XXXI

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Despertaron lentamente.

Sus miradas se conectaron en cuanto sus ojos estuvieron completamente abiertos y una sonrisa se formó en sus rostros.

—Buenos días. —saludó Liam con una sonrisa.
—Buenos días, Li. —respondió Willy con una sonrisa.

Dubois, sin pensarlo dos veces, plantó un pequeño beso en los labios de Wonka.

—¿Quieres desayunar?

Willy asintió con la cabeza.

°°°

Mientras desayunaban los huevos con tocino que Willy había preparado, Liam habló. —Sobre lo de ayer, yo...
—No pasa nada. —interrumpió Willy, sonriendo. —Sabes que siento lo mismo, Li. Tú eres tan... —suspiró. Liam sabía lo que significaba eso en la escala de Willy y su corazón dió un brinco. —Y me encanta.

Las mejillas de Dubois se tiñeron de rojo.

—Te quiero, loquito.

Ambos rieron.

Terminando de desayunar, Willy se dirigió a su fábrica, la cual estaba totalmente abandonada. Se sentó afuera de esta, pensando en si Rossalia se había apiadado de él y continuado con la gira, hasta que cierto ser de pequeña estatura y cabello verde se sentó a su lado.

—Willy Wonka. —saludó el Oompa-Loompa.
—Hola. —devolvió Willy el saludo con una sonrisa.
—Espero que abras pronto, a pesar de que esa tal Vannucci hubiera renunciado.

El rostro de Wonka se tornó confundido.

—¿De qué hablas?
—¿No se enteró? Está en los periódicos. —le dió un pequeño codazo. —Eres un pícaro. Qué beso.

Se acordó del periódico que estaba en el sillón cuando llegó a su casa.

—Oh, por Dios... Liam. —dijo con preocupación antes de levantarse y correr hacia su casa a toda velocidad.

°°°

Cuando llegó a su casa, pudo ver a Liam salir de ahí con una maleta. Se quedó perplejo al darse cuenta de que Dubois se había estado quedando en su casa. —Li..
—No quiero hablar contigo. —dijo Dubois mientras cruzaba la puerta y pasaba de largo de Willy.
—No fue nada... —comenzó a seguir a Liam.
—¿Nada? Está en todos los periódicos.
—Lo hizo a propósito. No estoy enamorado de ella. —se detuvo detrás de Dubois.

Liam se frenó en seco y volteó a ver a Willy con molestia.

—¡Por supuesto que no! Ni de ella, ni de mí, ni de nadie. Sólo eres tú y tus chocolates. Y pensar que yo estaba dispuesto a abandonar mi sueño por el tuyo. —dijo Liam con el corazón partido.
—¿Adónde vas?
—A casa.
—Li, por favor...

Liam golpeó un aviso de desalojo contra el pecho de Willy.

—El banco te está echando. ¿Por qué pediste un préstamo? ¿Por qué no me lo pediste? ¡Hubiera dicho que sí! No importa lo que fuera pero siempre lo hacíamos juntos.
—Liam...

El mencionado lanzó las llaves de Willy hacia el propietario.

—No debí haberte conocido. —dijo antes de alejarse de Wonka con los ojos llenos de lágrimas.

°°°

Liam estaba en su habitación, escribiendo una nota, esperando a que sus lágrimas no mojaran el papel en el que escribía.

✓Si tú me quisieras (Willy Wonka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora