Capítulo 22: Momento

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Carlyle despertó y ya estaba solo en la habitación de invitados, había dormido tan bien.

Era temprano, normalmente la gente con resaca despierta mal y cansado pero hoy el alfa estaba muy bien, su cuerpo tenía la feromona de jaaz y eso era suficiente para volver a dormir.

Mientras tenía esta plenitud en la mente noto la ausencia, se levantó bastante alerta, todo parecía haberse desestabilizado, camino por los pasillos, bajo al primer piso y entonces los escucho.

—¡no y eso no es todo! Camino con la caja, dejando un camino de cachorros, cuando llego a la puerta principal tenía solo una caja con la frazada, tuvimos que salir a buscar a los perritos y por suerte los encontramos todos.

—era un niño muy bonito, siempre fue más suave que los demás  pero en algún momento se volvió más suave.

—¡uh, uh! Si, yo lo recuerdo, ahora que veo las fotos lo recordé, no fui muy a menudo a las fiestas pero lo recuerdo, estuve con él, nunca olvido una cara...

—¿cuándo eran niños? —rocío afirmó los codos en la mesa isla.

—siii, no recuerdo que sucedió porque fue hace mucho tiempo, no recuerdo que edad tenía...

—tú tenías 7 y yo tenía 11...—Carlyle se introdujo suavemente en la conversación, jaaz traía ese pijama azul de seda gigante, el cabello desordenado y ondulado, con ese aroma suave a sus feromonas mezcladas. —me dijo que todo se solucionaba con unos besos.

—¿él te ofreció a ti? No te creo, tu eres el más coqueto aquí.

Camelia respondió pero escucho la risa de jaaz y los tres lo miraron.

—no, no, si era yooo—apenas podía hablar por estar riéndose. —mi nana me crió y ella es muy abuela, en aquella época, bueno, aun lo hace, pero en ese entonces me besaba las mejillas cuando me caía o estaba herido, o triste, entonces yo pensaba que cualquier cosa se solucionaba con besos.

—¿se quedan a comer? —Carlyle no respondió solo estaba mirando a jaaz, seguía ahí, no se había ido, repentinamente los temores  desaparecieron,  sus piernas tendían a sentirse débiles.

El alfa afirmó su mano en el respaldo del sofá y se sentó. Tampoco podían pasar todo lo sucedido por alto.

—tengo que ir al café a las 9...

—uf, no, hoy tomemos el día libre. —jaaz lo vio y asintió, el ambiente tenso que rocío no entendió, ya que camelia tuvo que sacarla con excusas de ahí.

—vamos a ir a dejar algo a la oficina, pasaremos a buscar la comida, y el resto lo hará yessi.

—¿se van?

Ambas pasaron al costado de su hijo, camelia se agachó sobre el hombro de su hijo como si fuera a despedirse.

—pobre cachorro borracho... Yessi fue a comprar algunas cosas pero jaaz hizo hotcake, come, aprovecha, quizás sea la última vez —chasqueo la lengua y negó con la cabeza.

—ya, no molestes al infiel, dejalo qué solucione sus problemas...

Quedaron solos, Carlyle camino detrás de la cocina  afirmó los codos en la mesa para sentarse.

—siento lo de anoche y lo de la madrugada...

—...

Jaaz lo miró fijo durante varios segundos.

—no es que desconfiara de ti, incluso dalton me lo dijo pero ellos siempre están haciéndote cosas, no me aceptaste la invitación y pensé que té harían algo... Además de que igual tenía curiosidad...

jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora