William.
Por mis venas no corre sangre.
Lo único que circula por mi sistema es rabia, odio, ganas de querer matar a cualquiera que se le acerque a Lilianna.
Cuando vi a Lily con el hombro lleno de sangre perdí por completo la cabeza, no pensé, simplemente levante mi arma y le dispare al causante de su herida. Fui imprudente, aun así de lo único que me arrepiento es de matarlo tan rápido.
Han pasado 12 horas que aterrizamos en Caracas, estamos en el hospital universitario. Sofia esta bien, tuvieron que ingresarla a cirugía, pero salió bien.
Lilianna también tuvo una cirugía rápida, pero en el transcursos de las pocas horas que estuvo en el quirófano sentía que me estaban arrancando el corazón y colocándolo de nuevo completamente destruido.
Salomé hizo sus llamadas para saber quien dejo entrar a un traidor a la aerolínea, cuando lo consiguió, Eduardo empezó a mover cielo y tierra para encontrar a la persona que dio la orden del atentado, mientras que mi padre se encarga de mantenernos seguros a todos, están llamando seguridad de mas y encargándose que los guardaespaldas tomen vuelos a Caracas. Y Claudia de mantener a la policía y todo lo referente a lo legal por el atentado bajo control y con sobornos.
A mi simplemente me dijeron que me quedara en el hospital y estuviera al tanto de la salud de Sofia y Lilianna. Es una mierda, me siento atado de manos y frustrado, soy el maldito jefe, debería de estar solucionando todo yo, pero mi padre me dijo que ahora no pensaba con cabeza fría y tiene razón.
Esto no tiene que volver a ocurrir.
Cuando tenia a Lilianna alejada de mi mundo estaba tranquilo, nadie tenía acceso a ella, nadie sabia quien era, solo yo, podía protegerla. ¿Ahora? La puse en la mira, no pensé bien cuando decidí ofrecerle este trato, no analice los contra de toda la situación.
Pero alejarme de ella no es una opción, solo debo hacer que la licencia para esta recuperación sea larga, que este siempre en mi vista, si debo obligarla a vivir conmigo lo voy hacer, por lo menos hasta que sepamos quien diablos le tiene precio a mi cabeza.
—Buenas noches —saludo a la doctora quien atiende a Sofia —¿Esta todo bien? —pregunto.
Odio cuando algún empleado que no tiene nada que ver con la organización sale herido o muerto por nosotros, es completamente injusto.
—Buenas noches —me sonríe la doctora Aranaga. —Todo bien, esta estable y va a dormir toda la noche, no se preocupe, mientras no tenga fiebre podrá irse a casa pronto. ¿Familiar? —pregunta.
Niego con la cabeza dándole paso a la doctora pelirroja que salga de la habitación.
—Soy su empleador—contesto —Fue un accidente laboral así que tengo su tutela hasta que llegue alguno de sus familiares.
Observo sorpresa en el rostro pecoso de la doctora, pero no dice nada.
—Entiendo. Puede irse a casa, la señorita va por buen camino —me da una sonrisa de boca cerrada.
—Gracias —contesto, pero en vez de irme a donde esta la salida, me dirijo a la habitación de Lily.
—Disculpe, la salida es por allá —señala el pasillo a mi derecha.
—Pasaré la noche cuidando a mi mujer, también le dispararon —contesto como si fuese lo mas normal del mundo.
A veces se me olvida que no es común, que no soy un simple empresario heredero de un imperio, mi realidad va mas allá de eso.
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At Night
RomanceEsa ciudad me asfixiaba. Cuando una de las personas más importantes en mi vida falleció me enamoré de mi trabajo, me hace volar a todas partes y volver a pasar tiempo con mi persona favorita. Pero hace tiempo que no quería volver, que solo quería ma...