10. Cuidar

871 43 14
                                    

Las chicas no querían contar acerca de lo que tenían a los demás, con lo que iban pasando los días y sus amigos tan solo las veían como dos amigas que están cada vez más juntas.
Todo estaba genial, se llevaban muy bien, y estaban más seguras de lo que hacían, pero como todo no es de color de rosa, las cosas a veces se complican.

- Pues yo creo que sí que están liadas. - Dijo Álvaro. Justo en ese momento llegó Ruslana para sentarse en el salón. Era un jueves lluvioso y la mayoría de estudiantes estaban dentro.
- Que va, si no ya lo sabríamos, no ves que habría escrito ochenta canciones diferentes. - Contestó Álex mientras acariciaba la cabeza de Denna que estaba apoyada en sus piernas.
- De quién habláis radio patio. - Dijo Ruslana riendo.
- Vale, vas a ser el punto de inflexión. Di qué crees. - Contestó Violeta.
- Que creo de qué, no os entiendo.
- Chiara esta saliendo con alguien o no. - La chica casi se queda sin respiración, ¿estaban siendo tan obvias?.
- Tienes que saberlo os habéis hecho muy amigas últimamente. - Dijo Martin.
- Ehhh, pues, yo-
- Venga Rus, esta saliendo con Paula verdad. - La cortó Juanjo.
- ¿Cómo? - dijo ella sin entender absolutamente nada.
- Que Kiki esta saliendo con Paula. Si es que míralas ahí. - le volvió a decir Juanjo.
- En verdad pegan ehhh. - Contestó Bea.

La pelirroja miró hacia donde señalaban y ahí vio a Chiara con Paula. Ella era una chica de su curso, pero no la conocía mucho, solo que era maja y bastante parecida a Chiara.

Todos cambiaron de tema, pero la pelirroja no podía apartar la mirada de las dos chicas, estaban cada vez más cerca, la chica no paraba de reírse con lo que le decía la menorquina.
Por favor, seguro que no era tan gracioso. Se estaba obligando mentalmente en dejar de pensar en eso, seguro que solo son amigas. Aunque esa mano en la cintura no le gusta nada, pero por qué no la separa, no paraba de preguntarse la pelirroja.

- Rus, ehhh, Rus. ¿Estás bien? - Le dijo Violeta.
- Ehhh sí, perdón, me he ido. - Intentando disimular que no quería matar a las dos chicas de la esquina.
- Ahí viene nuestra prota de una película romántica.     - Dijo Paul cuando Chiara llega y se sienta al lado de Ruslana, la cual se ha movido un poco para no rozarse.
- Hacéis buena pareja. - Dijo ahora Martin.
- ¿Cómo? - dijo la morena.
- Venga Kiki, pegáis mucho dijo - Denna ahora.
- Chicos no entiendo nada de lo que decís. - Miró hacia Ruslana en busca de ayuda, pero le evitaba la mirada.
- Que si tienes algo con Paula dicen. - Ahí contestó la pelirroja mirando a Chiara, la cual abrió los ojos como platos.
- Te lo íbamos a preguntar de una manera más suave, pero es eso. - Dijo Violeta riendo.
- Pero estáis locos, como voy a tener algo con ella. - Contestó ella mirándolos a todos, pero sobre todo a Ruslana.
- Venga ya Kiki, si lleváis desde que volvimos de las vacaciones súper pegadas, y siempre estáis con la risita, la manita en la cadera. Además, estas mucho más feliz. - Dijo Álex guiñándole un ojo.
- Puedes contárnoslo, somos tus amigos. - Dijo Paul. La chica no reacciono porque no sabia que decir, que sí que estaba más feliz y que salía con alguien, pero no era Paula, si no a pelirroja que tenia al lado.
- Yo me voy a mi cuarto, me encuentro mal. - Dijo Ruslana levantándose al ver que la chica no contesta nada.
- ¿Qué te pasa, estás bien? - Preguntó Bea.
- Sí, solo que me duele la cabeza y tengo un poco de angustia. - Era cierto, se sentía mal, no solo por lo de Chiara que le estaba matando si no que llevaba desde por la mañana con esos síntomas y se iban agravando a lo largo del día.

La chica se fue sin dirigirle ni una mirada a la morena, la cual la miraba con preocupación.

- Chicos, de verdad, no pasa nada entre nosotras, solo somos amigas. Cuando este saliendo con alguien os lo cuento. - Dijo Chiara mirándolos a todos, y pensando, "Ruslana por dios, escúchame".

Chiara llevaba un rato sentada en la mesa del comedor mirando hacia la puerta. El motivo era bastante obvio, Ruslana.
No había visto a la chica desde por la tarde cuando dijo que se iba a su cuarto porque se encontraba mal. Intentó subir en varias ocasiones, pero Bea siempre se adelantaba.
Justo en ese momento vio como la morena de pelo rizado entraba, pero ni rastro de la pelirroja, y se maldijo para su interior.

- Oye chicos. - Dijo Bea llegando a la mesa bajo la atenta mirada de todos. - Ruslana no va a bajar a cenar, esta malísima arriba.
- Cómo que está malísima. - Dijo la pelinegra con tono de preocupación.
- Os acordáis cuando ha dicho que le dolía la cabeza y tenia angustia, - preguntó ella a lo que todos asintieron.- Pues está arriba muerta en la cama con fiebre y ha vomitado antes un poco.
- Pobrecita. - exclamaron todos.
- Pero y esta ahí sola. - Volvió a contestar preocupada Chiara.
- Tranquila Kiki, esta Clara allí, le iba a dejar unos medicamentos y me ha dicho que suba a verla en unos cuarenta minutos.

La cena se pasó interminable para la menorquina, no podía parar de pensar en que la otra chica estaba mala arriba. Quería verla, ver como está y para que mentir cuando estas mala también viene bien sentir un poco de cariño.

Se dio cuenta de que quedaba poco para que pasasen los 40 minutos que había dicho Clara, y ella tenia que subir sí o sí.

- Oye, voy a subir al cuarto que estoy cansada. - dijo Chiara rezando que le dijese lo que ella esperaba.
- Espera Kiki, - dijo Bea,- ya que subes, puedes - pasarte a ver como esta Rus. Solo tienes que entrar ver como tiene la fiebre, tomarse la medicina y listo.
- Sí, sí, no te preocupes, voy yo.
Cuando estuvo frente a la habitación de la pelirroja tocó a la puerta esperando alguna respuesta. Al no obtener ninguna decidió entrar cerrando la puerta tras ella.
La habitación estaba oscura, así que se le dificultaba el poder ver algo. Con su móvil alumbró en busca de la lamparita que hay en mitad de todas las habitaciones.

Cuando la encendió pudo ver a la pelirroja en su cama hecha una bola. Se derritió de ternura al verla así, ella siempre parece tan dura que al verla así de frágil algo se le movió en el estómago.
Estaba dormida, así que no se había dado cuenta de que había entrado. Le tocó con la mano para ver como estaba, y efectivamente seguía ardiendo.

Con un leve zarandeo intentó despertarla, pero al principio no surgió efecto, al cabo de un rato, la chica empezó a abrir los ojos poco a poco.

- ¿Chiara? - dijo la pelirroja intentando incorporarse.
- Estate quieta, no te levantes. - le ordenó la chica. - Tienes que tomarte la medicina Rus, tienes mucha fiebre. - La pelirroja asintió, no tenía ganas ni de reprochar. Se la tomó y volvió a acostarse, pero esta vez miraba a la chica que tenia al lado.
- Sigo enfadada contigo. - dijo la chica, a lo que la contraria no pudo evitar reírse. - No te rías, es verdad. - estaba tan mona.
- Lo sé, y lo siento. - dijo mientras le acariciaba la cara.
- ¿Tienes algo con ella? - preguntó la pelirroja con miedo de la respuesta.
- Ruslana, no te voy a liar la de dios porque estas mala y la fiebre no te deja pensar bien. - dijo un poco molesta. - Claro que no tengo nada con ella.
- Y por qué no has contestado antes.
- No lo sé, quería decir que estaba así por ti, pero tampoco podía. Con la única persona con la que estoy es contigo, y es lo único que quiero. - dijo cerca de ella en un susurro. A continuación la chica hizo amago de mover a la otra para poder meterse en la cama.
- No, Kiki, te voy a pegar lo que tenga. - le dijo Ruslana.
- Rus, esta mañana nos hemos estado besando y pegadas en la terraza, te aseguro que si me tienes que pegar algo ya lo has hecho. - Dijo ahora sí moviendo a la chica y tumbándose en la cama mientras le pasaba el brazo por la cintura y la pelirroja se acercaba más a ella.
- Gracias por quedarte conmigo. - Susurró Ruslana antes de darle un pequeño beso en los labios, y meter su cabeza en el hueco del cuello de la chica.
- No me tienes que agradecer nada. - dijo y notó como asentía. Dios se sentía tan bien, no podía evitar en pensar como sus amigos tenían toda la razón al decir que estaba más feliz, como para no. - Te quiero. - dijo en un susurro, y aunque lo dijo cagada porque era la primera vez que lo decía, la única que respuesta que obtuvo fue un pequeño ronquido, aunque no le extrañaba con la cantidad de fiebre que tenía.

Bea subió hacia su cuarto sobre las once y media de la noche, lo que pasa es que no se esperaba encontrar el panorama con el que se encontró.
Chiara estaba dormida en cama de Ruslana mientras la abrazaba, y la pelirroja tenia la cara en su cuello. Llevaba tiempo sospechando que algo les pasaba a estas dos, pero aún así se sorprendió bastante al encontrarse con esta situación.
Por un segundo pensó en avisar a la morena para decirle que ya se podía ir a su cuarto, pero la vio tan cómoda y tan dormida que no la quiso molestar.

Bea escribió a Salma para decirle que Kiki dormiría en su cuarto, a lo que ella le contestó que al día siguiente tendrían que hablar.

Nota:

Espero que os guste el capítulo nuevo.

No os olvidéis de comentar que os ha parecido, y daros las gracias a los que comentáis y apoyáis la historia🫶🏻🫶🏻🫶🏻

Nos vemos mañana :)

Polos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora