¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Catherine Gautier:
Estaba en la biblioteca junto a Caleb haciendo el proyecto, era un sujeto agradable pero era muy coqueto. Me incomodaba cuando se ponía así.
—¿Que más podemos añadir? Yo digo que añadamos dos cosas—dijo Caleb.
—No se sabe mucho de la familia Slytherin, sería difícil agregar más cosas—le dije.
—tienes razón, aunque esta bien por que tampoco es que pusimos mucho de la familia, pusimos más sobre Salazar Slytherin.
—Justamente por eso, yo digo que así ya está bien.
—Está bien, si quieres ya puedes ir a la sala común yo guardo lo demás—sonrió amablemente.
—Claro, muchas gracias—sonreí—, Adiós.
Agarre mi bolso y camine hacia la salida de la biblioteca, antes de salir de ella oí un grito de dolor, me detuve de golpe. Saque mi varita de mi bolso y volví a adentrarme por los pasillos de la biblioteca.
Llegue hasta donde estaba con Caleb y allí lo vi, estaba tirado en el piso retorciéndose del dolor, al verlo me preocupe demasiado, solo había salido de la biblioteca y ya había pasado esto.
—¿Todo bien?—pregunto una voz tras mio, era obvio que la voz provenía de Tom.
—¿Sabes que le pasó?—pregunté con miedo, me aferré a su pecho.
—No lo sé y tampoco es que me importe.
—¿No tienes algo que ver con esto?
—Sabes que jamás haría algo así, yo no soy así.
Tenía miedo, Tom paso su brazo por mi hombro antes de sacarme mi varita de la mano y me dirigió a la salida de la biblioteca, iba a oponerme pero Tom tenía fuerza y no podía oponerme.
El camino a la sala común se hacía eterno para mi, ya estaba oscureciendo y en cualquier momento sería la hora de la cena, si no veían a Caleb en la cena lo buscarían por todo el castillo.
Sabía que Tom era el que le había hecho algo, pero si le decía en la cara a Tom sería yo la que estaría en el estado de Caleb, no quiero arriesgarme.
Al entrar a la sala común vi a Avery y Mulciber, ellos nos vieron a Tom y a mi como si fuéramos líderes, entiendo que miren a Tom así, ¿pero a mi?
—¡Catherine! ¿Estas bien?—dijo Mauren entrando a la sala común acompañada de Joseph y Druella.
—¿Por que estaría mal?—pregunte confusa.
—Nos llegó una carta de que nos necesitabas—Dijo Druella.
En la entrada de la sala común volvieron a aparecer personas demasiado conocidas para mi, entre ellas Lisa, Alison, Adrian, Matthew, Meredith, Walburga, Abraxas, Jacob, mi madre y mi padre.
—¿Que hacen aquí todos?—pregunté de vuelta, cada vez más confundida.
—Nos mandaste una carta, diciendo que nos necesitabas—respondió mi madre dejando su bolso en el sofá de la sala común.
—Pero si estaba en la biblioteca estudiando, no mande ninguna a carta a nadie...
—A mi si, me dijiste que querías hablar conmigo—dijo mi padre.
—Y menos a ti, no tendría por qué mandarte una carta a ti—le dije.
—Extraño cuando eras tierna conmigo—dijo fingiendo tristeza, rodé los ojos y mire a Abraxas.
—¿Entonces quien nos mandó la carta?—dijo Abraxas cambiando de tema, todos saben que mi padre nunca fue un buen padre y ahora me incomoda su presencia.
—Fui yo—dijo Tom.
Todos dirigieron su mirada a Tom, hasta yo, ¿por que le mando una carta a mis amigos?
—¿Por que lo hiciste?—pregunte con el ceño fruncido.
Más confundida que yo no había.
—Quería decirte algo y quería que todos lo que conoces estén presentes—dijo tomándome de las manos.
Frunci el ceño, estaba muy confundida con las palabras de Tom.
—Catherine, eres una mujer...—dijo mirándome a los ojos.
Era obvio que era mujer...
—Sabes que no me gusta expresar como me siento—dio una pausa—. Pero...¿Te comprometerías conmigo?
Iba a morir, ¿que había dicho? Creo que todos se quedaron boquiabiertos, menos mi madre ella solo sonreía.
—¿Catherine...?
—Si me comprometería contigo—dije finalmente.
Tom sonrió de lado y mi madre de su bolso sacó una caja pequeña, se la entregó a Tom y el abrió la caja dejando ver a un anillo, sabía que anillo era, era el anillo familiar.
Saco el anillo y lo puso en mi dedo anular, Joseph se quedó como si lo hubieran petrificado. Matthew estaba procesando todo.
—¡Felicidades Kate!—dijo Druella dándome un abrazo.
Mauren se acercó para unirse a nuestro abrazo, Alison, Meredith y Walburga también, menos Lisa, ella solo miraba a Avery con una mirada furiosa.
—Está creciendo—dijo Matthew limpiándose una lágrima falsa.
—No lo sé, para mi siempre será una niña pequeña—dijo Abraxas.
Las chicas se separaron del abrazo y Druella acomodo mi cabello, vi como mi padre se me acercaba para darme un abrazo...
Di un paso atrás rápidamente pero igual me alcanzó y me dio un abrazo, me sentía incómoda, nunca estuvo presente en mi infancia y ahora me siento incómoda cuando me abraza.
En cambio cuando mi madre me abraza me siento como en casa, mi madre siempre estuvo para mi cuando la necesito, es una excelente madre.
—Estoy tan feliz por ti, mi vida—dijo mi padre.
Si me hubiera dicho eso cuando estaba en segundo año hubiera sido mejor y no darme la espalda como siempre lo hizo.
—Felicidades Catherine—dijo Mulciber.
—Gracias, Mulciber.
Mi padre al fin me soltó y me dirigí a mi madre, le di un gran abrazo y ella me dio un beso en la cabeza, al abrazo se unió Matthew, siempre fuimos los tres, de eso se dio cuenta mi padre.
—Mejor me voy—dijo mi padre.
—Adiós—dijeron todos al unísono menos Matthew, Mi madre y yo.
Después de un tiempo la sala se llenó de estudiantes de Slytherin y la mayoría estaba confundido por que estaba Abraxas, Jacob, Walburga y mi madre ya que era obvio que ya no estudiaban aquí.
—Ya es la hora de la cena, deberíamos irnos—dijo Abraxas.
—Si, adiós Katie—dijo Walburga con una sonrisa.
Abraxas se acercó a mi y me dio un abrazo corto al igual que Walburga.
—Adios Catherine—dijo Jacob.
Los tres salieron de la sala común yéndose finalmente.
—Deberían ir a cenar, cuídense todos—dijo mi madre saliendo junto a los tres que ya salieron.
