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Before you start

¿Sabéis esa sensación que os invade de arriba-abajo cuando tenéis toda la ilusión del mundo por cualquier cosa? Por ver a alguien, porque sabes que te van a regalar algo, porque llega una fecha esperada para ti. Así me sentía yo hasta que las puertas del ascensor se abrieron y dejaron ver a mi tío, igual que siempre, pero esta vez, acompañado.

Una de las personas que más quería en mi vida y al lado, otra hacia la cual había desarrollado un asco descomunal.

Yo adoraba a mi tío, lo amaba y más cuando habían pasado 6 años sin verle. Encima, cuándo se fue se juntó todo lo que me había pasado ese mismo año y acabé en el hospital por ello. Fue la peor época de mi vida, con diferencia y él había desaparecido del mapa justo en el momento en el que más le necesitaba.

Sacudí mi cabeza levemente intentando borrar esos recuerdos e intentar no acabar llorando.

Avancé hasta mi tío y cuando llegué a sus brazos y me rodearon, simplemente no pude contener las lágrimas. Eran lágrimas de emoción. Había estado conteniendo emociones durante un largo período de tiempo y abrazarle había sido la gota que colmaba el vaso.

Le abracé con todas mis fuerzas. Como si esta fuera la última vez que nos íbamos a ver en otros 6 años. Lo había necesitado tanto que me podría quedar allí con él hasta que las ranas criaran pelo.

"No sabes lo que te he echado de menos." Su voz resonó en mi oído y yo le abracé con más fuerza.

Me tragué un sollozo y hablé como pude "no vuelvas a desaparecer otros 6 años, por favor."

"Te prometo que nunca volveré a hacer semejante tontería." Me dio un beso en la mejilla y se separó de mí. "Pero mírate, si eres ya toda una mujer de 18 años" sonreí cuando me dijo eso "pero tenemos poco más de un año para contarnos todo lo que ha pasado, tu madre me ha chivado que te vas a quedar más que el verano solamente."

"Más te vale que valga la pena." Me reí y limpié mis lágrimas con la manga de mi suéter. Noté otros ojos encima de mí, que no eran los de Scooter. Era él. Me estaba mirando y no sé ni cómo se atrevía. ¿Acaso no se daba cuenta de todo el dolor que había recorrido mi cuerpo desde que él entró en nuestras vidas?

"Lindsay, este es Justin" me sonrió "ya era hora de que os conocierais."

Le miré y tensé mi mandíbula. Estaba sonriendo en mi dirección y os juro que si no llega a estar mi tío delante le hubiera roto todos los dientes que poblaban su boca. "No tengo nada agradable que decirte, así que mejor que vayamos a dónde demonios me vayas a dejar dormir. Estoy cansada del viaje." Cogí mis maletas y me puse mis gafas de sol. 

No me daba la maldita gana de ser amable con la única persona culpable de que lo más parecido a un padre que tenía, no hubiera estado conmigo cuando más lo necesitaba. No. Odiaba a la gente falsa y no iba a convertirme en una por el simple hecho de agradarle a él o a Scooter.

Scooter nos llevó hasta un coche con los cristales tintados. Así, sin llamar mucho la atención. Dentro había un hombre calvo, que supuse que sería un guardaespaldas de Bieber. Me senté en una punta del interior del vehículo, al lado de la ventanilla, mientras oía como mi tío metía las maletas en el maletero. He de decir que había ofrecido mi ayuda y esta la habían ignorado con un gruñido de respuesta.

Cogí mis auriculares, mi iPod y puse un auricular en mi oreja.

El guardaespaldas me sonrió y me tendió una mano "soy Dustin, encantado."

"Cuidado no te muerda." La voz venía del otro lado del coche y sabía perfectamente de quién venía. Arqueé mi ceja con sarcasmo. Actuaba como si me conociera lo más mínimo y eso me causaba algo de gracia.

Purpose |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora