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May you rot in hell.



Abrí los ojos sintiendo como estaba apoyada sobre el pecho de alguien. Moví la cabeza y me encontré con el rosto tranquilo de Justin mientras dormía.

Viéndole cualquiera diría que lo de anoche no había sucedido.

Si la noche anterior me había dejado con un trocito menos de mi alma, no me quería imaginar cómo debía sentirse él.

La última persona que se merecía algo como lo que había tenido lugar la noche anterior, era él. Había tenido la oportunidad de conocerle de verdad en el tiempo que habíamos estado pasando juntos y una persona con un corazón tan grande y puro no merecía algo así.

Había estado los pasados meses conociendo a la persona que era de verdad. Viendo como haría lo que hicieses falta por ayudar a un amigo. Preocupándose porque todo el mundo a su alrededor estuviese bien. Anteponiendo su trabajo a su salud. Siendo la persona amable, humilde y de buen corazón que en realidad es. Dejando atrás el papel de niño hipócrita e hijo de mamá que yo pensaba que era.

Y me daba rabia que la gente de fuera no pudiese ver eso.

Desde que habíamos llegado a Europa todo lo que había salido acerca de él eran rumores falsos, mentiras, insultos, humillaciones. Intentaban hundirle en un pozo que nadie se había dado cuenta que estuviesen cavando hasta que habíamos llegado al continente. Le habían abucheado en un par de conciertos por ciertos retrasos que había tenido, los fotógrafos no paraban de meterse con su familia y con él, llamándoles a todos ellos cosas que no son bonitas de escuchar, salgan de la boca en la que salgan.

Crecer delante de todo el mundo como lo había estado haciendo Justin, no resultaba para nada fácil. Ser el centro de atención todo el tiempo. Tener a gente entrando y saliendo de tu vida en todo momento, la mayoría acercándose a ti por interés para conseguir algo a cambio. Un chico de 19 años no debería pasar por eso en ningún momento y sin embargo él llevaba años soportando lo mismo y sin embargo tenía una sonrisa sobre su rostro en cada momento.

Cosa que estaba empezando a marchitarse día tras día.

Pasé una de mis manos por su mejilla y sonreí triste.

"Si solo se diesen cuenta de quién eres en realidad." Susurré.

Me senté en la cama mirando la hora de mi móvil y siendo consciente de que tenía que salir de la cama si quería ir a ver qué había pasado con Twist y todo el lío de su detención la noche pasada. Quería asegurarme de que no hubiesen inventado nada para seguir jodiendo a Justin y a la gente que se acercaba a él.

Miré a mi izquierda, que era dónde se encontraba Justin completamente dormido y me fijé en lo bonitos que eran sus labios aún incluso cuando no estaba despierto.

Sonreí ante el pensamiento de lo atrevido que sería besarle sin que él se diera cuenta y me levanté de la cama para ir al baño. Al salir simplemente me senté a su lado dispuesta a dejar un beso en su frente.

Al hacerlo y separarme dispuesta a irme abrió sus ojos.

"¿A dónde vas?" Me miró con cara de súper dormido. Yo sonreí ante esa imagen.

"A ducharme. Tengo que salir a hacer unas cosas." Pasé una mano por su pelo quitándoselo de los ojos. No quería recordarle a lo que iba sabiendo que acababa de despertarse.

"¿Puedo unirme a esa ducha?" Me miró con una cara media pícara.

"No." Reí. "Tu mejor te quedas durmiendo que solo son las nueve."

Purpose |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora