Capítulo 23: Ambiente Cálido

9 4 1
                                    

Entre sus manos sigue siendo grande, Carlyle es mucho más grande que él, acariciarlo se siente como acariciar un golden retriver.

Esa última frase lo estremeció, no solo porque lo dijo sobre sus labios con el aliento caliento y su propia feromona alfa mezclada con la de jaaz, más bien porque parece una súplica más que una declaración y eso, aunque suene muy bonito, es triste.

Fueron muchos días recibiendo cortas respuestas de la persona que le gusta, cada vez la relación se diluyo como si lunelile quisiera distanciarse de él desde que comenzó a trabajar en el café de Carlyle. No piensa mal de Carlyle, pero quizás, entre ellos alguna vez hablaron sobre esto y jaaz no quiere romperle el corazón a nadie.

-¿Quieres algo en serio? No vas a jugar y caer en todo lo que se presente, no me gustan las mentiras, y no es por ser tóxico pero prefiero que me cuenten todo, odio los secretos en una relación, no es como que tenga demasiada experiencia pero sea entre amigos o pareja, tanto secretismo juega en contra y yo... Estoy cansado de los misterios.

Carlyle abrió los ojos lentamente, jaaz pensó que tal vez había hablado de más pero el alfa lo tomo por el lado favorable para él.

¿Esto era aceptación?

Se frotó contra su mejilla y volvió lentamente a los labios, la seda azul se deslizó suavemente entre sus dedos cuando busco el borde acariciando la piel de la cadera. Jaaz no es ignorante sobre las respuestas básicas de la excitacion, también sabe que los alfas dominantes son de alguna manera, calientes, dependientes y muy activos en los aspectos sexuales, lo sabe porque es casi un instinto hacer perdurar los genes dominantes.
Así que no le sorprendió, desde la madrugada había notado que Carlyle tiene un enorme autocontrol y un enorme... Claro, para jaaz qué apenas y jugo manitas calientes con su ex, no deja de ser un tema, Carlyle debe tener mucha experiencia para esta edad y el es completamente inexperto aunque no es ignorante, también tiene charlas sucias con sus amigas y una qué otra clase avanzada de biología ya que también es dominante.

Viéndolo así, es comprensible qué este erecto frotándose disimuladamente contra su muslo. Quiso reírse pero más que nada, siente un poco de envidia por su cuerpo y celos por quienes estuvieron antes que él.

Ahora no parecía buena idea volver a dormir como propuso Carlyle. La habitación se sentía bastante peligrosa pero el omega también estaba en esa nube suave así que dejo que el avanzará hasta saciar de alguna manera su anhelo.

-¿entonces es un si?

-no sé porque pensabas que estaría dejando que me besaras y pasar tanto tiempo juntos si no era serio, tienes una versión de mi muy distorsionada.

-no... Jaaz, nunca he pensado algo malo de ti, solo del resto pero jamás he dudado de ti... Desde que te vi por primera vez.

Jaaz pensó en esas palabras, recordó lo que dijo la madre de Carlyle.

"desde los 11..."

-además yo llegue a tu vida cuando te gustaba Luther, ¿eso cambió? Quiero gustarte solo yo...

-creo que estas confundido, la relación que tengo con mi amigo de juego es más platónica que nada y no creo que sea tanto romántica o el sentido que le quieras dar, le conté muchas cosas sobre mi, nunca tuve esa libertad con alguien... A veces me cuestione que clase de gustar era y aun lo pienso pero es diferente.

-¿en que es diferente? puedes contarme a mi-se apretó más contra jaaz-puedes contarme todo, solo entre nosotros ...

-¿en que....? Solo es diferente.

Carlyle subió su mano por debajo de la blusa, acariciando la columna vertebral, deslizó sus labios por el cuello aprovechando el escalofrío qué recorrió completo a jaaz.

jaazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora