Purpose |Justin Bieber|

59

"Light eyes and brunettes"

Entré en el salón sin hacer ruido y vi a Justin concentrado mientras jugaba a la XBox. Avancé hacia él y Za me miró sonriendo desde la cocina. Le tapé los ojos y saltó sobre su sitio, despegándose rápido y mirando hacia atrás, encontrándose con mis ojos.

"Pero..." Parpadeó un par de veces y reaccionó, saltando sobre el sofá y abrazándome.

Reí contenta y le abracé también, notando como me despegaba del suelo y la fuerza con la que sus brazos me envolvían.

Había vuelto a Los Ángeles de sorpresa, sin decirle absolutamente nada. Pero no me esperaba que fuese a reaccionar así.

"¿Cuándo has venido?" Se separó y me miró con una sonrisa en su cara.

"Llegué hace un par de horas a LAX."

"Al final has decidido volver, eh." Me hizo cosquillas en las costillas, picándome.

"En realidad, echaba de menos a Tuts." Aproveché que pasó por mis pies para agacharme. "¿Verdad que sí cielo?" La acaricié y se giró bruscamente hacia mí, haciendo que me asustase pensando que iba a arañarme.

"Ya veo." Justin se rió por mi reacción. "Veo que os lleváis muy bien."

"Lo que sea." Rodé los ojos.

Miré hacia la tele, viendo que el juego estaba en pausa y sin saber que decir. Podría haber vuelto pero las cosas no estaban en un camino de rosas para los dos.

"¿Por qué no me has dicho nada?" Habló de nuevo, mirándome más serio.

Za había desaparecido.

"Porque quería daros una sorpresa a ti y a Za." Le miré obvia. "¿No escuchaste su grito hace diez minutos fuera?"

"Pues no." Se encogió de hombros. "No me esperaba que volvieses después de discutir."

"Sé leerte entre líneas y creo que llamarme para preguntarme cuándo iba a volver era tu forma de pedir disculpas o algo así."

"Qué lista eres."

"O tú muy tonto." Sonreí levemente.

"El tonto estaba a punto de sacarte una entrada para Disneyland dentro de un par de días, pero creo que se le va a olvidar." Me miró con una mueca divertida.

"Ohhh venga." Me abracé cómicamente a él. "Los tontos suelen ser las mejores personas."

Después de un rato más hablando y picándonos –cosa que echaba de menos ya que lo que más que hacíamos por ese entonces era discutir-, nos sentamos en el sofá y empezamos a jugar a la Xbox.

Si alguien me preguntaba en ese momento, mi respuesta habría sido que no esperaba estar así con él nunca más.

Había tenido varias conversaciones telefónicas con Susan y en la gran mayoría, acabábamos hablando del tema. Bueno, básicamente ella me decía que estábamos magnificándolo todo porque por mucho que nos gustásemos el uno al otro –cosa que yo no me creía-, seguíamos sin ser nada más que amigos. Esto derivaba en una larga charla sobre mi orgullo y la forma en la que yo a veces también había tenido que pedir disculpas y no lo había hecho.

"¡GANÉ!" Saltó del sofá, asustándome y vi como estaba haciendo un baile ridículo.

"Se te suprime la victoria por ese baile asqueroso que estás haciendo." Reí mientras negaba.

"Te sienta muy mal perder." Frunció el ceño y sonrió en mi dirección.

"Lo que sea." Moví mi mano con desdén y él se tiró a mi lado.