|Secuela de Two Worlds Collide|
Myoui Mina y Son Chaeyoung habían logrado liberarse de aquellas ataduras que por tantos años las mantuvieron atadas en el pasado. Ya no eran aquellas adolescentes desesperanzadas e inseguras, ahora eran dos mujeres qu...
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Hay pasos que determinan inicios y cambios drásticos en las vidas de las personas que se atreven a romper con los miedos. No es del todo fácil hacer lo que menciono, porque las inseguridades y dudas pueden tocar nuestras puertas antes de siquiera hacer el intento. Pero creo que si la intención está motivada por el amor tales elementos se desvanecen hasta resumirse a nada.
El tan esperado día de la propuesta había llegado, la taiwanesa no sabía si sentirse afortunada por eso o el triple de nerviosa de lo que se sintió apenas compró ese anillo. Ya todos los invitados se encontraban dentro de aquel salón de eventos, tan solo esperando que la adorable japonesa hiciera acto de presencia. Por supuesto, ninguno de ellos tenía una idea de los planes de Tzuyu, lo cual incrementaba los nervios de la misma.
Chaeyoung también compartía parte de su nerviosismo, no podía negarlo. En ese momento se encontraba dentro del baño, lavando sus manos con tranquilidad. Pero su estado tranquilo se vio interrumpido cuando Tzuyu entró en el lugar y cerró la puerta con bastante fuerza.
—¿Piensas dañar la puerta? Luego tendrás que pagarla y no te quedarán suficientes ahorros para tu vestido de novia —dijo Chaeyoung, mirándola con diversión.
—¿Qué demonios haces aquí encerrada?
—No lo sé, tal vez estaba lavando mis manos como una persona normal hace luego de ir al baño.
—¡No seas sarcástica!
—No fue sarcasmo.
—Chaeyoung... —susurró, comenzando a caminar de un lado a otro—, estoy demasiado nerviosa. Yo creo que... Yo creo...
—Ni te atrevas a decirlo —Se acercó, mirándola con seriedad—. No te atrevas a decir que no lo harás, Chou.
—Chaeyoung, no puedo hacer esto. ¡Mira como estoy! —Le mostró sus manos que temblaban—. Presiento que dejaré caer el anillo y se va a romper y... y... ¡Lo voy a arruinar! —exclamó tapando su rostro.
—Practiqué la canción que tocaré para ustedes toda la semana hasta casi quedar afónica, ni siquiera he podido dormir porque estoy un poco nerviosa también. ¿Ahora me dirás que no harás nada? ¿Quieres acaso que mi bonita guitarra termine hecha pedazos en tu cabeza?
—¡Ella me rechazará! Tal vez... no se sienta lista. Dios, no, no, no...
—¡Estamos hablando de Sana! ¿Cómo crees que te rechazará a ti? Ella está tan enamorada de ti así como Momo ama comer; y créeme, si no te apuras ella dejará la mesa vacía. Yo te aconsejo ir por Sana antes de que eso suceda —Le dijo intentando fingir seriedad.
—Es que no lo sé —comenzó a caminar de un lado a otro de nuevo. Chaeyoung la detuvo y la miró fijamente.
—Entiendo tus miedos y nerviosismo, pero actuando así no vas a solucionar nada —aconsejó—. Y mientras más dejes pasar los minutos sin ella, te vas a poner peor. Ya ve a buscarla, es muy probable que esté pensando cosas que no son ciertas.