|Secuela de Two Worlds Collide|
Myoui Mina y Son Chaeyoung habían logrado liberarse de aquellas ataduras que por tantos años las mantuvieron atadas en el pasado. Ya no eran aquellas adolescentes desesperanzadas e inseguras, ahora eran dos mujeres qu...
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Un par de semanas habían seguido a su paso. Durante ese tiempo que podría describir su percepción como larga aunque realmente fuese corta muchas conversaciones habían sido omitidas y echadas a un lado. Creo que uno de los peores errores entre las parejas sería perder la comunicación. Es muy importante saber que si algo te está generando inseguridades o incomodidades entre esa persona y tú, lo mejor que se puede hacer es hablar al respecto e intentar llegar a un acuerdo.
Por supuesto, Mina y Chaeyoung sabiendo eso perfectamente, decidieron no hacer nada al respecto. No precisamente porque se estuvieran rindiendo o porque algo malo se avecinara, sino porque en sí la vida se estaba sintiendo muy pesada, demasiado como para tocar las puertas de las conversaciones incómodas. Claro, ambas sabían perfectamente que este camino no era el correcto, no a estas alturas de la vida.
Pero, ¿acaso ustedes no han hecho cosas malas aún sabiendo las consecuencias venideras? Todos hemos estado en esa posición. Y por supuesto, esto no significa nada bueno para lo que se aproxima.
Chaeyoung había estado en constante comunicación con Tzuyu, la cual le había informado que faltaban solo un par de días para su llegada de visita a Corea. Sinceramente, ella no sabía qué era lo que tenía en mente la taiwanesa hacer, pero suponía que era realmente importante. Y como siempre prometió estar en los buenos y malos momentos para su mejor amiga, saber que quizás esto significaba algo bueno le generaba entusiasmo en medio de todo lo malo que pudiera estar sintiendo.
Mina había optado por la posición de permanecer neutral y en silencio. Algunas veces conversaba con Wendy o Jihyo, pero a la vez sonreír y susurrar un "estoy bien" se había convertido en su salida fácil. Tenía muchas dudas, dudas que la hacían pensar en si iba en el camino correcto o no. Sabía que siempre habrían malas rachas, pero no sabía si sería lo suficientemente fuerte para soportarlo y salir de eso.
Cuando llegamos al punto de cuestionarnos ese tipo de cosas, es porque tal vez algo malo se avecine. Pero he dicho tal vez, no todo puede ser malo, ¿verdad?
Chaeyoung se encontraba en ese momento almorzando completamente sola en su oficina. Había comprado algo rápidamente y decidió tomarlo allí mientras estaba totalmente cabizbaja. Describiría su estado emocional y físico como agotado, tomando en cuenta lo mucho que sobrepensaba las cosas sobre Mina, y también el estrés del trabajo y la rutina. Amaba a Myoui Mina, de verdad lo hacía, y estaba completamente segura de que lo haría hasta el fin de sus días. También sabía que ella la amaba, que el amor en su relación siempre había sido mutuo y que ambas se encontraban en la misma línea. Ni más, ni menos.
Pero si era así, ¿por qué todo se sentía tan extraño últimamente? Quiso tirarle la responsabilidad a lo estresantes que eran sus vidas individualmente. O tal vez a la falta de tiempo para salir de la rutina. Ya no eran aquellas adolescentes que podían escaparse en las tardes y pasar horas en una heladería comiendo helado de fresas, pero sabía que ese mismo amor seguía ardiendo. No podía imaginar su vida sin Mina, o al menos no podía imaginar una vida feliz sin ella a su lado.
