Max Verstappen (Peter Pan)
Mas allá de mi tumba, puedo sentir cómo el sol se hunde hacia la línea del horizonte, las sombras se alargan.
Pero aquí está oscuro. Y cuando uno se despierta en la oscuridad total, es imposible no sentirse enterrado.
Algunas noches me despierto y me pregunto si estoy en el infierno.
Si ya estoy jodidamente muerto, enterrado en la suciedad de la isla.
Tiro las sábanas hacia atrás y pongo los pies en el suelo de piedra y es el frío lo que me hace volver, me dice que todavía estoy en mi cuerpo.
Tengo carne y huesos, pero todavía no tengo una puta sombra. ¿Cuánto tiempo más? ¿Cuánto tiempo me queda?
Enciendo la lámpara de la mesilla de noche y una luz dorada llena la habitación. Inmediatamente me arden los ojos.
Joder, me siento como el infierno. Encuentro mis pantalones en un rincón, con el cinturón aún colgado de las trabillas. Me los pongo, me pongo una camisa y me subo las mangas. Mi espada está donde siempre, colgada en el gancho junto a mi cama. Cuando el sol puede matarte, los piratas te persiguen y tu magia disminuye, lo único que te queda son las cuchillas.
Dejo de lado la espada, pero voy con las cuchillas. Cada uno va en mi bota. Unas cuantas más escondidas bajo mis pantalones. Otra en una funda en mi antebrazo.
Dos pisos por encima de mí, oigo a Carlos decirle al Darling que se siente. El se sienta.
Si es un buen chico, siempre hará lo que le digamos.
Y puedo ser bastante convincente. La cerradura de mi puerta exterior se abre con un chasquido. Lewis es el único que tiene llave. Sus pasos se acercan. No se molesta en llamar a la puerta porque Lewis es un imbécil. Por supuesto, tiene su sombra. Tiene su magia y todas las ventajas que conlleva.
—Bien —dice cuando entra—. Te has levantado.
Me vuelvo a sentar en el borde de la cama y me paso las manos por el pelo. Necesito un trago.
—No tienes buen aspecto —añade.
Le echo un vistazo. Está apoyado en mi tocador con aspecto de haber sido tallado en la guerra. Todavía no estoy seguro de cómo lo convencí para que se uniera a mí y a los Niños Perdidos, pero me alegro de haberlo hecho. Lo necesito a mi lado. Ahora más que nunca.
—Ese viaje me costó mucho —admito.
—Te dije que iría a buscarlo.
Resoplo.
—¿Y que vuelva en dos pedazos?
Se pasa la lengua por el interior del labio inferior, pero no discute conmigo. Me levanto cuando la última gota de luz solar desaparece. Lo siento en mis venas. Como una cuerda desatada. Por fin puedo respirar.
—¿Cómo está el? —pregunto.
La mirada de Lewis se oscurece.
—Más bonito que la anterior.
—No es lo que he preguntado.
Suspira.
—Carlos le hizo hotcakes. Charles fue amable con el. El está tranquilo por ahora. Ya está haciendo demasiadas preguntas. Cherry le dio demasiadas respuestas.
—Maldita Cherry.
—Es un estorbo. ¿Por qué carajo la mantenemos cerca?
—Porque ella es colateral y el tipo de leal que necesitamos. Por eso.
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El rey de nunca jamás y los niños perdidos
FanficCuando el reloj marque las 12, un mito vendrá por mi. Todas vuelven, pero regresan rotas. No hay nadie que se salve de el. No importa que tanto huyas, el encontrará la manera. Mi loca madre no se atreve a decir su nombre, pero en las noches tiene pe...