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Trust me.

Siempre que te enamoras, piensas que esa persona es lo mejor y lo más perfecto que hay en el universo y que por suerte la tienes tú. Pero hay un momento o un instante, en el que te das cuenta de que esa persona no es lo que tú verdaderamente piensas. 

Te das cuenta de todos los defectos, de todas las virtudes que tú pensabas que tenía pero que en realidad nunca logrará alcanzar, te das cuenta de tantas cosas, que simplemente un día, te das por vencido y te olvidas de todo lo que has sentido durante tanto tiempo. 

Puede que no haya discusiones y seas lo suficientemente listo o lista como para darte cuenta de que la persona que tienes al lado no te merece. 

Principalmente porque no te valora, porque no sabe lo que tiene al lado, porque no sabe todo lo que tú harías por él o por ella y aunque lo sepa le da igual. O también existe la otra posibilidad de que te des cuenta de cómo es la persona que tienes a tu lado realmente, por todas las peleas. 

Te das cuenta de que el príncipe o la princesa de la que creías estar enamorado o enamorada, es verdaderamente un monstruo, hasta el punto de que un día revientas y prefieres no saber nada más de él o de ella. 

Pero al fin y al cabo, te das cuenta de que tienes que abandonar esa partida, porque habrá muchos más jugadores para intentar que salgas ganando.

"¿Habéis discutido otra vez?" Cogí la mano de Justin y me puse a jugar con ella con mis dedos. Noté como asentía.

"¿Sabes lo que ha dicho esta vez Lindsay?" Era una pregunta retórica, no tenía ni idea de lo que había dicho. "Ha dicho que la da vergüenza besarme en público, después de casi dos años estando juntos."

"Justin... sé que la quieres pero." Tomé aire profundamente. "Alguien así no te merece a su lado. Eres una persona increíble y supongo que un novio también. Solo hay que escuchar tus canciones para confirmarlo." Me encogí de hombros yendo a lo obvio.

"Gracias, pero tú misma lo has dicho... la quiero." Suspiró.

"Yo también quise una persona que paso de idolatrarme, según él, a hacerme pasar por la más zorra de todo mi instituto." Le contaría la historia si me preguntaba.

"¿Qué?" Su voz sonaba sorprendida. No esperaba que le saliera con algo así de buenas a primeras.

"Cuando pasé al instituto algunos de mis amigos dejaron de hablarme. Casi que acababa de salir del hospital así que aún sigo pensando que fue por eso. Tenía varios amigos allí pero solo confiaba realmente en dos personas, Perrie y Kellan. Kellan es el típico chico que te puedes imaginar, el chico malo que las vuelve a todas locas. Por lo menos en la época en la que yo me fijé en él. Estábamos en décimo y él era el capitán del equipo de fútbol europeo. Pasábamos muchísimo tiempo juntos, éramos los mejores amigos hasta que empezamos a sentir cosas el uno por el otro y simplemente pasó." Cerré los ojos negando, mientras me arrepentía mentalmente el haberme fijado en él.

"Yo pensé que tenía a alguien perfecto a mi lado. Pero empecé a cambiar de opinión cuando se dejaba tocar por todas y cada una de las chicas de aquel sitio. Un día se lo dije y fue al poco de... ya sabes." Me encogí de hombros dándole a entender que me refería a acostarnos. "¿Sabes lo que hizo?" Espere una respuesta que no llegaría. "Me dijo que tenía una cola interminable de chicas tras él como para tener que estar con una celosa. Cuando me dijo eso me partió el corazón, me dio a entender que estaba conmigo simplemente por obligación y a partir de eso empezó a decir cosas horribles de mí, entre ellas, que era una guarra en la cama. Cortó conmigo cuando me guió hasta una de las canchas del instituto y me hizo pensar que lo íbamos a arreglar pero me lo encontré liándose con otra chica." Aparté pelo de mi cara. "Quizás me esté equivocando al contarte esto y Selena no sea para nada igual porque parece una persona encantadora pero, después de seguir un mes pillada por él, me di cuenta de que realmente era un ser despreciable y que solo quería a las chicas con un único objetivo: que fueran una más en su lista de trofeos." Justin tardó un momento en hablar.

Purpose |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora