Sempiterno

33-Boketto

Soobin

¿Mi hermana? Ese idiota acababa de nombrar a mi hermana ¿Cómo sabe que tuve una hermana? No tenía sentido, no podía ser cierto, él no puede ser el maldito que acabo con la vida de mi hermana, no, es imposible.

La mente se me nublo completamente, lo único en lo que podía pensar, eran en las ganas que tenía de matarlo allí mismo. Sabía que tenía que controlarme, Sabía que su propósito era hacerme enojar, lo tenía más que claro, pero el se metió con dos de las personas más importantes en mi vida y las lastimo de manera irremediable.  Por lo que no pasaron ni dos segundos desde que dijo lo ultimo para que yo estuviera dándole el primer puño.

Su rostro se giro y la sangre no tardo en salir de su nariz. Al segundo yo estaba en el mismo estado, esquive su patada y el mi estocada , un rodillazo suyo llego con rapidez a mi estomago, yo me pare como pude y le lancé un puño a su costilla. William cayo al piso por el dolor y yo aproveche para colocarme encima de él y empezar a darle golpes sin parar, peor unas manos fuertes frenaron mis golpes, eran dos policías que llegaron debido a todo el bullicio.

Cuándo me forzaron a levantarme me di cuenta de lo destrozado que quedo su rostro, y aunque  no me arrepentía de nada, preferí no ver a Yeonjun, si estaba llorando o viéndome con desaprobación yo no sería capas de manejarlo. 

Minutos después estaba encerrado en una celda, esta no tenía cama ni tampoco un inodoro debido a que solo me tendrían hay esa noche mientras investigaban más lo que había pasado. Aunque en ese momento era lo ultimo que me preocupaba. Siempre desee moler a golpes al tipo que hizo que mi hermana se suicidara, ahora resulta que también es el que le dio millones de inseguridades a mi novio. Escoria, era la descripción perfecta de William ¿Cómo es posible que exista una persona tan toxica?

Podía asegurar que habían pasado unas tres horas, en las que llore, grite, maldije, reflexione, volví a llorar y al final simplemente me quede sentado mirando a la pared sin penar en nada, mi mente ya no se hallaba presente, o tal vez simplemente decidí dejar de pensar para no sentir más dolor. 

De repente una voz conocida me llamó, sacándome de mi estado de ensimismamiento, voltee a verlo lentamente, mi corazón se estrujo aún más. Siempre quise mostrarle mi mejor versión, quería que pensara que no había nada mejor que yo, pero termine dejándole ver ese lado que tanto luché por ocultar. Esa parte de mi inmadura, que no tiene control, donde simplemente me dejo guiar por mis emociones, sin ser racional, solo un joven impulsivo. No se si fue cosa del momento, per para mi Yeonjun me veía como si fuera un perrito abandonado y no me gustaba, se supone que soy yo el que tiene que protegerlo, soy yo el que tiene que consolarlo mientras llora, soy yo el que debe mirarlo con pesar, no él.

- Este es mi padre Soobin- Dijo señalando a un hombre alto, de pelo negro, con piel blanca, ojos grandes y traje de policía-

-Mucho gusto. Lee jae-wook- Se presentó el hombre.

No fui capas de mantenerle la mirada, seguramente pensaba que su hijo salía con un matón. Desde hace unos días habíamos planeado un encuentro para que conociera a su papá, pero justamente tenía que encontrarme con él en esta situación.

-No tengas miedo Soobin, ya le conté lo que paso.

-Mira Soobin yo también odio a William y no te imaginas cuanto me frustra no tener pruebas suficientes para poder encarcelarlo. Peor aún así, los golpes no son la solución, eso solo te dará más problemas- Saco una llave y quito el candado de mi celda dejándome salir- No quiero que esto vuelva a pasar.

-Si señor- Le respondí avergonzado.

El hombre me sonrió y me dio una palmada en el hombro- Deberías sentirte orgulloso de haberlo dejado en ese estado, mide como vente centímetros más que tu- Lo miré confundido- No me mires así, se que puede sonar contradictorio pero muy en mis adentros  disfrute verlo llegar en ese estado.

-Tenemos que hacer algo Soobin, mi padre nos puede ayudar.

-Yo también quiero que deje de dañar nuestras vidas- Dije.

-No hagan nada todavía, voy hablar con mis compañeros y les ayudaremos a crear un buen plan.

-¿Estaremos bien señor Lee? 

-Tranquilo, les aseguro que él no les volverá hacer daño.