|Secuela de Two Worlds Collide|
Myoui Mina y Son Chaeyoung habían logrado liberarse de aquellas ataduras que por tantos años las mantuvieron atadas en el pasado. Ya no eran aquellas adolescentes desesperanzadas e inseguras, ahora eran dos mujeres qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con prisa y desespero Mina abandonó el interior de su auto para entrar en el hospital. Había recibido una llamada del padre de Chaeyoung contándole todo lo que había sucedido, así que salió lo más rápido que pudo para ir y ver cómo iba todo. Se sentía preocupada, demasiado preocupada diría yo.
¿Jeong teniendo una recaída? Decir que se sentía en shock quedaba realmente corto. Nunca había pensado que su cuñado pudiese caer de nuevo en aquella adicción que tanto lo afectó en su adolescencia. Habían sido tiempos duros para la familia Son, especialmente para Chaeyoung que fue una de las más afectadas cuando aquello estaba aconteciendo. Y por supuesto, ella también se incluía en el paquete, ya que sería imposible olvidar todas las veces que sufrió junto a su novia por esto.
Entró por aquellas enormes puertas de la sala de emergencias, encontrándose instantáneamente con sus suegros y Eunji. Mina pensó por un momento que Chaeyoung estaría allí también, pero supuso que aún seguía en el trabajo y quizás venía en camino.
—¡Mina! —exclamó el hombre mayor al verla.
—¿Cómo está él? ¿Qué sucedió? —preguntó ella con preocupación.
—Está muy mal, no sabemos nada —respondió con su mismo semblante.
Mina suspiró sintiendo de todo, menos algún alivio. No saber nada solo empeoraba su ansiedad y preocupación, peor cuando estar en ese sitio le traía tan malos recuerdos.
—¿Estás bien, Mina? —preguntó la madre de Chaeyoung.
—Claro, creí que Chaeyoung estaría aquí también.
—Yo la llamé —manifestó Eunji—, pero ella colgó de inmediato. Quizás viene en camino, no lo sé.
—¿Qué fue lo que sucedió? —Le preguntó Mina.
—Él estaba solo en casa, yo estaba en el trabajo. Cuando llegué, lo encontré inconsciente tirado sobre el piso, estaba convulsionando y... —contó, quedando su relato a la mitad por su llanto.
—Él estará bien —susurró Mina abrazandola.
—Tuvo una sobredosis de heroína, Mina —sollozó—. Los médicos dicen que pudo haber muerto si hubiese tardado un poco más.
—Pero llegaste a tiempo y no sucedió, ¿verdad? Tenemos que estar agradecidos de eso.
—¿Y si no se pone mejor?
—Él lo hará. Después que esto pase lo ayudaremos a salir de aquello, no estará solo.
La chica asintió calmando levemente su llanto. Mina sacó su celular y tomó un poco de distancia. Quería saber qué había sucedido con Chaeyoung y si, al menos, ella estaba en camino. Decir que no sonó ni siquiera el primer tono sería totalmente innecesario.
[···]
Chaeyoung sostenía con fuerza los bordes de su escritorio, sus brazos temblaban mientras de su boca escapaban suspiros entrecortados. Sus ojos se abrían y se cerraban mientras aún su mente seguía repitiendo aquellas palabras, y tal vez otras que por ese instante no tenían sentido. Sabía lo que estaba sucediendo. Sí, estaba en shock. Intentó respirar profundo y enderezar su postura. Sus manos, aún temblorosas, buscaron en su bolsillo las llaves de su auto. Se desesperó al no encontrarlas con la rapidez deseada, su mirada siguiendo cristalizada y perdida en las paredes de aquella oficina.
