Capítulo 7

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Fue exactamente cuando llegó la última semana que iniciaba la cuenta regresiva para la presentación de aquel recital que todo comenzó a irse abajo por parte de Myoui Mina. ¿La razón? Pues no era específicamente porque ella estuviese haciendo las cosas mal en cuando a su trabajo, sino eran las acciones de alguien más jugando en su contra las que estaban llevándola a un nivel de estrés mayor.

Y ya deberían saber de quién estoy hablando.

Todo el repertorio que ella se había encargado de organizar del recital había sido modificado sin su autorización. El orden, e incluso parte de las presentaciones escogidas para ese día habían sido modificadas y casi desplazadas por otra cosa completamente diferente a la esperada.

La japonesa tenía en sus manos los documentos que evidenciaban lo que ahora mismo había incrementado su enojo y frustración. Sus dedos apretaban aquellas hojas casi dejándoles pequeñas grietas alrededor.

Wendy junto a otra compañera, Kang Seulgi, estaban entrando en su oficina. Al ver su expresión y parte de sus acciones, se acercaron un poco curiosas.

—¿Todo bien, Mina?

—¿Cuándo fue modificado todo? ¿Cómo no me lo hicieron saber? —apartó la vista de los documentos.

—¿Modificado qué? —preguntó Seulgi confundida.

—¡Esto! —les mostró—. ¿Quién fue? ¡Se supone que yo soy la responsable de esto! ¡Tengo que ser la primera en saberlo!

—Cálmate —susurró Wendy.

—¡Estoy segura que fue ella!

—¿Hablas de...?

—¿Quién más? —bufó—. ¿Por qué demonios se mete en mis cosas? ¡Falta una semana!

—Esto podemos arreglarlo, quizás hablando con-

—No lo haremos —interrumpió alejándose—. No haré nada de lo que dicen estos papeles —salió. Wendy y Seulgi quedaron allí mirándose un poco confundida.

—¿Qué haremos con ellas?

—Evitar que esto llegue más lejos de lo que debería, supongo.

Mina caminaba por aquello pasillos con prisa, deseando encontrar a aquella mujer lo antes posible para dejarle claro como funcionaban las cosas en lo que a su área respectaba. Sinceramente ya estaba harta, ya no soportaba que alguien más se metiera en todo y pasara por encima de el esfuerzo que cada día ponía en ese lugar; no era algo que permitirá, mejor dicho.

Encontró su oficina y empujó la puerta sin delicadeza alguna. Se sorprendió al encontrar a Alyssa a punto de besar a un hombre, un nuevo trabajador de allí.

—¡¿Por qué no tocas?! —preguntó alterada.

—¿Acaso es esta tu casa? —cruzó los brazos—. Tú —señaló al chico—, sal de aquí. Es tu primera semana, dudo que estas acciones te lleven muy lejos.

—L-lo siento —susurró apenado.

—Él no tiene por qué irse —protestó acercándose más.

—¿No? ¿Crees que si le hiciera saber esto a tu jefe le gustaría? —miró hacia arriba—. Pensándolo mejor, quizás no le molestaría; estoy segura que fue de esta misma forma que conseguiste tu ascenso, ¿o me equivoco?

—¿Cómo te atreves? —quiso acercarse, pero el chico se interpuso.

—Creí haber sido clara contigo, Baekhyun.

El chico asintió y salió. Ambas quedaron solas y mirándose fijamente.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué te importa lo que haga?

𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 𝔹𝕦𝕣𝕟𝕚𝕟𝕘 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora