Capítulo 3: Un Hombre Sin Un Rostro

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Carlyle se dejó caer en el sofá y cubrió tembloroso su rostro. La emoción emana por sus poros desde que lo vio entrar por aquella puerta. Hasta ahora lo había observado desde la distancia, cruzándose algunas veces en la universidad y mirando de reojo desde el estacionamiento cuando las clases en la  universidad terminaban.

Miré el reloj, no sabía qué clases tenía a esa hora. Reviso el horario que traía en su teléfono, el que le envió jaaz. El omega no le había dicho aún con que había  llenado esas horas los días jueves en la tarde.

Vio su ventana de chat, jaaz estaba en línea y no quería parecer desesperado pero lo estaba, había pensado en diez formas diferentes de tomarlo por la cintura y besar esos labios tan tentadores.

Quería decirle, decirle que desde los 7 años que quiere los “besitos” que le ofreció. Que tiene herido todo el cuerpo, de esa manera quizás le ofrece besitos de nuevo. Puede besarlo, besarle cada rincón del cuerpo si quiere porque ese alfa, es completamente de aquel omega.

—Le entregue un horario y su uniforme a jaaz, qué chico tan bonito.

—tú no lo mires, está prohibido.

La mujer que venía con una planilla en la mano, lo miró con enojo.

—no lo sobrecargues de trabajo, qué estudie lo suficiente, también deben hacer que se sienta cómodo, que no salga muy tarde aunque yo estaré aquí no puedo quedarme con ustedes todo el tiempo.

—ya, ya, alto, jefe ¿de qué hablas? No es mucho favoritismo para un chico que acaba de conocer.

—cuando nos casemos este será su café.

—woooo… Alto ahí semental, ¿él es? La persona por la que hiciste el café, osea no era una chica.

—¿una mujer? No, nunca dije que fuera una mujer. Jaaz…

—no quiero ser entrometida pero él parece no tener idea de quien eres y además… ay, lile, yo creo que la jodi…

Antu se sentó y apretó su planilla.

—no me aclaraste nada, yo le dije que estabas muy enamorado de una mujer que incluso le hiciste un café…

—¿por qué chismeas sobre mi vida personal? Además quien te dijo todo eso.

—las mujeres de tu universidad, todos tienen una teoría de porque un tipo rico como tu tiene un café aquí, osea, no lo necesitas, entonces comenzaron a decir que es porque te gusta alguien que viene al café, que era un regalo, que era una chica.

—¿qué dijo él?

Apretó su mano.

—no te conocía, dijo que eres el amigo de su compañero de juego en línea.

—yo soy el compañero de su juego en línea.

—¿no es ilegal de alguna manera? Piensas conquistarlo, que pasará cuando sepa sobre todo esto.

—solo quiero ayudarlo, su familia, ellos lo detestan, lo dejaron solo y no quiere tener nada que ver con ellos, además no puedo llegar y presentarme como alguien que está enamorado de él.

—oh, por favor, jefe, eres el sueño de todos los omegas, seguro si le dices que salgan aceptará.

No, antu se equivocaba. La parte difícil de conquistarlo radica en la principal razón por la que se decidió a abandonar la casa principal.

Jaaz soporto durante mucho tiempo vivir en esa casa, el punto de inflexión que lo llevo a dejar todo fue cuando su único cable de conexión con la felicidad también pasó a ser parte de las razones por las que odiaba su anterior hogar.

—no es así, él es la clase de chico que ama profundamente, de relaciones serias.

—¿no quieres una relación seria? Acabas de decir que se va a casar, si no crees que puede enamorarse de ti creo que tienes una visión rara del mundo.

—él está enamorado de alguien más…

Antu abrió y cerró los labios pero por la expresión del dueño, no pudo decir nada más.

Chat lastmythical

—Cariño, me dijeron que te quedaras con él trabajo.

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Carlyle espero una respuesta, jaaz leyó su mensaje pero no respondió.

El omega miró su chat, ahora se sentía extraño. Su jefe tenía una extraña cercanía agradable.

—¿qué hace mi niño bonito solo aquí?

Jaaz miró hacia el cielo, cegado por la luz del brillante cielo y el cabello cafe reluciente de su amiga.

—Estoy pensando en hombres, grandes, pequeños, guapos y feos, malos y tontos.

—son las cinco jaaz, es muy temprano para estar pensando en esas cosas tan terribles. —lira se rió y se sentó a su lado. —¿qué paso? ¿Te encontraste con aquel idiota otra vez?

—no, lo bloquee y después de bloquear como 5 números, dejó de contactarme, tampoco me lo he topado en la uni.

—¿entonces? Amorcito corazón, no debes preocuparte por más hombres.

—creo que estuve alucinando durante toda mi entrevista de trabajo. —se avergonzó tanto de decirlo que tapó su rostro con las palmas. —me vi como un tonto, estaba actuando como un idiota frente a mi nuevo jefe y después me hice el interesante para evadir mis nervios y fue más tonto.

—¿por qué? Pensé que tu amigo de batalla te había recomendado, si te trataron mal podemos ir y quebrar los vidrios de su cafetería. No se nota—golpeó su pecho —pero tengo alma de pandillera.

—mi jefe es guapísimo, es como una alucinación, y es amigo íntimo de lune que ahora sé que se llama Luther.

—¿Luther? Suena maduro ese nombre incluso en los niños.

—Quiero saber como es él, sé que no debería porque no está bien ilusionarse pero… UfUf, esta lejos, es el hombre más dulce que he conocido y aun no puedo darle un rostro.

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Hace 1 año

Benjamin era la clase de hombre que no juega por ahí, desde muy joven se encapricho en conquistar al único chico que llenaba todos los requisitos de su estándar de pareja perfecta y cuando por fin lo logró, todo fue perfecto.

Jaaz era un chico precioso, estudiaba con dedicación, no salía a fiestas o cambiaba de pareja, su primer y único novio fue Benjamin. Por esto, dicen que las caídas son más duras.

¿Cómo podría un hombre pedir perdón en tales circunstancias?

Jaaz hizo todo bien, porque tendría que perdonar una traición.

...

—no son excusas... —Agarró las manos del omega y las apretó contra su frente. Como el estaba sentado no se atrevía a ver hacia arriba y cruzar miradas heridas con jaaz, no quería verlo. Hasta ahora todo entre ellos siempre fue risas y caricias, planes, un futuro juntos. Un amor de 2 años es algo que debes cuidar si lo quieres mantener porque hay fragilidad, aun no llegan al punto de estar 100% seguros y no necesitan atarse para siempre y ya pasaron la barrera temporal de decir que los errores pasan.

—Benjamin—dijo con suavidad, ya ni siquiera tenía ganas de llorar —si yo no puedo confiar en ti ¿en quien lo haría? Ya lo viste, a mi madrastra y mi padre no les importo que me traiciones con melody, a melody no le importo mi relación contigo, a ti no te preocupo mientras me traiciona as las consecuencias...

—no estaba en mis cabales, yo estaba ebrio, ella se acercó...

—esos son excusas, lo mismo que te pasa a ti puede pasarme a mi pero siempre pienso en ti antes que en todo lo demás, antes de todos estas tu pero para ti solo estas tu, incluso ahora, me pides perdón porque tu quieres estar bien pero yo estaré mal, ahora mismo lo estoy, cada instante contigo es solo sufrimiento en este momento y no sé si algún día pueda perdonarte.

jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora