Capítulo 16: Una Cosa Lleva A La Otra

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Carlyle recostado sobre el sillón del copiloto miraba a jaaz con una expresión solemne, las mejillas sonrojadas y ese calor en la boca del estómago.

Jaaz estaba concentrado pero a la vez distraído y aunque su mente divago varias veces en la idea de hablar sobre el beso antes o después, el primero en hablar fue Carlyle.

—¿Es porque estas enamorado? ¿Aún te gusta tu ex o hay alguien más?

—aun no he dicho nada, así que no saquemos conclusiones.

—¿te molesto?

—no.

—¿Estás enojado conmigo?

—no.

—¿te gustó?

—...

—¿repetimos?

—Carlyle... ¿Te gustó? Como te va a gustar alguien lleno de problemas que solo es una carga para ti.

—eres el único que cree que es una carga.

Jaaz lo miró por fin, parecía más rojo que antes, se notaba un poco ido.

—¿puedo darte otro beso? —preguntó, agarró su mano que estaba en el volante y la llevó a su rostro acariciando su mejilla contra el dorso. —¿no puedes elegirme a mi?

—actuando lindo...

—¿Crees que soy lindo?

Jaaz ante la pregunta forcejeo un poco, Carlyle lo atrajo hacia el con un poco más de fuerza lo que ya es suficiente para mover todo el cuerpo del pequeño omega. Agarró entre sus palmas a jaaz, acercando su nariz al oído del omega y susurro algo que jaaz no comprendió.

Se encogió de hombros sintiendo el aliento cálido del alfa, como ese aliento acarició su oreja, cuello, como se deslizó por la piel.

—¿en verdad piensas que soy lindo? Creo que me voy a desmayar, me siento muy mareado...

El menor se apartó, trato de ver con poca luz las expresiones de Carlyle.

—tengo mucho calor. —paso su nariz por el borde de los labios, jaaz se encogió y acarició sobre los labios de Carlyle os suyos. Por supuesto Carlyle no perdió oportunidad, primero lo beso suavemente y luego con una mano en su nuca, profundizó en la boca de jaaz.

El beso fue dulce, intenso pero tan agradable, como dos piezas que encajan perfectamente. Los malestares y escalofríos en el cuerpo del alfa se detuvieron a los segundos pero algo los reemplazo. Esa sensación de hormigueo en su garganta y las ganas de llegar más allá de los besos con el omega. De saborear sus labios pero también recorrer toda su piel con los labios.

Sus dos manos bajaron lentamente, acarició sus hombros y su espalda, bajo por la cintura y agarró las caderas con un poco de fuerza.

El alfa es inexperto pero es algo casi instintivo sentir esas ansias, se detuvo en medio del beso.

—necesito dormir, tomar medicamento y dormir. —jaaz asintió, evitó mirar entre ambos porque al parecer en el deseo del alfa y su poco tacto con la realidad en ese momento, el fue el unció que noto toda la excitacion.

—vamos, te llevaré a mi casa, ahí puedes...

—dejame en mi casa, te daré mi dirección... —interrumpió al menor que ahora ya estaba poniendo el cinturón de seguridad del mayor.

Carlyle puede ver que jaaz tiene cero instinto de sobrevivencia.

—¿no te sentirás solo? Estás enfermo, no hay nada peor que estar enfermo y solo, ese apartamento tiene muchos cuartos, todos amoblados.

—¿me llamaras cuando estés enfermo para cuidarte?

—si, si ahora me haces caso y tomas la medicina y duermes.

—¿puedo dormir en tu cama? Quiero oler tus feromonas porque me hacen sentir bien.

—para ser un paciente tienes muchas exigencias... — diciendo esto escucho como rogó una vez más el alfa. —si, si, si puedes, pero tomaras la medicina y dormirás.

Jaaz condujo hasta la farmacia en el camino ocultando que esa frase sobre sus feromonas es muy íntima incluso un poco invasiva si no son pareja, ya era tarde y las calles estaban bastante animadas, mientras dejaba las compras en el auto una llamada entro, Carlyle dormía profundamente con un vaho caliente saliendo de sus labios. En Cúa to el omega respondió el celular, la vocina conecto con el alta voz del auto.

—Cariño, mamá pregunta si tomaste medicina. —la voz de una mujer sonó.

—hola, Carlyle... El está durmiendo, soy jaaz...

—¿jaaz?¿el jaaz de Carlyle? Rocío, amor, ven, es jaaz.

La mujer sonó repentinamente contenta, otra persona saludo y se unió a la conversación, jaaz se puso tímido de repente con la pregunta de la madre de Carlyle.

—Cariño, eres jaaz, tenemos muchas ganas de conocerte, puedes cuidar al retoño, nosotras iremos mañana a verlo.

—claro, yo... Em... Yo ahora lo llevaré a mi casa, dormirá ahí esta noche, tiene fiebre y un poco de tos, pase a la farmacia...

—qué bonito eres, les llevaré comida mañana...

—Es el apartamento en la salida norte que pertenece a Carlyle, lo siento, el me rento y...

—si cariño, lo sabemos, puedes llamarnos si necesitas algo, incluso si no es para lyle.

Jaaz no supo porque le sonó algo en el cerebro con el nombre de "lyle" lo dejo pasar o en - pausa mientras proceso todo.

Las mujeres se despidieron y jaaz fue a casa.

Con dificultad despertó a Carlyle, el alfa obedeció y se salió del auto, obedeció todo lo que él omega le dijo, se acostó y limpio mientras jaaz preparo comida ligera para darle los medicamentos.

—termina tu tarea aquí, no me dejes solo...

—¿eres un bebé?

—Lo soy si eso hace que te quedes aquí.

—de todas maneras me quedaré, no dejaré un paciente solo.

Jaaz salió del cuarto y busco su laptop, luego se fue a duchar al cuarto de al lado y volvió pero se sorprendió al notar que obedientemente el alfa comió y bebió la medicina, cambió el parche frío de su frente y se acurrucó en su cama.

Hace mucho tiempo jaaz no comparte un espacio con alguien, incluso en casa de su madre siempre estaba solo y ni hablar de la casa donde vivió toda su vida.

Comprobó varias veces la fiebre de Carlyle, bajo paulatinamente durante las horas siguientes y jaaz se relajo.

Le escribio a lunelile varias veces sin respuesta, esto se venía repitiendo durante semanas, había hablado más con Carlyle y se habían acercado hasta el punto de hoy besarse, miró al alfa dormido sintiendo algo de culpa, el suele pensar más que nada en lunelile y ahora su mente está llena de Carlyle, incluso quería contarle sobre Carlyle a su amigo de juego que era quien lo frenaba de dar un paso en cualquier dirección.

Ese grado de intimidad solo lo tenía con lunelile pero ahora pone en duda todo lo que pasaron antes, ya ni siquiera está en la sala de juegos los fines de semana, en cambio, Carlyle llena los fines de semana de juegos, películas, comidas y visitas.


jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora