jaaz

Capítulo 37: Oscuridad

Carlyle apareció en casa de jaaz, no habían luces, el aroma del omega permaneció siempre. Reviso sus cosas, una por una, no había indicios de otra feromona así que no parecía haber tenido alguna vez a alguien más ahí.

¿Por qué? ¿Acaso nunca iba a ser la persona de jaaz quisiera? Lo espero y lo busco, durante años.

Las fotografías eran bastante cómodas, se podía reconocer a jaaz de espaldas, a jaaz en la cama, a jaaz con alguien más.

No quiso creer en lo que vio, pensó en un error o algo del pasado pero la ropa que llevaba se la había comprado él.

Su teléfono recibió múltiples llamadas los últimos días, lo tuvo apagado desde el sábado por casi tres días, aunque espero que en algún momento en vez de una llamada, jaaz diera directamente una explicación y eso no pasó. No fue a clases, no fue al café, no salió de su apartamento ni abrió a nadie.

Ese día martes, por la noche, recibió la última llamada, había bebido un poco de  alcohol y estaba bastante molesto, no sabía si el odio era hacia jaaz o era hacia el mismo por tener esos horribles pensamientos en este momento.

Dejo sonar el aparato por mucho tiempo,  contesto bastante cabreado, haciendo rodar el alcohol en su vaso escuchando el tintineo del hielo en el fondo del cristal.

—¿si?

—¿lyle? — Carlyle escucho la voz temblorosa de jaaz. Una voz hecha susurro que apenas se oía a través del auricular.

El alfa sonrió algo desorientado, su voz también se quebró.

—¿soy un juego para ti? ¿Una broma? El idiota que te persigue haciendo todo para que no tengas ningún problema¡si no me amabas debiste decirlo! Te amo como para no obligarte a estar conmigo.

—... Alfa... Por favor, escuchame...

—ya no te quiero escuchar... —lanzó el teléfono contra la pared y se abrió separando ambas partes.

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Para Carlyle eso termino.

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Benjamin siguió las indicaciones de la dirección enviada por su padre, como dijo, le envío gente pero envío a muchas más personas, envío a la fiscalia.

La familia de benjamín pertenecía a una rama política de muchos años, ellos trabajaban tanto en la superficie como en la oscuridad, pero siempre tuvieron alguien como un protegido.

Jaaz había hecho muchas cosas silenciosas por su hijo, los saco del mundo en el que él hijo mayor se había filtrado y lo llevó a soñar con otras cosas, lo mantuvo limpio y también cuido de él como parte de su familia.

No necesitas hacer todo en base a sustentos económicos, de eso benjamín gozaba de nacimiento. Lo que hizo por benjamín el omega fue mantenerlo solo en la superficie.

Cuando oyó lo que su hijo le decía no se sorprendió, la familia de jaaz era una basura, incluso ellos que pertenecen a mundos tan distintos, aprecian a sus familiares como lo más valioso.

Llegaron a una casa bonita, algo descuidada pero que se notaba tenía antiguos años de gloria, y no es algo de extrañar, la familia materna de jaaz tuvo años muy buenos, pero la segunda generación derrocho todo.

Los hombres de benjamín no hicieron al arde ni uso de la fuerza desmedida, con todo y fiscalia, rodearon el lugar y se presentaron en la puerta principal.

No había muchos hombres, estaba la anciana bebiendo dentro, dos hombres armados en la puerta que ni idea de donde sacó y un hombre haciendo guardia en una puerta en el fondo. Los hombres de benjamín empujaron y redujeron a los hombres armados y vieron a la mujer romper y tirar cosas. El fiscal leyó sus derechos mientras un policía la sostuvo para que deje de patalear. Lira y benjamín corrieron por la casa hasta dar con la puerta que estaba resguardada, el sujeto que solo se veía fortachon pero les dejo pasar libremente, fue reducido en el suelo y esposado. Los hombres de benjamín los siguieron, para que decirlo en detalle.