At Night

9.-Pondré el mundo a tus pies.

Lilianna.

Miro los dos vestidos frente a mi mientras le doy un sorbo al batido de fresa con leche que me compré. La pobre chica delante de mí debe estar cansada, tengo una hora molestándola. Entré aquí, me probé varios vestidos, salí, me compré el batido y volví con la idea de ambos vestidos.

Podría llamar a Sam, pero justo ahora me dijo que estaba en una reunión en su trabajo. Suspiro para darle otro sorbo al vaso.

—Con cualquiera de los dos se vería hermosa, señorita —me dice la muchacha, no pasa de los 20 años.

Le sonrío con amabilidad, ha sido muy paciente.

La verdad ambos vestidos me encantan, solo que la inseguridad con mi cuerpo me está jodiendo la cabeza. Siempre que compro ropa termino frustrada.

Mi celular suena con un mensaje de Will, entonces se me prende la lampara. ¡Claro ¡¿Cómo no lo pensé antes? Marco el número de mi nuevo socio para hacer una video llamada.

En menos de cinco segundo el rostro de Will aparece en la pantalla y se ve tan atractivo que mi corazón salta de la emoción, podría acostumbrarme a esto.

—¿Qué color te gusta más? —pregunto sin esperar que él diga algo —Turquesa o azul petróleo.

—Necesito el contexto para poder responder —arruga las cejas.

Tomo otro sorbo de la bebida mientras me percato que está en la parte de atrás de un auto.

—¿Estas ocupado? —esto fue lo primero que debí preguntar.

—No, solo voy camino al trabajo, cuéntame

—Conseguí dos vestidos hermosos para el cumpleaños, pero no sé cuál de los dos llevarme, siento que... —me quedo un momento en silencio porque él no debe enterarse de mis inseguridades —los dos colores me quedarían genial.

Will sonríe y yo vuelvo a tomar de la bebida para evitar sonreír con él. Tampoco es necesario que se entere que me gusta su linda sonrisa.

—Compra los dos vestidos, Nubecita —responde como si fuese obvio.

—No necesito los dos vestidos —pongo los ojos en blanco

—Pero los vas a necesitar, créeme. Si te gustan compra ambos y luego decides cual ponerte.

—Quien dijo que el dinero no puede resolver tus problemas no debe haber tenido suficiente para resolverlos. — cito una parte de la canción de Ariana Grande, eso hace que Will suelte una carcajada. —Como sea, comprare ambos, no quiero que te quejes.

—¿Te falta mucho? —pregunta desviando su vista al frente.

—Nop, los zapatos ya los elegí, y solo una paleta de maquillaje, nada más —miro a la chica que sigue frente a mi —Me voy a llevar ambos, por favor —le sonrío —y los zapatos de tacón color negros que están allá —le señalo los zapatos que vi y me encantaron —En talla 39, gracias

—Claro que sí, ya le preparo todo —toma los dos vestidos y camina detrás de la caja.

—¿En cuál centro comercial estas? —ahora pregunta Will.

—En el plaza —contesto distraída mientras busco la tarjeta en mi bolsito —La paleta la voy a comprar en el primer piso y me voy, estoy cansada.

—Estoy allá en ocho minutos —vuelvo a mirar la pantalla del celular.

—Pensé que ibas camino al trabajo —me acerco a la caja donde está la chica que me atendió y otra muchacha.

La cajera si pareciera que estuviese aburrida de su vida.