En mi celular suena una canción mientras revuelvo mi maleta buscando un vestido de mangas que sé me traje a este viaje.
Me gusta vestirme bonito, amo los vestidos, faldas, pantalones y blusas bonitas, aun así, nunca me había preocupado lo suficiente para traerme mis mejores atuendos, siempre salí de mi ciudad con la intención de trabajar y ya, normalmente ni siquiera salía del hotel cuando estaba de viaje. Pero desde que viajo con Will me preocupo por el tipo de vestido que voy a meter en mi maleta.
Escucho el sonido de la puerta justo cuando estoy sentada en la cama, con la maleta abierta de par en par con todas mis cosas esparcidas por la cama.
Suspiro echando la cabeza para atrás, perdí por completo el sentido del tiempo. Me levanto de la cama para abrir la puerta, me importa poco que William vea este desastre, no soy mucho de sufrir de pena por nada, incluso llego al punto de que no me importa lo que la gente alrededor piense de alguna actitud mía.
—Todavía no estoy lista —abro la puerta para mostrarme a Will vestido con ese hermoso traje burdeo.
Me mira con las manos metida en los bolsillos y me da una linda sonrisa. Es tan bonito.
—La verdad que no me sorprende —a pesar de que la escuché hace algunas horas, su voz me da escalofríos. —Lo que si me sorprende es que me abras la puerta con pijama.
—La vez que fuiste a mi departamento te abrí en una pijama más fea que esta y de paso una mascarilla con la que parecía gasparin —pongo los ojos en blanco mientras le doy la espalda para caminar de nuevo a mi cama.
—Buen punto —ríe mientras entra a mi habitación y cierra la puerta en el proceso.
Entonces algo color morado me llama la atención justo encima de una camisa blanca. Me quedo solo por un segundo mirándolo antes de intentar caminar mas rápido, pero la mano de Will me detiene tomándome por los hombros.
—Miéntame y dime que nos has visto nada, por favor. —digo en voz baja.
De todas las personas del mundo, no puedo creer que sea William quien vea esto. No me avergüenza el hecho de tenerlo, todos somos humanos y débiles. Solo no quiero que él sepa de las cosas que tengo.
Siento como sus manos aprietan un poco mas mis hombros y de los único que soy conscientes es de su pecho pegado a mi espalda. Mis manos tiemblan, mi corazón palpita con rapidez, mientras que absolutamente toda mi piel se eriza.
—Si eso es lo que te hace feliz, fingiré que no vi tu vibrador, nubecita —su voz es baja y áspera que hace mi vientre se caliente.
Me obligo a tragar saliva mientras mi respiración se vuelve irregular. Mi clítoris empieza a palpitar.
»—Solo contéstame algo ¿Lo usas pensando en quién? —su aliento choca con mi oreja y eso hace que mi cuerpo arda en llamas.
Mis pezones se endurecen y abro la boca para que el aire llegue mejor a mis pulmones.
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At Night
RomanceEsa ciudad me asfixiaba. Cuando una de las personas más importantes en mi vida falleció me enamoré de mi trabajo, me hace volar a todas partes y volver a pasar tiempo con mi persona favorita. Pero hace tiempo que no quería volver, que solo quería ma...