XXVI

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Su mañana fue demasiado tranquila, despertó abrazado a Changbin, se alimentaron mutuamente, incluso se bañaron juntos, todo era perfecto, hasta que una visita llegó.

Era nada más ni nada menos que Seo Dongmi.

El padre de Changbin.

La persona que mató a sus padres.

No creía que lo vería, incluso creía que jamás conocería a la persona que le quitó la vida a sus padres.

Pero ahora estaba ahí, frente a él, estaba tan cerca, pero ya no tenía la fuerza de voluntad para reclamarle, no quería revelar su verdadera identidad a Changbin, no ahora, no cuando se confesaron su amor.

―Innie, necesito arreglar unos documentos, volveré en unas horas, no olvides lo mucho que te amo ―le dió un beso en la frente, para luego salir por la puerta principal.

Ahora estaban solos, Dongmi y él, ¿qué le impedía decir la verdad? ¿Qué le impedía enfrentar a Dongmi?

El amor que le tenía a Changbin, no podía hacerle eso, por quince años quiso vengar la muerte de sus padres, por hacele pasar todas esas experiencias, por quitarle a su familia, pero ahora, en unos cuatro meses un hombre llamado Seo Changbin arruinó su plan, le hizo sentir amado, vivo, feliz, emociones y sentimientos que hace años no sentía.

Suspiro y se alejó de la sala de estar, no echaría a perder lo único bueno que tiene ahora, el odio y rencor no pasaría sobre su amor por Changbin, no lo haría.

―Veo que mi hijo tenía razón ―hablo Dongmi, haciendo que Jeongin volteara y lo mirará a la cara.

―¿Qué dijo?

―Es un gusto conocerlo, Oficial Yang.

Jeongin se sorprendió por las palabras, lo habían descubierto, su identidad fue revelada.

¿Qué debía hacer ahora?

―U-usted...

―No iba a permitir que un desconocido se acercara a mi hijo ―la sorpresa e incredulidad no cabía en el cuerpo de Jeongin, ¿en serio creyó que podría pasar desapercibido por el creador de la mafia más grande de Asia?

―Y-yo...

No podía decir nada, su lengua se enredaba y las palabras no salían de su garganta.

―Aunque tú eres todo, menos un desconocido. Yang Jeongin hijo de Yang Hyukyu y Park Hyomin, dos de mis mejores empleados.

Ahora sí, Jeongin ya no entendía nada, que era eso de que sus padres trabajaron con Dongmi, ¿por qué ocultarle algo de esa magnitud?

―Usted miente ―dijo sin poder creer lo que Dongmi le contaba.

Sus padres no podían estar ligados a ese trabajo, no podían, aunque si se ponía a pensar, sus padres no tenían mucho tiempo para pasarlo con él, dinero tenían, pero el tiempo fue que les faltaba.

―Jeongin yo no miento, incluso Daehwi te puede decir que los conocía, si no me crees ven aquí ―Dongmi camino hasta el cuarto de vinos, movió un mueble y una puerta fue mostrada.

Jeongin no quería seguirlo, pero una parte suya decía que debía saber la verdad, merecía saber todo lo que sus padres le ocultaron y la verdadera razón por la que murieron.

Fue hasta la habitación que Dongmi entro, vio el interior, había demasiadas fotos de sus padres y Dongmi juntos, incluso había unas dónde tenían diez y once años.

―Los tres éramos amigos desde niños, vivimos por muchos años juntos, hasta que comencé a crear este negocio, ellos se alejaron para protegerse, hasta que después de cinco años nos volvimos a encontrar.

Jeongin miró la última foto que había en el lugar, en dónde lo tenían a él en brazos.

―Ellos me pidieron trabajo, ya que estaban con muchas deudas y te estaban esperando ―Dongmi sacó unos documentos del escritorio y se los dio a Jeongin ―este fue el contrato, ellos solo debían ayudarme con las entregas de la mercancía, no era nada peligroso, hasta que todo se complicó.

Paro su relato, tratando de buscar la foto de aquel socio, de un traidor, igual que Malkov.

―Este hombre me traicionó, quiso obtener la mercancía sin pagar, mis hombres comenzaron a defenderse, pero tus padres en lo único que pensaron fue en escapar, porque tenían que volver con su hijo.

Jeongin frunció el ceño, sus padres trabajaron por diez años con Dongmi...

―Ellos... ¿Trabajaron por tanto tiempo con usted?

―Así fue, en muchas ocasiones quisieron salirse del negocio para darte una mejor vida, pero el país no andaba bien por esos tiempos, así que no tuvieron opción.

Jeongin asintió, sabía de las cosas que pasaron en esos años, sus amigos sufrían por la falta de alimento, pero él siempre tenía comida en la mesa.

―Ese día las cosas se complicaron demasiado, tus padres intentaron huir en su auto, pero ese maldito los siguió, pensando que en el auto estaba yo ―de otra caja del escritorio sacó otras fotos y un USB ―tus padres no pudieron escapar, no pude salvarlos.

Jeongin vio las fotos, ahí mostraba como quedó el auto de sus padres, los asientos manchados de sangre, sus padres con una bala en la mitad de la frente.

―En la USB verás las grabaciones de las cámaras del auto, ahí verás quien mató a tus padres, y lo que le pasó después a ese maldito.

Dongmi se fue de la habitación, dejando que Jeongin tomará su decisión, estaba en sus manos ver la verdad o seguir aferrado a una mentira que le hicieron creer.

Jeongin se quedó mirando la USB, necesitaba saber que es lo que pasó, pero no sabía se podría verlo, no en el estado que se encontraba.

Lentamente camino a la computadora, la encendió y espero a que reconozca el USB.

"Necesito verlo, tengo que verlo"

En cuánto reconoció el dispositivo comenzó a buscar el vídeo, era el único y tenía una duracion de treinta minutos.

Le puso play y el video comenzó, mostrando la carretera, mientras de fondo se escuchaba los lloriqueos de su mamá.

El vídeo siguió si curso, hasta que a los cinco minutos un auto embistió el de sus padres, de ahí salía un hombre, que hablaba ruso.

Sus padres no pudieron decir nada, todo estaba en silencio, hasta que un "lo sentimos Innie" se escuchó, luego de eso dos disparos se oyeron, la grabación se cortó, mostrando otro vídeo, en dónde estaba el mismo hombre siendo cruelmente torturado.

Jeongin no podía respirar bien, ya no quería ver el vídeo, no cuando en la grabación se mostró quien mató a sus padres.

Durante tantos años creyó que Seo Dongmi los asesino, pero ahora, la verdad fue dicha, Seo Dongmi no mató a sus padres.

Pero tenía un gran problema ahora, la imagen perfecta de sus padres se derrumbó por completo, los padres buenos y rectos ya no estaban, los que no le ocultaban nada, los que confiaban en él y le decían de todo, los que le inculcaron que el mal se debía pagar, que las personas malas debían ser castigadas.

Ahora ya no quedaba nada.

Apagó la computadora y salió de la casa, debía desahogarse de toda la decepción que sentía.

Apagó la computadora y salió de la casa, debía desahogarse de toda la decepción que sentía

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04/05/24

Me siento muy
mal por Innie.

Plan: Seo Changbin [Changjeong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora