8

2K 77 8
                                    

I don't have to keep up a role

14 de noviembre. Días de descanso.

Acabábamos de llegar al restaurante donde íbamos a hacer la cena. Mi madre había venido y había aceptado asistir a ella.

La entrada del restaurante estaba repleta tanto de paparazzi molestos y acosadores, como de paparazzi muy mal escondidos. Se estaban pasando muchísimo últimamente y la gira apenas llevaba 3 meses en marcha.

Entramos en el restaurante y nos acompañaron a nuestras mesas. Era una cena más o menos tan elegante como la del día que llegué, no me preguntéis por qué, y todos estábamos bien vestidos.

Yo llevaba una falda de tubo negra y una blusa de asillas color azul cielo medio transparente por la cual se podía ver mi sujetador negro. Esta estaba metida dentro de la falda, haciendo que pareciera un vestido. Tenía mi pelo suelto y planchado y este, caía por mi espalda y pechos. También había optado por unos tacones negros de aguja y con plataforma.

Justin, llevaba una americana y por dentro una camiseta con una foto de las tetas de una chica con un sujetador negro mientras las agarraban dos manos. 

A mí me gustaba, sinceramente. 

También llevaba unos pitillos negros ajustados, aunque él se los seguía poniendo bajos y sus pies iban resguardados por unas supra rojas.

La cena pasó tranquila. Hablaban de trabajo, de lo bien que iba la gira, de que Justin había empezado a componer. 

Al fin y al cabo, todo había ido sobre ruedas hasta ahora.

Yo fui la encargada de romper el buen rollo que había. O por lo menos eso me pareció a mí.

"¿Qué la han dicho a Kaili?" Estaba preocupada por ella y a la vez muerta de la intriga por saber si tendría que seguir actuando por mucho más tiempo.

"Tiene una leve lesión en el tobillo, pero si no reposa bien le podría repercutir a lo largo de la gira. Se incorporará de nuevo en el concierto de Sant Lake City, en enero." Mi tío habló serio y bebió de su copa de vino, o lo que fuera que tuviese allí dentro. Yo tragué y Allison me miró.

"Deja de darle vueltas a esa cabeza tuya, Lindsay. El lunes bailaste muy bien y las críticas hacia ti han sido estupendas. Sabes manejar los nervios excelentemente, así que deja de pensar que meterás la pata en algún momento. Si algo estuviera mal, todos los que estamos aquí seríamos los primeros en decírtelo." Me miraba seria, pero a la misma vez yo sabía que me estaba hablando sinceramente.

"Cariño, lo harás muy bien." Mi madre me miró con esa sonrisa suya de 'puedo convencer a quien quiera' yo bajé mi cabeza avergonzada cuando me cogió la mano intentando darme confort. Habían conseguido sacarme los colores.

Después de seguir hablando un buen rato, nos trajeron los postres. Yo no sabía qué demonios era pero sabía a una mezcla entre paraíso y menta. Llevé una cucharada del helado a mi boca y cerré los ojos intentando que mi garganta no emitiera ningún extraño sonido que pareciera un gemido. Lo hacía siempre que comía helado de menta casero.

Fredo, Cody y Justin me miraban divertidos.

"¿Qué pasa? ¿Nunca habéis visto a alguien comer helado?" Fruncí el ceño. No me gustaba ser el centro de atención, y menos cuando esos tres se juntaban.

"No de la forma en la que tú lo comes, parece que tienes a alguien entre las piernas." Fredo se encogió de hombros y bebió de su copa. Yo lo miré con los ojos como platos, no esperaba que dijera eso.

"Fredo, eres... Increíble." Noté como me sonrojaba. "Y no quiero que te lo tomes como un cumplido."

Recordé la parte de 50 sombras de Grey en la que Christian come helado de vainilla de la barriga de Anastasia y pude notar como mis mejillas se calentaban más de lo normal.

Purpose |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora