Jeongin no sabía en qué momento pasó, pero pasar tiempo con Changbin se hizo tan esencial, que ahora lo extrañaba.
Changbin estaba de viaje por tres días, recién son dos y Jeongin ya lo extraña, tal vez un lazo se formó en las semanas que lo cuidó.
Pero Jeongin no quiere admitir que quiere estar con Changbin.
Bueno, en voz alta no lo admitiría.
Porque ahora estaba comiéndose las uñas mientras miraba hacia la puerta, esperando que por algún milagro Changbin regrese antes de lo debido.
Pero eso no pasaría.
Se quitó la manta que cubría su cuerpo y fue a la cocina, encontrando a las empleadas cocinando la cena, ya era muy tarde y él solo se quedó observando la puerta durante todo el día.
―Señor... ¿Tiene hambre? ―preguntó una empleada, mientras se dirigía al refrigerador, de ahí saco un vaso de jugo de mango ―puede beber el jugo y esperar un poco, en minutos más estará la comida.
Jeongin agarró el vaso, yendo a su habitación, volver a la mansión lo hizo sentir aliviado, pero en una casa tan grande se sentía solo, recordando los días que paseaba por los pasillos del orfanato, en dónde cada uno hacia sus cosas sin meterse en la vida de los demás.
Inconscientemente hizo un puchero al recordarlo, en esos momentos se sentía demasiado solo, estaba inseguro y nadie estaba dispuesto a protegerlo, debía valerse por si mismo, incluso cuando alguno de los niños le insultaba sobre su físico, no tenía a quien contárselo.
Llegó a su habitación y miró por la ventana, la noche se hizo presente y la luz de la luna se reflejaba por el vidrio, al ver su cama tuvo flashbacks de su infancia, pequeños recuerdos que Jeongin quería olvidar, pero que hasta ahora no podía.
"Relato de Jeongin"
Entré a la habitación, fui directo a mi cama, cuando llegue ví que un nuevo niño estaba ahí, en mí cama. Quise ir hacia él, pero la cuidadora me dijo que debía ser empático con el niño, ya que pasó algo similar a mi caso.
¿Y quién piensa en mí?
Solo son tres semanas que estoy en aquí, hace un mes murieron mis padres y nadie de sus familias se hizo presente para decir que querían cuidarme, claro, nadie quería tener una carga de niño que no querían.
El orfanato de Seul se hizo cargo de mi, me dieron una cama y alimento cada día, pero no es lo mismo, los primeros días tuve que llorar en el baño para que ningún niño se burlara de mí.
Los días siguientes a eso tuve que fingir que ya estaba bien, que la muerte de mis padres ya no me dolía y que simplemente me había adaptado.
Aunque la realidad era diferente, tuve que fingir ser fuerte porque los demás niños eran crueles, según una cuidadora era porque era su método de defensa, que gracias al abandono de sus padres debían ser fuertes y madurar antes de tiempo.
Yo también tengo que hacerlo, pero no soy cruel con ellos, simplemente me hago a un lado y los ignoro.
El primer año sin mis padres fue bastante difícil, pase mi cumpleaños número once solo, a pesar de que mis cumpleaños nunca fueron ostentosos ni con muchas cosas materiales, pero el amor familiar estaba ahí, jugar con mis padres hacía que mis cumpleaños sean especiales para mi.
Aunque justo ese año la pasé muy solo, tuve que fingir estar feliz cuando me cantaron el feliz cumpleaños, pero lo que más quería era encerrarme en el baño y llorar todo lo que estuve reteniendo, me dolía mucho saber que nunca volveré a jugar con mis padres, que no le podría dar un besito en el cachete a mi mamá y que tampoco me podría sentir protegido por los abrazos de mi papá.
Una lágrima se me escapó en ese momento, y gracias a ello comenzaron a molestarme, diciendo que era débil y una nenita, pero yo tuve que fingir ser fuerte y tampoco debía acusarlos porque sería mucho peor.
No tenía a nadie con quién hablar abiertamente, antes le podía decir a mi mamá que un niño de la escuela me dijo tal cosa, ella se enfadaría al principio pero luego me abrazaría y con unos besitos en mi cabeza me diría que no les haga caso.
¡Pero ahora no tengo a nadie!
¿A quién puedo quejarme? ¿Quién escuchará mis pensamientos? ¿Quién me abrazara de manera protectora para curar mi dolor?
Estoy solo, a nadie de aquí le importo en lo absoluto, nadie me trata de la manera que lo hacían mis padres, nadie logrará llenar ese vacío.
Cuando logré superar algunas dificultades pude volver a la escuela, pero nada fue igual, mis amigos ya estaban en un grado mayor, los niños del orfanato fueron más despreciables conmigo, tanto fue que uno de ellos quiso empujarme por las escaleras.
Pero tuve que defenderme por primera vez, fui yo quien lo empujó y por accidente lo lastime, la cuidadora me regañó horrible ese día, estaba al borde del llanto, pero ella me dijo una y otra vez que debía ser fuerte y que debía hacerme cargo de mis errores.
Fue un accidente y fue él quien quiso hacerme daño, pero no dije nada, simplemente asentí y me fui a la habitación, en ahí ví a otro niño en mi cama.
De nuevo tendría que dormir en el sofá de abajo, baje por las escaleras y me detuve en el sofá, incluso ya tenía una manta ahí.
Con un dolor en mi pecho me acosté ahí, ya nada me importaba en ese momento, no podía llamar mío a nada de lo que ahí existía, que siempre me harían a un lado y siempre sería al último en elegir.
Ya no era importante para nadie, nadie me pondría por encima de todas las cosas, nadie me cuidaría como si fuera su tesoro más preciado, ya nadie sacrificaría su tiempo para hacerme sentir mejor, nadie me daría los abrazos que necesito cuando estoy triste, nadie me haría sonreír con cualquier mal chiste, ya nadie me demostraría su amor con cada día que pasa.
Nadie me amaría como lo hicieron mis padres y eso dolía demasiado.
25/04/24
Me puse triste
por este capítulo.ಥ‿ಥ
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Plan: Seo Changbin [Changjeong]
FanfictionYang Jeongin es el mejor investigador criminalista que la estación de policía podía tener, aunque Jeongin tenía un solo objetivo para ganar esa fama, el único objetivo que lo hizo estudiar la carrera de policía criminalista, atrapar al causante de s...