𝕋𝕨𝕠 𝕎𝕠𝕣𝕝𝕕𝕤 𝔹𝕦𝕣𝕟𝕚𝕟𝕘 | 𝕄𝕚𝕔𝕙𝕒𝕖𝕟𝕘

Capítulo 4

Podría intentar decirles que la mañana de Mina y Chaeyoung tuvo un buen inicio y que sólo la ligereza y la tranquilidad estuvieron presentes entre éstas justo antes de iniciar su día, pero estoy segura de que no fue así. Lo mejor es comenzar esto con la mayor honestidad posible, así que sólo les diré que poco a poco el desastre comenzaba a desatarse alrededor.

Estaban siendo días de sumo estrés, complicaciones y algunos malos entendidos para ambas. Comenzando por el hecho de que ya faltaba poco para aquel recital que estaba próximo a presentarse por parte de Mina, y por toda la responsabilidad que había caído sobre Chaeyoung con todo lo de la nueva inauguración.

Últimamente todo parecía salirse más de control de lo que estas personas estaban acostumbradas. Siempre habían momentos difíciles repletos de cansancio y malas energías entre Mina y Chaeyoung, eso era innegable, pues recuerden que la vida real no es un cuento de hadas. Pero esta vez todas esas situaciones que antes parecían poder superar con rapidez estaban tornándose más pesadas.

Tal vez ya comiencen a frustrarse y se pregunten un porqué; y la verdad es que ni yo misma lo sé. Pero supongo que si nos tomamos el tiempo de analizar ciertas situaciones crecientes, llegaremos a la conclusión de que tal hecho acontecía debido a que una de ellas estaba escuchando las palabras de la persona menos correspondiente.

¿No sabían ustedes que las palabras provenientes de la persona incorrecta son capaces de hacerte dudar de eso por lo que tanto luchaste? Quizás si Chaeyoung supiese eso tomaría distancia de tal persona, pero no lo hizo ni lo haría, siendo éste su primer error y, posiblemente, el inicio de los problemas e inseguridades.

Justo en ese momento Chaeyoung estaba terminando el diseño que presentaría en aquella exposición en tan sólo un par de días. Tenía los lentes puestos y la vista fija en cada movimiento del sensor sobre uno de los logos que estaba finalizando. Fue tomada por sorpresa al sentir un par de manos sobre sus hombros, esto la hizo sobresaltarse un poco.

Un perfume que ya se estaba haciendo bastante conocido para ella invadió sus fosas nasales.

—Disculpa, ¿te he tomado por sorpresa?

—No te preocupes, Nancy —volvió su concentración al monitor ignorando las manos que seguían en sus hombros.

—Eso está quedando increíble —se acercó más para ver—. ¿Cómo eres tan buena en esto? Eres muy creativa, Chaeyoung.

—Supongo que me esforcé cuando estaba estudiando esto.

—Estoy segura que es algo que se te da naturalmente —comenzó a mover las manos sobre sus hombros—. Sé que serás de gran ayuda para los nuevos trabajadores de la sucursal.

—Gracias.

—¿Estás bien? ¿No quieres hablar? Te noto un poco malhumorada —tomó distancia y se sentó en el escritorio, como se estaba haciendo costumbre.

—No es nada.

Nancy se acercó más y giró su rostro lentamente. Chaeyoung la miró con el ceño fruncido.

—Chaeyoung, más que ser tu compañera de trabajo, también soy tu amiga —le quitó los lentes con suavidad—. O al menos eso pretendo ser, si tú me lo permites, por supuesto.

—Eres una buena amiga —sonrió—. Gracias por preocuparte.

—Puedo ser más que una buena amiga para ti —sonrió—. Me preocupo porque me importas, Chaeyoung —se acercó un poco más—. ¿Te gustaría hablar conmigo al respecto?

—No es nada grave, Nancy —suspiró—. No te preocupes.

—Sea grave o no, quiero escucharte e intentar ayudarte, si tú me lo permites, claro está.