✓Si tú me quisieras (Willy Wonka)

XIV

Liam estaba tirado en el suelo, a un lado de su cama, dormido después de haber estado llorando por tanto tiempo.

A pesar de estar dormido, se notaba cansancio en su rostro, sus ojos estaban hinchados y su cuarto era un desastre, cualquiera pensaría que tuvo una fuerte pelea con alguien y que por eso terminó en el suelo.

03:15 a.m.

«Liam... ¡Liam! ¿Estás bien? ¡Despierta!"»

Se podía escuchar una voz preocupada a su lado.

Liam despertó de golpe al sentir una mano fría y húmeda en su hombro. Con la mirada aún borrosa por sus ojos hinchados y por el hecho de que acababa de despertar, miró a la persona a su lado. Al ver de quien se trataba, se quedó pasmado, sin poder darle crédito a sus ojos.

-Tranquilo, soy yo. -dijo aquella voz, intentando calmarlo.

Dubois talló sus ojos.

-¿W-Willy? -tartamudeó con sorpresa al ver al chico de sombrero empapado frente a él.
-Soy yo, ¿Estás bien, Liam? Luces terrible. -dijo Wonka con preocupación al ver a su amigo en el suelo.
-Willy...

Sin decir más, se abalanzó hacia Willy y lo abrazó con fuerza. Volvió a llorar, pero, esta vez, de felicidad. -¡Estás vivo! -exclamó con emoción y una enorme sonrisa.
-Creí que no te emocionabas. -bromeó Wonka, provocando risas en ambos.
-Tonto.

Se soltaron del abrazo.
-También estoy feliz de verte. -dijo con una sonrisa.
-¿Cómo fue que...? Ví el barco explotar.
-No sé si notaste que estoy mojado. -comentó Willy de forma bromista.
-¿Estás siendo irónico? Eso es nuevo.

Los dos rieron. Les generaba tanta felicidad inexplicable estar juntos.
-Déjame hablar. El punto es que el hombrecillo naranja y yo logramos brincar del barco antes de que explotara.
-¡Gracias a Dios! ¿El hombrecillo naranja? ¿En serio, Willy?
-¿No me vas a creer?

Liam rió entre dientes al ver la molestia de Wonka.
-Sólo porque no te cansas de afirmar que existe.

Willy le dió un pequeño golpe en el hombro.
-Cambiando de tema... ¿Qué haces en el suelo?
-Yo... Creí que habías muerto.
-¿Y eso te hizo caer?

Ahora fue Dubois el que golpeó ligeramente a Wonka.
-¡Eres un idiota!
-Auch.

Ambos rieron.
-No lo sé... Pensar en que te había matado me hizo sentir... Terrible.

Willy le dirigió una tierna y dulce sonrisa. Nunca había visto a Liam decir sus sentimientos de forma tan abierta y le parecía muy lindo que se hubiera preocupado por él, aunque, claro, no le gustaba pensar que Dubois se hubiera puesto así de mal por su culpa.

-Aww... ¿Te preocupaste por mí?
-No, me preocupó mi reputación si alguien se enteraba.
-Por eso no tienes amigos.

Volvieron a reír. Era tan cómodo reír juntos.
-Te tengo a tí.
-Me tienes a mí.

Liam suspiró profundamente. Nunca pensó que estimaría tanto a alguien tan infantil y molesto como Wonka.

-Sí, me preocupé por tí.

Ambos se abrazaron. Liam ni siquiera pudo sentir lo frío y húmedo que estaba Willy, pues sólo quería abrazarlo, sentirlo, saber que era verdad lo que veía, que Willy Wonka sí estaba vivo.

-A propósito, ¿Puedes encender tu chimenea? Me congelo.
-¡Dios, es cierto!

Liam se levantó de golpe del suelo y corrió a encender la chimenea que tenía en su sala.

Llevó a Willy para que se calentara en el fuego y así no se enfermara; también le llevó una manta para que se cubriera.

Ambos se sentaron frente a la chimenea.

-Lamento que te hayas puesto así.
-Fue mi culpa, para empezar. No te dije quién era realmente.
-Está bien.

Ambos se quedaron en silencio. -¿Tienes algún plan?
-¿Eh?
-Quiero decir, para confrontar al Cártel.
-Bueno, nadé en agua fría, lo cual puso a trabajar mi cerebro y me puse a pensar cómo todo el equipo y yo podremos enfrentarlos.
-¿En serio? ¿Cuál es el plan?
-Bueno, tengo entendido que mañana los liberarán, así que iré con ellos, engañaremos al padre y los monjes para entrar a la guarida, robaremos en registro y lo mostraremos a la policía.
-Investigaste, ¿Eh? Bueno, lamento decirte que eso no será sencillo, ¿Cómo harán todo eso?
-Conozco a una jirafa, Abigail, será parte de la operación.
-Es broma, ¿No?
-Para nada.

Liam resopló. Willy era demasiado estúpido e ingenuo. ¿Cómo diablos pensaba engañar a esos locos? A veces le sorprendía el hecho de que Wonka tardara tanto en ser atrapado.

-Willy... No dejarán ir a Noodle.
-¿Qué?
-Es pariente de Slugworth, nunca la dejarán ir. El dinero era para dejarla encerrada por siempre.
-¿Qué? -exclamó con sorpresa.
-¿Estás sordo?
-¿Pariente?
-Es su sobrina.
-Guau... No me lo esperaba... Ahora que lo pienso, tiene sentido.
-¿Eh?
-Se parecen.
-Willy Wonka... Eres de no creerse.
-Aún así, me quieres.
-¿Quién dijo que te quiero?
-Tú.
-Nunca dije eso.
-Te pusiste mal pensando que algo me había pasado.
-Eso es una reacción normal al ver a alguien morir.
-Sigue diciendo eso y yo digo que soy tu mejor amigo.
-En tus sueños.

Ambos rieron. -Entonces... ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?
-Eres parte del Cártel, sacar a la luz el registro te destruirá. Lo mejor es que huyas.

Liam negó con la cabeza.
-Yo nunca les dí de mi chocolate sobrante, nunca hice transacciones y ninguno de mis sobornos está registrado. Era parte del Cártel, sí, pero lo único que hice fue ayudar en algunos planes, sin embargo, no hice más, por lo cual, mi nombre sólo estará ahí como parte de, más no como alguien que haya colaborado en grande. Me darán seis meses, a lo mucho. Con ayuda de mi hermana podría salir de ese problema, pero prefiero recibir mi castigo.
-Eres honrado, ¿Eh?

En esta plática se había hecho costumbre reír juntos. -No me gustaría que mi trabajador estuviera en prisión. Llama a tu hermana.
-¿Tú trabajador? Auch.

Volvieron a reír.
-Son casi las cuatro... Quédate a dormir, mañana por la mañana irás por los demás.
-La última vez que me dijeron algo así, terminé encerrado.
-Bueno, aún me debes una moneda.

Rieron. Definitivamente se había vuelto una costumbre.
-Gracias.
-Es una moneda.

Willy le lanzó un pequeño cojín y volvieron a reír. Era muy agradable para ambos estar juntos como buenos amigos que eran. Definitivamente ese momento no se compraba con nada.

Liam estaba feliz de saber que su amigo estaba vivo (a pesar de no querer aceptar que lo consideraba su amigo).

Wonka, por su parte, estaba feliz de ver feliz a Dubois, pues cuando lo conoció era demasiado serio y formal y ahora era muy alegre, además, cuando lo encontró, se notaba que se había puesto bastante mal y ver cómo su tristeza había desaparecido era grato. No quería volver a ver así a Liam.