Se notaba a leguas qué Carlyle se obligó a no preguntar más sobre Damián, seguramente quería saber mucho pero no parecer brusco, siempre parece que fuera a recibir un duro golpe.
Sus actitudes siempre me dejan muy reflexivo.
Las personas suelen pensar que intimidad y sexo, son lo mismo, pero intimidad puede ser un acto tan simple como comenzar a confiar en alguien.
Cuando los celos activos pasaron a ser algo más pasivo, Carlyle de inmediato volvió a ser el mismo, ese chico suave que tanto me gusta observar en silencio, ahora había un factor que antes no pude disfrutar.
Lunelile y Carlyle son la misma persona, no eran dos diferentes seres, él me conocía tanto como yo a él pero no habíamos usado esa información.
-¿se quedara a dormir? -cuestiono Damián sirviendo tres platos de espaguetis.
Mordí mi tenedor y vi a Carlyle.
-claro- respondió -¿no te molesta que se quede otro alfa?
-si me molestara no podría hacer el trabajo que hago, además mi habitación queda en el primer piso y ustedes pueden dormir en el segundo donde esta el cuarto de jaaz.
-no saques conclusiones, dejalo dormir en la habitación de invitados.
-¿por qué lo harías dormir ahí? -Damián se acercó a jaaz y susurro -¿él no era el padre del bebé? Acaso ustedes no...
-no lo insinúes-sentenció Carlyle, yo lo vi de reojo porque sus reacciones no son toscas como esta -él cachorro es mio.
-ya, ya, era solo una broma, obvio puedes quedarte si quieres.
.
.
.Damián fue el primero en retirarse, antes de eso me levante y saque todo lo que le dieron en urgencias, se notaba qué Carlyle estaba inseguro sobre su lesión cuando vio que le di los medicamentos y se fue a dormir.
—estábamos en el estacionamiento con papá cuando una furgoneta se detuvo frente a un chico con una niña, intentó retenerlo a la fuerza y meterlo dentro, su pareja salió a los pocos minutos y cuando se formó tal alboroto, Damián qué estaba ayudando a detenerlos fue cortado con una navaja. Nos encontró desprevenidos así que por suerte el chico era doctor y nos atendieron en su hospital, no es muy grave pero es incómodo.
Levante los platos, los deje en el lava vajillas y volví.
—¿te vas a quedar? —cuestione viendo que estaba en medio de la sala como una estatua, actuando como un desconocido. —¿por qué actúas tan tímido? Me pone nervioso, me hace pensar que quieres irte o algo así.
—Quiero quedarme pero quizás es mejor irme. —respiro profundo. —estoy un poco emocionado y quiero preguntar demasiadas cosas, también quiero enojarme o que te enojes pero no se como comenzar o por donde.
—comienza por decidir si quieres irte o quedarte, después me puedes preguntar todo lo que quieras. ¿No me extrañaste?
—¿como puedes siquiera preguntarlo? Pensé que iba a morir, no sabía si me perdonarías, si te ibas para siempre, pensé que si te hablaba traería tantos malos recuerdo por lo que te hice. No quería que me odiaras.
—si estuve resentido. —afirme— y dolido porque no entendía que te llevo a creer tantas mentiras de I, que te hizo mal pensar de mi cuando pensé que había hecho bien las cosas.
Carlyle camino hasta él.
—no pensé mal, en serio no lo hice, yo solo estaba tan celoso, cuando vi esa imagen no pasó nada por mi mente más que destruirlo, quería que desapareciera, si alguien me robara tu amor cuando hice tanto para acercarme, todo se fue a negro.
—¿vamos a dormir? Mañana estas de cumpleaños, lira me dijo que harás algo en el club de jaaz.
—podemos cancelarlo y pasar el día juntos.
—vamos juntos — agarre su cadera por ambos lados —después podemos salir a celebrar solo los dos.
—¿y tu guardaespaldas? El debe estar contigo 24/7 por lo que me dijiste.
—si pero elegimos días libres, tampoco puedo limitar su vida todos los días, creo que estará bien si salgo contigo.
—¿estará bien con eso?
—dijiste que me ibas a proteger.
Apague las luces de la casa de camino a la escalera, jalando de su cuerpo por la muñeca, es tan dócil que a veces dudo de su personalidad fría que describieron los rumores, o ese coqueto que decían.
Se sentó en la cama cuando cerré la puerta del cuarto y me miró.
—en el baño hay toallas limpias, también hay un pijama gigante en el armario pero de todas formas será pequeño para ti.
Dobló su cuello, me observó con ingenuidad.
—¿Quieres que te desvista ? Debo bañarte y secarte también.
—Lo preferiría así pero no creo poder contenerme, dijiste que dormiría en el cuarto de invitados. —mascullo molesto como si realmente quisiera evitar acostarse conmigo. —debemos hablar primero, solucionar todo y avanzar como una pareja, quiero hacer las cosas bien, tengo mucho que contarte, mucho que mostrarte, también quiero quejarme de demasiadas cosas, no te he visto por tanto tiempo.
No sabía en que pensaba, cuando vi sus labios moverse y hablar de manera tan torpe, fue la primera vez que realmente quise responder a un impulso. Por esa necesidad de hacer lo que en verdad deseaba hace tanto tiempo. Cuando sucedió todo solo quería escabullirme en una cama y abrazarme a su pecho hasta que todo terminará.
Porque a veces solo necesitamos un segundo para marcar la diferencia en la vida de uno. Yo lo supe cuando todo comenzó a esclarecerse, cuando supe que todo nos llevaría a este momento. El más honesto de nosotros.
Dicen que sabes cuando algo dolerá antes de que pase pero también sabes cuando algo cambiará tu vida para siempre cuando eliges.
Él me eligió a mi, pero el destino nos había demostrado algo importante, dos personas están destinadas a encontrarse, amarse, perdonarse, no importa cuantos obstáculos se presenten, siempre que lo sientan ahí, por debajo de la piel, como si se escubullera por tus sentidos. Hay gente hecha para estar junta, como dicen, los destinados son almas hechas una para la otra sin más. Siempre encontrándose, sin importar cuando o el pasado de que.
—¿Quieres que me bañe contigo? Así dejaras de pensar tantas cosa absurdas.
Solo lo dije cuando me aparte de sus labios calientes y húmedos, era como un sorbo de vida haberlo besado, no me sentía tan bien desde la última vez que lo bese.
—si, por favor.
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jaaz
RomanceSolo sabían algunas cosas entre ellos, Carlyle sabía más. Carlyle sabía que amaba estudiar, qué amaba el otoño y que le gustaba el mar en invierno. Qué la comida caliente debe estar hirviendo y comerse aunque queme. Qué el café medio dulce y medio a...