Bajarse del barco, darse un baño y poder estar en sus aposentos a solas era un sentimiento maravilloso después de cuatro días en el mar.
La castaña salió en busca de su dragón después de comer junto a su familia. Lo había extrañado demasiado. Hacía cuatro años que no se había separado de él ni un solo día.
—Vermithor—Lo saludó en cuánto lo vio, recibiendo un gruñido leve por su parte. Aelinor estiró la mano y el dragón se acercó para que lo tocara. Se extrañaban ambos.—Te extrañé.
Subió a él y comenzó a dar un pequeño vuelo para despejarse, al igual que sus hermanos. Arrax llevaba a Luke y a Rhaena, que ahora parecían más que inseparables, pues su compromiso los avalaba.
—No sabía que podía extrañar tanto a Vermax—le gritó su hermano mayor desde su dragón, volando a unos metros de distancia. Aelinor sonrió y acarició a Vermithor.
—Fue una tortura estar tantos días en el mar, cuando estamos acostumbrados al cielo—siguió. Escuchó a Jace reír y lo vio asentir con la cabeza.
Le habló a Vermithor y pronto empezó a volar con más rapidez y más altura. Aelinor amaba la sensación de tanto viento en su cabello, de la adrenalina de estar a tantos metros de altura solo con la confianza hacia tu dragón.
No confiaba en nadie tanto como confiaba con su madre y en su dragón.
Al poco tiempo, el gruñido feroz de un dragón los hizo mirar en su dirección, con los dragones poniéndose a la defensiva, -especialmente Vermithor, al ser un dragón más viejo y ser tan protector con su jinete-, quienes gruñeron de vuelta.
—Lykirī, Vermithor.—Lo calmó cuando lo escuchó gruñir con fuerza.
Meleys salio de un par de nubes y Aelinor sonrió al verla, tan hermosa como podía ser. De la misma manera, se alegró al divisar a su abuela en el lomo de ésta. La siguieron para el aterrizaje, bajando a los pocos segundos, dándoles tiempo a los dragones para que no creyeran qué era una amenaza.
—Lykirī, Vermithor—volvió a decirle cuando bajo, pues a su lado estaba Meleys, que también era bastante protectora y feroz. Corrió hacia el castillo, escuchando los pasos de sus hermanos por detrás.—Abuela
La recibió con un abrazo fuerte, a lo que la princesa sonrió levemente, sabiendo que no traía buenas noticias. Después de ella, el abrazo de Jacaerys, Luke y Rhaena no se hizo esperar.
Joffrey se encontraba estudiando con el maestre, pues ya no faltaba mucho para que iniciará a entrenar también.
—Necesito hablar con su madre a solas—les hablo a sus nietos, quienes asintieron y se fueron hacia el pasillo que llevaba a sus habitaciones. Escucharon a un soldado ir con su madre a solicitar la audiencia de la princesa Rhaenys.
No sabían que también habían llamado a Daemon, hasta que lo vieron pasar por el pasillo y entrar al salón.
—No parecen buenas noticias.—anunció Aelinor mirando a sus hermanos—La abuela nunca viene a Dragonstone.
—¿Creen que sea por el abuelo?—preguntó Luke y en su mirada se notó el miedo—El señor de las mareas va a morir, ¿no?.
Ninguno contestó a su pregunta. La sola idea de perder al abuelo era desagradable, aunque era posible.
—No quiero Driftmark—dijo Lucerys, haciendo qué todos lo miraran.—El abuelo es el más grande marinero y yo me mareo en el barco apenas se mueve.
—Luke—lo miró su hermana, con ternura y le sonrió levemente—Es tu derecho. El abuelo quiere que tú seas el próximo señor de las mareas.
—Nadie está listo para la responsabilidad, Luke.—siguió Jacaerys—El hecho de que seré rey después de madre me da terror, pero no elegimos ser los herederos. Tenemos que hacerlo, es nuestro deber.
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Aelinor Velaryon.
FanfictionAelinor Velaryon, la primera hija mujer de Rhaenyra Targaryen y Laenor Velaryon, pasa de la niña dulce y tierna a "la nueva delicia del reino", cosa que su tío Aemond Targaryen no pasa desapercibida. Pero, ¿qué es ese sentimiento que tienen desde n...