13. Primera

897 36 12
                                    

A la mañana siguiente Ruslana se despierta al sentir unas caricias y besos húmedos en sus mejillas y nariz.
Habían dormido juntas, la diferencia con la noche es que se pusieron una camiseta de la pelirroja para no pasar frío.

- Buenos días - dijo al abrir los ojos y encontrarse con la sonrisa De la Morena. - qué hora es.
- Las siete. - contesta ella pasando su brazo por la cintura de la chica.
- Kiki, te mato, nos hemos dormido hace unas horas solo. - dice con intención de darse la vuelta y seguir durmiendo.
- Noooo, no tengo sueño y me aburro - la pelirroja cedió y se puso cara a ella, no podía evitar pensar que le había hecho esta chica porque ella no era así.
- Estas bien - le pregunto Ruslana sobre ayer. Como contestación Chiara la besó, fue un beso mucho más íntimo. Se habían conocido más, sabían lo que les gustaba a cada una, estaban en ese momento de felicidad que pocas veces consigues.
- Me encanto y no me imagino estar mejor. - dijo acercándose para apoyar su cabeza sobre ella.
- Bueno, yo tengo una idea. - Contestó la pelirroja.
- Que miedo me das. - dijo la morena mirándola a los ojos.
- Ya nos hemos besado delante de todos y saben que mínimo hay algo, nos hemos dicho te quiero, podríamos dar un paso más, ¿no?
- Y qué paso más quieres dar. - dijo ella mirándola con ilusión.
- Tengamos una cita. - Le soltó la pelirroja.
- Sí, me parece buena idea, pero me encargo yo de organizarla. - Contestó Chiara mientras se volvía a acercar a los labios de la chica.

Era sábado por la tarde y todos estaban descansando en sus habitaciones de la fiesta del día anterior, previamente las chicas tuvieron que contar, bueno todo todo no, pero lo más relevante. Se alegraron por ellas, donde Álvaro quiso remarcar que lo sospechaba desde el principio.

- Tiene que ser perfecto. - les dijo la pelinegra a - Violeta, Denna y Salma que la estaban ayudando con la cita.
- Kiki, le va a gustar todo lo que hagas, no tienes de que preocuparte. - le tranquilizó Violeta.
- Es nuestra primera cita, y seguramente me anime a pedirle ser novias, debe salir bien. - todas la miraron con una sonrisa porque nunca la habían visto así.
- Oye Kiki, - le llamó la atención Denna, a lo que la chica simplemente asintió, - habéis hablado de que vais a hacer luego de esto.
- ¿Cómo? - dijo ella.
- Este año terminamos aquí y nos vamos. Habéis hablado eso. - preguntó.
- No, y aún no quiero aún, que pasa si no podemos, ahora estamos tan bien que-
- Bueno, más adelante sí, ahora pensemos en que hacer con la cita. - Dijo Violeta.
- Ya sé que hacer, mirad venid.

La morena avisó a Ruslana que estuviese abajo sobre las cinco y media, así que eran y veinticinco y ahí estaba esperando a que su "algo" bajase.

- Y qué vais a hacer. - Le preguntó Álvaro. Estaban todos abajo esperando a ver de que se podían enterar de lo que iban a hacer las chicas.
- No tengo ni idea, ha insistido en que este aquí abajo. - Dijo y vio como las tres chicas hacían una pequeña sonrisa entre ellas. - ¿Qué sabéis?
- Nada. - dijo Violeta.
- No seas ansiosa, si ya esta ahí. - dijo Denna señalando hacia fuera.
- Ahí que - no pudo terminar la frase cuando vio un coche negro aparecer en el internado. - Que cojones.
- Pero y esto. - dijo Martin acercándose a la puerta.   - De ese mismo coche vieron salir de la parte del conductor a Chiara.
- Rus, venga sube, que tenemos un trayecto largo. - dijo Chiara mientras abría la puerta del copiloto.
- Pero y tú desde cuando conduces. - preguntó la pelirroja sin entender.
- Se sacó el carnet este verano, - dijo Álex - a todo esto, como te han dejado cogerlo.
- Les dije a mis padres que lo necesitaba y me han dejado el que tienen aquí.
- Tenéis un coche aqui y no vivís aquí. - dijo sin entender la pelirroja.
- Luego te lo explico, ahora sube al coche porque al final no vamos a llegar.

Las chicas llevaban las ventanas abiertas y la música puesta, iban tranquilas, y disfrutando del momento.
Ruslana no sabía aun a donde iban, pero le encantaba ver lo feliz que estaba la morena mientras conducía.

- Me vas a decir a dónde vamos, porque llevamos media hora de trayecto y no me has dicho nada. - la morena la miró con una sonrisa y le puso la mano en la pierna, la cual la pelirroja entrelazó con la suya.
- Te voy a llevar a uno de los sitios más bonitos que he visto que no sea Menorca claro. - le dijo y la contraria rió en respuesta.

Al cabo de un rato llegaron por fin a una playa de arena suave que no estaba a simple vista, eran las seis y media de la tarde, así que ya casi era el atardecer.

- Guau, esto es increíble Kiki. - dijo la pelirroja fascinada.
- Lo sé, la descubrimos hace un año con mis padres y me memoricé el camino. Cuando pensaba en que podíamos hacer no se me ocurrió mejor idea que estar en algún lugar que fuese especial y que no hubiese mucha gente.
- Me encanta, es precioso. Gracias, de verdad. - le dijo mientras le daba un beso en los labios.

Pusieron una toalla sobre la arena esperando a que llegase ese atardecer tan esperado. Estaban las dos sentadas, y verdaderamente estaban como si fuese algo que hacían todos los findes.

No te sorprende que hayamos pasado de no hablarnos a estar así. - Preguntó Chiara de la nada.
A ver, sí y no. Creo que al principio no quisimos intentarlo y nos hemos dado cuenta que no somos tan diferentes. - dijo la pelirroja cogiéndola de la mano.
Pero me alegro de que nos tocase ese trabajo porque si no ahora mismo no estaríamos así. - como respuesta la morena la besó porque verdaderamente no sabia que hubiese pasado si no les llegaba a tocar juntas, y no quería saberlo.

Mientras el atardecer Ruslana estaba apoyada en las piernas de la chica que estaba sentada mientras la pelirroja le acariciaba el brazo, la morena la tocaba la cara intentando memorizar cada una de sus pecas.

- Te quiero. - le soltó la pelirroja.
- Y yo. Así que ya que he organizado todo esto voy a hacer yo la pregunta.
- ¿Qué pregunta me quieres hacer Chiara Oliver? - dijo mientras se sentaba y se ponía frente a ella.
La morena se acerco a centímetros de ella, - quieres ser mi novia - le preguntó, y aunque estaban genial no pudo evitar no sentir nervios.
- Sí, quiero ser tu novia. - Se acercó a besarla y ambas se fundieron en un beso mientras el sol se iba yendo, despidiendo a las chicas de ese momento que estaban seguras que jamás olvidarían.

Nota:

Que talllll, bueno nuevo capítulo, esta todo muy tranquilo y están muy felices, ¿no?
Dejaremos que sigan así un poco más, pero recordad que no todo siempre es tannnnnn fácil y bonito.

Nos vemos mañana🫶🏻🫶🏻

Polos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora