de Changbin, oliendo su perfume.

―No creí que me extrañarás ―soltó una risita, aunque en el fondo le reconfortaba que Jeongin si lo esperara.

Jeongin se alejó de su cuello.

―Hice un pastel ¿Quieres probarlo? ―cambió de tema, porque no sabía con exactitud si había extrañado a Changbin o simplemente se acostumbró a la compañía.

―¿En serio? ¿De qué sabor?

―De chocolate, Daehwi me dijo que es tu favorito ―quitó sus manos del cuerpo de Changbin para tomar la mano contraria ―lo hice ayer ―lo dirigió hasta la cocina.

Changbin vio el pastel, la felicidad invadió su cuerpo, en ningún momento pensó que Jeongin le prepara un pastel.

―¿Quieres comerlo ahora? Tal vez estés cansado y solo quieras dormir... pero quiero saber si lo hice bien ―inconscientemente hizo un puchero al terminar de hablar, Changbin se contuvo de apretujar sus mejillas, porque no quería apresurar las cosas con Jeongin.

―En realidad dormí en la carretera, ahora tengo demasiada hambre, probemos el pastel ―soltó la mano de Jeongin para dirigirse al mueble dónde guardaba los platos y utensilios ―Estoy seguro... ―se acercó al pastel y lo rebanó ―que sabe delicioso.

Jeongin sintió sus mejillas calientes, su cuerpo estaba reaccionando de diferente manera.

Changbin le entregó un plato con su rebanada de pastel.

―Anda, debes comer también ―con la cuchara tomó un pedazo de pastel y se lo llevó a la boca, en cuanto tocó su lengua sus ojos se abrieron por inercia ―está muy rico ―dijo con un ligero brillo en los ojos, le fascinaba la comida y sería mucho más si venía de la persona que le gustaba.

Jeongin también probó el pastel, estaba realmente delicioso, le salió como quería, y que Changbin lo este disfrutando aumentaba mucho más su orgullo.

Ambos terminaron sus rebanadas de pastel.

―Bonito... Vamos a dormir ―propuso al ver que Jeongin se tallaba los ojos y bostezaba de vez en cuando.

Jeongin sintió sueño, sus párpados se sentían pesados y su cuerpo estaba muy cansado.

―Está bien ―con pereza camino hasta las escaleras, pero al ver que eran muchos escalones le dijo una flojera enorme ―¿Me puedes cargar? ―no sabía de dónde saco la valentía para pedir eso, pero no sé arrepentía.

―Si mi Innie bonito lo quiere así, entonces lo haré ―las palabras salieron sin pensarlo, Changbin estaba apunto de retractarse, pero Jeongin extendió sus brazos, tal vez el sueño lo estaba disociando de la realidad.

Changbin lo cargo, hizo que Jeongin envolviera sus piernas en su cintura y los brazos alrededor de su cuello.

Con precaución subió las escaleras, hasta que llegó a su habitación, en ahí dejó a un casi dormido Jeongin en la cama, lo cubrió con el edredón y se fue al baño, debía limpiarse antes de dormir.

Se sacó la ropa y se fue a la tina, espero hasta que el agua llenará la tina para meterse ahí. Se limpió la sangre que salió de su herida.

No creyó que el intercambio tomará ese rumbo. Se lavó toda la sangre y miró hacia el agua, tenía un tono ligero de rojo.

―Maldito Malkov ―maldijo al mirar su herida.

En cuanto llego al aeropuerto pudo ver a unas personas que lo recogerían, aunque no era básicamente a él, sino a la mercancía.

Se encamino hasta el líder de aquella mafia, viendo que tenía un parche en el ojo izquierdo.

―¡Hola muchacho! ¡Me alegra volver a verte! ―abrazo a Changbin, sin dejar que hablara ―espero que en este intercambio podamos unir fuerzas.

Changbin se negó demasiadas veces a tener un socio, mucho menos a un ruso, su territorio era Europa y el suyo era Asia, ni siquiera tenían que hacer estos intercambios.

―Señor Malkov también me alegra verlo, y sobre la unión sería pensarlo un poco mejor.

El semblante sonriente del hombre cambio, mostrando cierto enojo en sus ojos.

―Sigues creyendo que eres el mejor ¿No es así? ―Changbin no supo en que momento pasó, pero se encontraba con una herida de disparo en su abdomen y sus hombres comenzaron a disparar a todos los hombres de Malkov.

―¡Changbin! ―Minho se acercó a él, vio como la sangre salía de su abdomen y el pánico lleno su ser ―¡Tú, ven aquí y ayúdame!

Uno de sus hombres y Minho lo ayudaron ir hacia un auto, para llevarlo al hospital.

La sangre seguía saliendo.

―Debes ser fuerte, recuerda que debes volver con Jeongin.

Changbin luchó contra las ganas de cerrar los ojos, no iba a perder el conocimiento, no hasta saber que llegó al hospital.

Condujeron demasiado rápido, porque en segundos ya se encontraban en el hospital del centro de la ciudad.

Changbin no pudo resistir más y se desmayo.

Cuando abrió los ojos vio a Minho en el sofá, estaba durmiendo en posición muy incómoda, quiso levantarse pero un dolor punzante en el abdomen se lo impidió.

―Maldito Malkov ―maldijo en voz alta, haciendo que Minho se despertara.

―¿Cómo te sientes? ¿Te duele? ¿Te sientes mareado? ¡Responde!

Changbin lo miró de mala manera.

―Pero es que no contestas, estuve muy preocupado porque no despertabas, dormiste por casi dos días, eso asusta demasiado.

Changbin se exaltó por la información, durmió por dos días, su plan era volver a Corea después de hacer el intercambio.

―Necesito volver ―de nuevo hizo el intento de levantarse, pero no pudo por el dolor.

―El doctor dijo que la bala no afectó algún órgano importante, así que solo debes esperar a tu recuperación ―Changbin soltó un suspiro, no quería estar demasiado tiempo lejos de Jeongin, bueno, no quería que Jeongin pasará tanto tiempo solo.

―Llama a Daehwi y dile que vaya a la cabaña, no quiero que Innie este solo.

No dejaría que Jeongin se sintiera solo, no mientras pueda evitarlo.

17/04/24