Capítulo 38: Juego Frío

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Carlyle se oculto en el lugar más doloroso que su cabeza le permitió pensar.

Escucho un fuerte golpe en la puerta, casi como si la hubieran derribado, el aroma a mar se inoregno rápidamente con la brisa del invierno que ya estaba ahí.

Se sentó en la cama, la resaca le dio un golpe tan doloroso que tuvo que sostener su frente y apretar su sien.

—levántate... —dijo camelia con voz neutra. —¡qué te levantes!

Carlyle miró a su madre con sorpresa, rocío estaba a brazos cruzados, no lo vio y parecía haber estado llorando.

—¿qué sucede? ¿Qué es esta intervención?

Quiso sonar gracioso pero las mujeres no cambiaron ni un poco su expresión.

—¿tienes tu teléfono? ¿Dónde está?

—no lo sé, lo destruí. ¿Qué?

—¿has recibido alguna llamada interesante? Digo, para destruir el teléfono tiene que haber sido una llamada que te hizo enojar bastante.

—Dejenme en paz por favor, no quiero hablar de eso. —agarró la sábana y quiso acostarse de nuevo, su mamá agarro esa camisa arrugada con la que estaba acostado.

—respondeme Carlyle, ¿qué llamada recibiste?

—eso ya no importa... ¡Ya suéltame!

Apartó a su madre pero la mujer no se movió, empuño su mano y por primera vez en su vida, como si fuera un alfa extraño, le dio un puñetazo.

—en otra situación me dolería más a mi que a ti.

Rocío suspiro, camino y vio a su esposa  e hijo.

—¿te llamo jaaz durante estos días?

—¿a quien le importa jaaz? Eso se pudrió, ya fue.

Rocío agarro a su esposa antes de que le diera el otro puñetazo, Carlyle limpio con el dorso de su mano el hilo de sangre que corría por su barbilla. Ambas mujeres son alfas así que están casi en igualdad de fuerzas entre los tres.

—jaaz esta hospitalizado... Te llamo hace 4 días y pudiste ahorrarle dos de los 5 horribles días que su familia lo maltrato...

—¿de qué mierda hablan?

—Lo que escuchaste, a jaaz su abuela se lo llevo del departamento el día de la fiesta de compromiso, lo tuvo todos esos días encerrado...

—¿y eso qué? No cambia en nada las cosas, el escogió a yoahn.

—¿no escuchaste? Lo secuestraron Carlyle, él no estuvo con ningún yoahn, no evitó tu cita, no te traiciono.—Rocío es quien dio a luz a Carlyle, ella siempre ha sido más sensible con él, sin embargo esto es algo que ella no puede ignorar.

Nadie había contactado con ellas porque si bien, no tenían algo que hacer con la - separación - de su hijo y jaaz, nadie más tenía forma de contactarla a menos que fuera por medio de Carlyle.

Fue Marcus Dubre quien las contacto, ellos se conocen hace años aunque no sea una relación amistosa más que nada por su situación familiar.

—el único que traicionó lo que tenían fuiste tu, una pareja no debería ser solo en momentos bonitos, también debería estar aunque tengan diferencias o momentos difíciles. ¿Sabias que lo drogaron? Que lo golpearon hasta causarle un sangrado qué lo tiene aún internado en un hospital, sin poder mover su mano izquierda, con los tobillos destrozados.

—¿como iba a saber eso?

—porque te llamo, fuiste la única persona a la que llamo para pedirle que lo saque de ahí...

—estaba con alguien más...

—supongo que tu amiga Melody que cuento aparte, odia a su hermano hasta desearle la muerte, supongo que ella ya te ha contactado... Y suponiendo todo esto, supongo que te dijo que mantuvieron a jaaz drogado, que lo golpearon cuando ya estaba inconsciente...

—¿inconsciente? Lo drogaron... —comenzó a entender un poco la situación, ¿por qué jaaz estaría en la cama con alguien qué intentó tirarle un auto encima?

—¿sabias del embarazo?

Rocío se cubrió la boca, camelia camino dándole la espalda y se cubrió el rostro.

—Te llamo para pedirte ayuda... Y le cortaste... ¡Le cortaste Carlyle! Le cortaste una llamada que no se le niega ni a tus enemigos... Podrías odiarlo todo lo que quisieras, incluso si ambos se odiaban... ¿No pudiste escucharlo? Tu orgullo fue tan fuerte que no le diste oportunidad a la persona que quieres, la que quisiste por 14 años...

Rocío no daba abasto con su enojo, pero más que enojo había mucha rabia, Carlyle aun estaba detenido en esa pregunta.
Se levantó de golpe, tropezó y se sostuvo en la cama jalando con el la sábana y algunas botellas que habían en la mesa de noche.

—¿Quién? ¿Jaaz embarazado? Donde esta, como esta... Y el bebé...

Carlyle las miro, tembloroso y lloroso, el papel de tipo malo nunca le ha quedado, con todo lo que estaba escuchando el dolor lo entumecio, su cuerpo no podía aceptarlo, su mente se negó rotundamente a creer que mientras él lo estaba odiando sin información, jaaz lo único que pudo hacer fue pensar en llamarlo a él para pedir ayuda, y él se la negó.

—¿ahora te importa? —escupió cabreada camelia, por su tono Carlyle se angustio.

—ya no hay bebé, y no creo que haya nada más entre ustedes, vinimos para contarte, porque... Es tan doloroso... No era solo una cosa, o algo reciente, tenía seis semanas...

—¿seis semanas? ¿Lo perdió? ¿Mio?

—¿sigues dudando de él acaso? ¡No escuchaste nada de lo que te dijimos! ¡Te engañaron, te pusieron en su contra! Te hirió en el orgullo, eso fue más fuerte que 14 años de amor.

—es lamentable sabes, él solo paso algunos meses contigo sin embargo te perdono una vez, te llamo primero cuando estaba pasando por lo que debe ser el más traumatico momento de su vida, tu lo quisiste 14 años y una persona asquerosa tardó un mensaje en ponerte en su contra.

—vístete, al menos termina esto bien, sabemos que se acabó pero al menos deberían hablar.

—Es muy difícil que jaaz quiera verlo, ni pensar en perdonarlo—respondió rocío a su mujer.

—yo tengo que hablar con él, lo vamos a solucionar... Es mi omega, nosotros podemos solucionarlo.

—¿tu crees? Una vez nos dijiste que el quería una familia grande, hijos, muchos hijos ¿Crees que olvidara perder a uno en una situación así?

—pero no fue mi culpa, no fue mí culpa, yo tampoco sabía...

jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora