Capítulo 40: Jaaz

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—no veo nada raro, solo toma tus vitaminas, tal como te dijeron no hay daño permanente, no hay nada de que preocuparse, cuando estén listos pueden intentarlo de nuevo, no te mortifiques demasiado tiempo, ni te mortifiques demasiado, sabes que el primer embarazo tiene una taza muy alta de aborto espontáneo.

—Lo sé — jaaz arreglo su ropa, por suerte romina hizo visitas constantes a su casa, era mucho más fácil ya que no había sanado más que nada, del trauma.

—¿y el padre? —romina se cruzó de piernas en el sillón. Por temas de trabajo y tiempo, es quien menos hizo preguntas, ahora que por fin estaba solos, quería saber todo.

—¿Carlyle? No sé nada de él.

—jaaz, esto lo digo como tu amiga y más que nada con la confianza por los años que nos conocemos. —la nana de jaaz les entregó un café.

—nana sabe todo, tranquila. —agregó jaaz.

—Lo se, tranquilo, lo que quiero decir es que, así como tu fuiste víctima de tu familia, el también cayó en las garras de ellas.

—eso lo se, pero escuchar una explicación... Solo cinco minutos pudieron cambiar todo, eso no se le niega a nadie.

—sabes que yo creo que ese chico es tan inexperto como tu en el amor, deben comprender que es la confianza, que es conocer a tu pareja, creo que estaba destrozado, lo vi en el hospital jaaz, ese hombre parecía que había bajado 20 kilos desde que lo vi la primera vez, se iba a desmoronar, además es muy difícil ver a un alfa como el llorar desconsolado...

—él llora muy seguido... Se comporta como un bebé...

—pero ese no es el Carlyle que todos conocíamos en sociedad... Es el Carlyle que está enamorado de ti.

Jaaz volvió solo una vez más a la universidad, como cada día Carlyle lo espero en la entrada, ya la mayor parte de la universidad había asumido que terminaron, los comentarios fueron crueles y tajante, más cuando corrió la voz de alguien que vio a la jaaz congelar su año universitario.

—¿podemos hablar? —preguntó con inseguridad el alfa a una distancia dolorosamente grande. —por favor.

Jaaz asintió y caminaron hacia un café cercano.

—¿y la cafetería?

—sigue funcionando bien, antu hace un excelente trabajo.

—Es bueno... La extraño, no la he visto hace mucho.

—¿tu como te encuentras?

—estoy bien, pero de volver rápido, papano sabe que salí y tengo reposo absoluto por al menos dos semanas más.

—¿hay alguna forma de que me perdones? ¿Podemos recuperar lo nuestro?

Jaaz levantó la mirada, sus manos apretaron la ropa en el borde debajo de la mesa.

—de toda nuestra relación, ¿qué era verdad? Tengo la mente revuelta desde antes de todo esto, lunelile que me conocía mejor que nadie y Carlyle que a la primera oportunidad le creyó a alguien que me quería muerto, incluso esa persona que invento una relación contigo para separarnos. Tu mamá me visitó en el hospital, tu mamá rocío, me contó sobre las fotos y la fiesta sorpresa. Al principio no entendía, pero me sorprendió que quisiera pedirme matrimonio si pensabas que me iría con alguien que me quiso atropellar porque tenía a alguien más.

—solo de pensar que alguien más te toco aparte de mi... Me cegó, pensé que al final me habías traicionado.

—nunca toque a nadie aparte de ti, ni siquiera a mi novio de tres años, porque cuando por fin estoy bien con alguien, tranquilo y feliz hasta perdonar que me mintiera, iba a irme con alguien más...

jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora