✓Si tú me quisieras (Willy Wonka)

XXIV

Eran exactamente las 18:00 p.m. cuando Willy entró en la habitación de la casa de huéspedes en la que se quedarían esa noche.

Liam estaba sentado en una de las dos camas, mirando la televisión. Cuando escuchó la puerta abrirse, dirigió su mirada a la puerta, donde divisó a un Wonka con una enorme sonrisa.

—Alguien está muy sonriente. —dijo Liam de forma burlesca.

Willy cerró la puerta tras él y rió entre dientes.

—Tu hermana es bastante peculiar. —respondió Willy. —Es muy intensa, demasiado, diría yo... Pero es muy divertida, no sabes lo increíble que es pasar tiempo con ella... Bueno, tal vez sí. —rió suavemente. —Char es... Wow.

Liam comenzó a reír.

—Ay, mírate. Te gusta mi hermana. —dijo de forma burlesca. —Esto es muy divertido.
—¿En serio? ¿Te parece chistoso?
—Muy chistoso.

Willy caminó hacia la cama de Liam, tomó el cojín en el que estaba recostado y lo lanzó a su cara, haciéndolo reír más. —Sólo digo que es divertido lo lindo que te expresas de ella.
—Es linda y divertida y alegre... Todo es tan... Wow con ella. —suspiró profundamente.

Liam lo miró con una ceja alzada.

—¿Pero...?
—No lo sé... Nunca he sentido... Pues amor romántico, pero... No sé, siento que Char es wow... Pero como amiga, ¿Me entiendes? Todo es increíble con ella, pero no siento conexión romántica, sino amistosa...

Dubois rezongó.

—Tu cursilería me da asco. ¿No era más fácil decir "no me gusta tu hermana, sólo quiero una amistad con ella"? ¿Por qué tanto enredo? Dios.

Wonka volvió a lanzarle un cojín, haciendo a Liam reír a carcajadas.

—¿Y tú tienes sentimientos?

Dubois paró de reír sólo para encogerse de hombros.

—Eres la única persona hacia la cual tengo sentimientos... —aclaró la garganta. —Y son sentimientos amistosos, así que no esperes mucho.

Willy le sacó la lengua de la forma más infantil posible, haciendo que Liam se burlara de él. —Deja de molestar, mejor arréglate para ir a la Ópera.
—Liam, esta es mi ropa.
—No, señor. No irás a la Ópera así. —señaló el armario. —Te compré un traje, no agradezcas.

Willy lo miró con una ceja alzada. Avanzó hacia el armario y, cuando lo abrió, encontró un único traje negro colgando. Lo tomó en sus manos y lo descolgó para poder admirarlo con más detalles.

—Liam... No... No tenías que... —no tenía palabras para describir lo agradecido que estaba.
—No es nada. Sólo es un traje.
—¿No es nada? Me compraste un traje... ¿Recordaste mi talla?
—Sí. No sé por qué, pero sí. Normalmente los detalles que no considero importantes, los olvido.
—¿Me consideras importante?
—No dije eso.
—Oh...

Liam suspiró profundamente. Siempre tenía que medir sus palabras porque Willy, por alguna razón, había empezado a ser muy sentimental con lo que él decía. Era frustrante ya no poder ser serio o sarcástico sin pensar que había herido a Willy.

Por otra parte, Wonka solamente le había tomado confianza y cariño a Dubois y sabía que su personalidad se basaba en ser sarcástico e indiferente, pero le parecía gracioso ver cómo intentaba salvar lo que había dicho cada que Willy se mostraba triste, a pesar de que no era así.

—Es broma, ¿Sí? Sólo póntelo y cállate. —dijo Liam intentando mostrar indiferencia y volvió a ver la televisión.
—Liam.
—¿Hmm?
—Gracias.
—Pónte el bendito traje, Willy Wonka.