Polos Opuestos

30. Bar

Ruslana estaba estática mirando la pantalla del móvil. Era muy fuerte todo lo que estaba pasando, le acababan de llamar para decirle que querían trabajar con Chiara, a lo que llevaba que si la morena se iba a trabajar con esa discográfica eso significaría que Chiara viviría en Madrid.

Absorta en sus pensamientos no se dio cuenta de la presencia de una persona pequeña, la cual hizo que casi le diese un infarto.

- Ruslana - dijo el pequeño Joey.

- Dios, - dijo Ruslana con la mano en el pecho y la respiración agitada. - Joey, buenos días.

- Hola - dijo el pequeño con una sonrisa.

- Que te parece si hacemos el desayuno para cuando tus hermanas se despierten. - el pequeño asintió con emoción.

- Quieres que te enseñe mis muñecos. - le preguntó el chico.

- Me encantaría.

Mientras la pelirroja iba haciendo el desayuno para los cuatro, el pequeño estaba sentado en las sillas de la isleta contándole las historias de sus peluches.

- ¿Tú tienes peluches? - le preguntó el pequeño.

- Sí, es más, lo sigo teniendo en mi casa. Justo en mi cama.

- Yo también los tengo en mi cama. - le contó el chico.

- Buenos días. - dijo Chiara entrando en la cocina ganándose la atención de las dos personas.

- Buenas bella durmiente. - le contestó Ruslana con una sonrisa con gracia.

- Joey ve a despertar a Jasmin y así desayunamos. - le dijo la morena con intención de acercarse a la pelirroja. En cuanto se fue el pequeño la menorquina se acercó a la chica cogiéndola de la cintura.

- Qué quieres. - le dijo esta con picardía.

- Sólo darte los buenos días como es debido - contestó dándole un beso, el cual la pelirroja le siguió pasando sus brazos por el cuello de la contraria.

Pasaron el día junto con los hermanos de Chiara. Ruslana no estaba acostumbrada a estar en familia y para ella era raro esto, el estar con una familia o que apoyasen el hecho de que se dedicase a lo que de verdad le gustaba.

- Ruslana - dijo Jasmin.

- Dime

- ¿Por qué tus padres no quieren que te dediques a la música?

- Jasmin. - dijo en tono de advertencia Chiara.

- Pues porque siempre se han dedicada a lo relacionado con las empresas y todo lo que se salga de lo habitual no les gusta.

- ¿Y cómo vas a hacer para poder dedicarte a esto?

- Si tengo suerte me cogerán en el casting y podré dedicarme a esto. Además, siempre se tiene a la familia que se elige.

Chiara la miró con orgullo, pero dejaron el tema para lo que quedaba del día. Siguieron juntos hasta que empezó a anochecer, y las chicas tuvieron que prepararse para ir al bar.

Era una noche especial, y Ruslana también había decidido que lo mejor era contarle lo del productor después de que cantase.

- ¿Estás lista? - le preguntó Ruslana mientras terminaba de hacer el bolso.

- Sí, o no, o sea sí. - la pelirroja se dio la vuelta y se acercó a ella.

- Kiki, todo va a salir bien. Te lo prometo. Con todo el talento que tienes, la gente va a flipar.