18. Graduación

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La ansiada fiesta de fin de curso llegó, ya los alumnos de último curso se habían graduado. Todos tenían una mezcla de alegría con nostalgia y para que negarlo, miedo.

Ese miedo de no saber que va a pasar ahora, el miedo de no saber si volveré a ver a esta gente que ha estado conmigo veinticuatro horas cada día, el miedo de no saber si podrán sentirse como en casa en otro lugar que no lo sea.

Pero para que algo comience, algo debe terminar, y que mejor que celebrar ese final con tus amigos.

Chiara estaba pensando en eso mientras sus padres y sus hermanos les hablaban.

- Cariño, ¿estás aquí? - le habló su madre.

- Sorry, sí, es que son demasiadas emociones a la vez. - contestó prestándoles atención. Mientras sus padres vuelven a hablar su hermano pequeño de seis años le tira del vestido, a lo que ella se baja.

- Dime, ¿qué pasa? - le dijo con una sonrisa.

- Mamá nos ha contado que tienes una novia. - dice su hermano con total naturalidad, y el resto de su familia se queda de piedra porque no pensaban que los iba a delatar.

- Pues sí, tengo una novia.

- ¿Y es guapa? - le volvió a preguntar su hermano.

- Es muy guapa.

- Yo quiero conocerla. - dijo ahí su hermana mediana.

- ¿Querrá jugar conmigo? - volvió a hablar su hermano.

- Podrías preguntarle a ella. - dijo mirándolo- Vale, quizás me mate. ¿Queréis que os la presente? - toda su familia asintió. Sabia que esto era una encerrona, pero a ella también le hacia ilusión.

Hizo un escaneo con la mirada alrededor del lugar y a lo lejos vio a la pelirroja con sus padres.

Se acercaron esquivando a la gente para no tener que pararse y que no se fuesen a mover.

- Comportaros. - dijo Chiara dándose la vuelta hacia su familia.

- Oye, no te pases. - le contestó su padre con una sonrisa.

- Vale, pero controlad las emociones. - dijo en tono de advertencia.

Chiara se acercó la primera y le puso una mano en el hombro a Ruslana para que se diese cuanta que estaba ahí.

- Hola. - dijo la morena mirando a la familia de la chica.

- ¡Chiara! - exclamó la madre de la pelirroja con alegría y acercándose hacia la chica para abrazarla. - Que alegría volver a verte.

- Igualmente, me alegra mucho verlos de nuevo. - contestó con sinceridad la chica. De reojo vio como la pelirroja se ponía cada vez más del color de su pelo al ver el panorama detrás de Chiara.

- Os quería presentar a mi familia. - dijo mirando directamente hacia la pelirroja que estaba un poco colorada, pero sonriente.

- Ruslana, que guapa estas. ¿Te acuerdas de nosotros? - dijo la madre haciendo referencia al día que se vieron.

- Sí, por supuesto, me alegro de volver a verlos. - dijo dandole un abrazo a cada uno. Seguidamente fijó la mirada en la chica que era un poco más alta que ellas y como un clon de Chiara. Mientras sus padres hablaban entre ellos, ya que se habían presentado antes.

- Rus, esta es mi hermana pequeña. - dijo la morena presentándolas.

- Que emoción, tenia muchas ganas de conocerte. - decía su hermana mientras abrazaba a la chica pelirroja.

- Yo también, Kiki me ha hablado mucho de ti. - de la nada la pelirroja nota como un niño pequeño sale detrás de su novia.

- Hola, tú debes de ser Joey, - dijo sonriendo y poniéndose de cuclillas para poder estar a la altura del niño.

- Sí, ¿tú eres la novia de mi hermana? - dijo el pequeño acercándose más a ella. Ruslana miró a la mayor antes de dar una respuesta.

- Sí, soy Ruslana, encantada. - dijo con una sonrisa. El pequeño a continuación se acercó a darle un abrazo y ella lo recibió con los abrazos abiertos. Algo dentro de la morena se movía. Sus hermanos eran su vida, y que Ruslana, la persona a la que más quería fuese así con ellos le llenaba.

Estuvieron todos juntos hablando. Las chicas no se quitaban los ojos de encima, no habían podido tener ningún rato a solas desde que se empezaron a preparar. Iban guapísimas, Chiara iba con un vestido con lentejuelas de tonos azulados y morados, junto con botas plateadas.

Ruslana mientras iba como con un vestido lencero negro con marrón, y partes de encaje, junto con una blazer. A eso se le añadía unas botas negras con bastante plataforma.

Hubo un momento en el que Chiara le iba a hacer señas para que fuesen un rato antes de tener que irse con todos sus amigos a cenar y luego a la fiesta, pero no contaba con que sus hermanos querrían robarle a su novia.

- Ruslana, - dijo el pequeño llamando la atención de la chica. - ¿Quieres jugar conmigo? - le preguntó un poco tímido.

- Joey, déjala tranquila. - contestó Chiara.

- Hijo no molestes a Ruslanca cariño, ahora vamos a jugar. - dijo la madre De la Morena.

- No no. - dijo mirando a ambas, y ahí se dirigió al pequeño. - me encantaría jugar contigo, - Dijo extendiéndole la mano.

Chiara los vio irse y no pudo evitar sonreír.

- Me gusta. - dijo su hermana. - Y se nota que te quiere.

- Yo también la quiero. - dijo con una sonrisa.

- Vendrá a Menorca este verano. - le preguntó de vuelta su hermana.

- Pues lo más seguro es que sí. ¿Te gustaría conocerla más? - dijo con interés la morena.

- Sí, me gusta su estilo.

Eran ya media noche y los chicos se iban hacia un lugar que habían reservado en un lugar, donde tenían tanto la parte de dentro como la terraza.

El grupo de amigos fue directo fuera, donde empezaron a bailar y con la intención de pasar la mejor noche no solo como amigos, si no como compañeros de clase, algo que ya no serían nunca más.

Nota:

Holaaaaa, bueno acabamos el domingo biennnn, queda muuuuyyyyyy poco para que se acabe el internado y empecemos con otra parte.

Hoy es más aburrido el capítulo, pero es que a veces se necesitan capítulos así para poder hacer otros.

Nos vemos mañana :)

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