Capítulo 11: La maldita realidad

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Mateo

La luz ya empezaba a fastidiarme medio abro un ojo y busco entre mi cama el celular, lo tomo y la luz de este hace que el dolor de cabeza explote tiro el celular me siento en la cama y todo lo malo de trasnochar  llega a mi cuerpo de un sopetón sin dejarme reaccionar.

Maldita sea mi vida

Agarro mi cabeza entre mis manos y veo un poster de Shawn Mandes pegado en la pared, ¿cuándo compre eso? Giro la cabeza y una guitarra eléctrica puesta en la esquina junto con partituras regadas en el piso abro mis ojos. ¿Dónde carajos estoy? Mis dudas son despejadas al escuchar abrirse la puerta del baño y sale Logan de espaldas con una toalla enrollada en su cintura y su cabello rubio todo mojado.

Esto debe ser una broma.

Logan se da vuelta y me regala una media sonrisa.

-Despertaste-dice con tranquilidad.

Acaso soy el unico intranquilo en este momento.

Se acerca al closet y saca otra toalla junto con su ropa, sigo callado sin preguntar y parece que Logan lo nota ya que se para enfrente de mi.

-No vas a preguntar cómo llegaste aquí.

-En verdad que no quiero saber-anuncio pero Logan se ríe.

-Mateo de verdad que eres un caso por todo lo que pasó ayer, mejor me lo guardo para ahorrarte la vergüenza-me da la espalda y mis ojos se abren al verla tan tonificada; su piel blanca la hace ver atractiva junto con sus hombros anchos.

Por un momento olvidé como respirar, ya se porque las chicas del colegio están tan enganchadas con Logan y lo que se esconde debajo de sus camisas anchas no es broma (detesto el gym) él sigue sin mirarme y yo quiero irme y decir que jamás pasó esto, me levanto de la cama y Logan se da cuenta.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?-me pregunta.

-No gracias, la verdad es que prefiero caminar-le respondo dirigiéndome a la puerta.

No quiero seguir en su cuarto ni un minuto más, llego a la puerta y la abro pero antes de salir Logan me toma por sorpresa y cierra la puerta.

Puedo sentir su presencia detrás de mí y las ganas de girar y enfrentarlo nacen pero mi cuerpo no reacciona. Su brazo en la pared y se que todavía sigue en la toalla, el muy maldito me acorralo.

-¿Qué crees qué haces Logan? -pregunto con molestia.

Él se acerca más y posa su barbilla en mi hombro. Espacio personal ¿Qué es eso? Su rostro se acerca a mi oído y suelta un leve soplido en mi cuello me estremezco por su acto, él lo nota ya que se ríe levemente.

-Sabes....ayer parecías otra persona y fue muy gracioso verte.

-Si quieres burlarte, hazlo. No me importa.

-De eso no tengas dudas-se separa y poco a poco el calor que sentía detrás desaparece.

Me giro para verlo y tiene una sonrisa maliciosa en todo su rostro, si él quiere jugar que así sea. Me acerco juntando nuestros rostros y me río por su reacción.

-Si tambien quieres jugar así. Pues, no tengo ningún problema-le guiño un ojo abriendo de nuevo la puerta, antes de irme lo veo por sobre el hombro y sigue de pie en la misma posición y añado: -Si quieres hablar bien con respecto a nuestro acuerdo, ve al lugar donde te vi por primera vez a las 2 de la tarde-salgo y cierro la puerta.

Me muerdo el labio inferior sin todavía creer que acabo de sacar tanta valentía al hablar de esa forma, senti que no era yo en absoluto, otra persona se apoderó tomado mi lugar y el maldito de Logan tampoco es que ayude mucho.

Notas del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora