Purpose |Justin Bieber|

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You've made my day

1 de marzo. Londres. Día de descanso.

Abrí los ojos mientras me estiraba por toda la cama sintiendo el frío de las sábanas. Me giré hacia un lado sonriendo mirando las bolsas donde estaban los regalos de Justin.

El día había llegado.

Era increíble que tuviera 19 años si me acordaba perfectamente cuando mi tío firmó el contrato con él y parecía más un pokemon con flequillo, que un chaval.

Parpadeé un par de veces haciendo que mi cuerpo se despertara por completo y me senté en la cama después de coger mi móvil de la mesilla de noche. Twitter ya estaba echando humo con todas las felicitaciones y el cariño que le estaban mandando a Justin. Él ya había twitteado que estaba muy ilusionado y también había dado las gracias.

Seguía siendo el mismo pardillo de siempre.

No lo malinterpretéis, me refería a que cumpliera 19 o 42, siempre iba a ser muy agradecido con todo el mundo que estaba a su lado apoyándole de verdad.

Entré a Instagram y también había varias fotos de gente a la que yo seguía posando con Justin mientras le felicitaban. Yo subí una foto también de los dos.

Era bastante graciosa.

Mirábamos a la cámara mientras poníamos nuestros ojos viscos, inflábamos nuestros cachetes y sacábamos la lengua. En realidad sí, fue una foto muy graciosa para intentar hacerla. Fredo se reía muchísimo cuando intentábamos sacar nuestras lenguas sin que se desinflaran los cachetes.

"Have a nice day boy. They say you're 19 but it feels like you were 4."

(Ten un buen día chico. Dicen que tienes 19 pero se siente como si tuvieses 4.)

Vi que tenía un mensaje de mi tío diciéndome que íbamos a salir en una hora hacia el restaurante al que íbamos a almorzar para celebrar más tranquilamente el cumpleaños de Justin.

Me levanté y fui directa a la ducha. Al salir, enrollé una toalla alrededor de mi cuerpo y me empecé a secar el pelo, ya que iba a planchármelo después.

Salí a la habitación y me empecé a vestir.

Me puse un crop top de manga larga gris y unos jeans negros que me llegaban por encima del ombligo y tenían un agujero en las dos rodillas. Me senté en la cama y como últimamente me había aficionado a llevar tacones y más aún a los booties, cogí unos altos negros de mi maleta. Volví al baño para plancharme el pelo y darme un poco de rímel y pintalabios rojo sangre.

Me puse un beanie rojo y arregle mi pelo. Justo al terminar de acomodármelo, mi móvil sonó y mi tío me dijo que ya estaban esperándome en la entrada del hotel.

Cogí las dos bolsas con los regalos y bajé, fuimos al coche y empezamos a hablar por el camino.

"Lo de anoche fue genial." Sonreí mientras guardaba mi móvil en un bolsillo.

"La verdad es que sí." Mi tío asintió. "Hicimos bien en avisar a los chicos para que no le dijesen nada."

"Su cara al ver a Chaz y Ryan fue un poema." Reí recordándolo.

"¿Te ha comentado algo de que Jaden venga hoy?" Yo negué. "Es que no tengo ni idea si sabe que vendrá para la fiesta de esta noche o no."

"Tengo mucha curiosidad por conocerle." Admití curiosa. "Su padre es una de las mejores cosas que le ha pasado a la humanidad."