6. Miedos

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A la mañana siguiente todo se había retrasado, ya que en el internado sabían que los chicos no se despertarían hasta tarde, pero claro Ruslana eso fue algo que no pudo hacer. Llevaba dando vueltas a la cabeza desde que entró a la habitación. Toda esa sensación que tenía después de haber besado a Chiara se le fue al ver un mensaje de Omar diciéndole que se alegra de haber pasado ese día con ella.
Eran las 8 de la mañana y como no podía dormir más decidió salir del cuarto antes de que despertase a Bea.
Se fue hacia el comedor para hacerse un café e irse a un pequeño sitio en el patio. Estaba lloviendo, era tipo una película, pero no sabía si el papel que le había tocado le gustaba.

En la otra parte del internado estaba Chiara, tampoco podía dormir, dios tenía tanto miedo de que Ruslana llegase y le dijese me arrepiento de lo de ayer o prefiero seguir con él, como seguirían con la amistad, podrían ser solo amigas después de lo que paso.
Le estaba dando demasiadas vueltas así que decidió irse a dar una vuelta por el patio para que le diese el aire y así ver la lluvia.

Empezó a andar hasta que vio al final a una chica pelirroja sentada, no era fácil verla, pero reconocería ese pelirrojo en cualquier sitio.
No sabía si acercarse, hoy supuestamente iban a hablar, pero y si le decía lo que no quería oír, aunque mejor eso a que sea luego y vea antes de eso besarse con Omar. Así que tomo la valiente decisión de ir hacia ella.

- Puedo sentarme. - preguntó Chiara haciendo que se asuste Ruslana.
- Dios Kiki, que susto me has dado - dijo con una mano en el pecho.
- Perdona, no quería. Puedo - volvió a decir señalando el sitio a su lado. A lo que ella asintió. Aún así Chiara se sentó en el filo. Estuvieron un rato calladas hasta la pelirroja se dio cuenta que Chiara estaba temblando por el frío que hacía más la lluvia.
- Ven aquí - dijo levantando su manta a su lado.
- Estas segura - le dijo la chica con cautela.
- Chiara estás tiritando, ven aquí - respondió en tono más serio. Ella se sentó más cerca y se tapó, estaban tan cerca que se podían rozar, es más lo hacían hasta que puso valor y empezó a hablar .
- Rus deberíamos hablar.
- Si estoy de acuerdo, puedo empezar - pregunto y Chiara asintió
- No se que pasó ayer, pero solo se que no lo he olvidado, no se si era por el alcohol o que de verdad me gustas. Quiero a Omar y no le quiero hacer daño.
- Te entiendo y no pasa nada, lo de ayer se queda guardado y lo olvidamos - Chiara se intenta levantar para que ella no vea la mueca de desilusión o incluso un poco de ¿decepción?, pero antes de eso Ruslana la coge de la mano y la atrae hacia ella.
- Déjame terminar - dijo sin soltarle la mano. - no le quiero hacer daño, pero no me quiero engañar a mi misma, dios jamás he sentido lo que siento contigo o cuando beso a alguien y por mucho miedo que tenga quiero intentarlo - la chica no tiene tiempo de respirar porque la pelinegra se ha echado hacia ella y la besa. Ruslana la coge de la cara con la mano libre mientras Chiara le sujeta la cadera. Es un beso tranquilo, no es nada desesperado y además ya conocen un poco mejor como les gusta a la otra. Pueden hacerlo tranquilas porque no hay nadie y saben que se van a despertar más tarde.

Pasado un rato ambas siguen en el mismo sitio, Chiara con la cabeza sobre el hombro de Ruslana y de la mano. 
- Voy a hablar con él- dijo Ruslana de la nada.
- Estas segura, no tienes porque hacerlo ahora, yo te puedo esperar - dijo Chiara atropellada.
- Estas loca, no pienso hacer que me esperes, además cuento antes mejor, y así podemos saber bien que es esto - dijo señalándose - o si puede funcionar, y no quiero que él pierda el tiempo por mi culpa - la pelinegra asintió, le gustaba que no solo pensase en ella, si no también en Omar.
- Es bonito que pienses en él.
- Lo mínimo que puedo hacer después de esto. - Dijo ella acariciando la mano de la otra chica. - ¿Crees que funcionará esto, o estamos cometiendo un error? - dijo con tono de preocupación.
- No lo sé, pero si no lo intentamos tampoco lo sabremos nunca. Además, no somos taan diferentes como creíamos.
- Entonces crees que va a salir bien. - Contestó Ruslana con tono de esperanza.
- A ver, si eres tan buena en la relación como besando esto puedo funcionar - dijo acercándose a ella, pero la pelirroja se apartó.
- Solo si me cantas cuando te lo pida y de tus composiciones- contestó volviendo a acercase. 
- Mmmm, me gusta la idea, acepto-dijo la pelinegra cortando la mínima distancia que hay, y volviendo a fundirse en un beso que les hacía estar más seguras de lo que querían hacer, y en parte olvidando ese miedo.

Martin llamó a Ruslana cuando la vio aparecer por la puerta del comedor.

- Cómo estás, ayer ibas bastante contento. - Dijo la pelirroja dandole un abrazo.
- Bien bien, no estaba taaaaan mal. - Contestó riendo.
- Claaaro, si tú lo dices. - rió la chica.
- ¿Podemos hablar? - Dijo él en un tono más serio.
- Claro, ¿qué pasa?
- Que te pasa a ti, ayer estabas super acaramelada con Omar, con Chiara casi os matáis en la comida y luego sois super amigas.
- Martin no paso nada, las amigas se enfadan y de él no pienso hablarte. - dijo ella en tono más serio.
- Ruslana, soy tu amigo, que está pasando porque no es normal que si estás tan bien lleves semanas con cara de no poder respirar, además de ayer negar varias veces a Omar
- No se si te lo puedo contar.
- Bueno, yo esperaré hasta que estés segura, pero también, ten cuidado de no hacer daño a nadie, pero sobretodo a ti - dijo cogiéndole de la mano.
- Gracias, te quiero
- Y yo pelirroja teñida. 

Paso la tarde y estaban todos con una resaca de un par de narices, pero su cabeza iba a mil, necesitaba hablar con alguien externo, así que miro hacia Bea, pero estaba frita. De un impulso salió e iba hacia Martin, pero a mitad de camino pensó y sabía que estaría en otro lado.

- ¿Rus? - dijo Juanjo extrañado de verla ahí.
- Hola, os necesito. - dijo ella al borde de la lágrima.
- Entra y cuéntanos. - Salió Martin a por ella.

Una vez dentro ella se sentó en la cama de Juanjo con los dos chicos a los lados mirándola atentamente.

- ¿Qué pasa? - dijo Juanjo
- Me gusta una persona.
- Ya lo sabemos Rus, te gusta Omar - contesto el chico extrañado, pero Martin lo paro porque sabía que era q lo que se refería su amiga.
- No, no es Omar. - Dijo Ruslana al borde de la lágrima.
- Cuéntanoslo Rus - le contestó Martin con cariño
- Me gusta Chiara chicos - y justo en ese momento fue cuando por fin se pudo romper, ni ella misma era tan consciente, y exteriorizarlo con un tercero lo hacía real, y eso era lo que tanto pánico le daba. Los chicos la sostuvieron mientras lloraba y ambos se miraron a la cara, uno más sorprendido que el otro.

Al pasar un rato cuando ya se tranquilizó les contó todo, que no se sentía segura de querer estar con Omar, que se había besado varias veces con Chiara y que le gustaría incluso poder seguir conociéndola, pero que estaba acojonada.

- Si es lo que quieres tienes que intentarlo - le contestó Martin
- Y si le hago daño a él, no se lo merece
- No, no se lo merece, pero tú no decides quien te gusta y quien no, tienes que ser sincera contigo y ahí no harás daño a nadie.

Nota:

Holaaaa, espero que os esté gustando la historia.

Comentad lo que queráis que me encanta leeros y ver que vais opinando.

Recordad que a las doce ha salido la canción de Ruslana en Amazon music, así que todo el mundo a reproducir.

Nos vemos mañana con sorpresa :)

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