Purpose |Justin Bieber|

30

"Here we go."

21 de febrero. Manchester. Inglaterra. Manchester Arena.

Llegamos al estadio y Fredo fue directo a hacer su trabajo. Yo me dirigí a los vestuarios para dejar mis cosas y empezar a maquillarme y peinarme. Cuando llegué vi que los petos de la primera canción no estaban, así que al acabar tendría que ir a buscar el que iba a ponerme a Dios sabe dónde.

Miré mi reloj después de darle la última pasada al último mechón de pelo. Me lo había planchado y me llegaba un poco por debajo de mi pecho. Estaba largo y eso lo iba a notar hoy.

Me levanté de la butaca y le pregunté a Carlena donde estaban los petos, cuando me dijo que estaban al otro lado del pasillo cogí mi camiseta de asillas naranja, la cual iba por dentro y me la puse. Salí de los vestuarios mirando a mí alrededor por si alguien del equipo había decidido llevarlos a otro sitio. Para mi desgracia tuve que ir hasta el final del pasillo.

Al volver, iba pensando en mis cosas y me choqué contra alguien. Puse cara de asco desde que levanté la mirada.

"Me han dicho que te llevas liando con Bieber unos cuantos días." Kellan me miró de forma chistosa.

"Como si fuera asunto tuyo con quien me lío o con quién no." Puse los ojos en blanco e intenté salir de allí. Él me cogió por mi muñeca.

"Lo siento... es que pensaba que después de lo que pasó en Nueva York, estarías saliendo con Twist o algo." Cambió su cara a una mueca inocente. Era el peor actor que me había cruzado nunca.

"Sigue sin ser asunto tuyo, Kellan." Tensé mi mandíbula y esperé a que me soltara, como no lo hacía, intenté zafarme de su agarre por mi misma. Todo intento fue nulo. "Dios mío, déjame en paz tengo que ir a cambiarme."

"Espera, creo que se me ha caído algo." Yo fruncí el ceño porque no sabía a que venía eso ahora, pero cuando vi como tiraba con uno de sus dedos de mi camiseta para verme las tetas me quedó claro que solo me estaba vacilando. Estaba a punto de darle un guantazo cuando Justin apareció.

"Creo que no se te ha perdido nada ahí, amigo." Su voz sonó dura. Se puso a mi lado y pasó uno de sus brazos por mi hombro. "¿La sueltas ya o tengo que buscarte un tutorial en youtube?"

Yo estaba alucinando. No sabía si por la forma en la que me estaba defendiendo o por lo guapo que iba.

El vestuario era el mismo y no se había cortado el pelo ni nada parecido pero estaba guapísimo. Quizás era porque Europa le estaba sentando muy bien.

O quizás es que estaba aún más pillada que antes.

Kellan se largó sin decir nada y nosotros nos giramos para ir a los vestuarios.

"Sigo preguntándome cómo coño puede existir alguien con tan pocas luces." Negó con su cabeza y se apoyó en la pared cuando llegamos a la puerta. Yo me le quedé mirando.

"Si no llegas a haber aparecido te juro que le hubiera partido la cara." Tensé mi mandíbula. Estaba cabreada. ¿Quién se había creído ese imbécil para hacer lo que había hecho?

"Algún día se la acabaré partiendo yo. Solo hay que esperar a que me siga tocando las narices." Se encogió de hombros y miró hacia el pasillo un segundo, después volvió a mirarme. "¿Vas a ir después con nosotros a la discoteca? James va a estar un rato pinchando música." Se lamió los labios y yo me distraje por un momento con eso.

"Sí." Asentí. "Fredo me avisó antes de salir del hotel y cogí ropa para cambiarme aquí e ir directos. También me dijo que tu ibas a hacer lo mismo."

"Genial." Sonrió. Miró a nuestro alrededor y cuando vio que nadie se estaba fijando en nosotros se acercó y me dio un beso un poco más largo que un pico. "Bueno, tengo que irme ya. Te dejo para que te prepares." Besó mi mejilla y me guiñó un ojo antes de marcharse.