Capítulo 23: Sentimientos

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MATEO

La clase de educación física es una de las peores clases que pueden exitir en el mundo y no lo digo por mi cero actividad física, lo digo porque no veo nada productivo correr en círculos por diez minutos y despues terminar como si nos hubiéramos bañado con litros de agua. La segunda vuelta y mis piernas me gritaban auxilio y un cambio urgente, debo parecer un perro sediento me dentengo y sostengo mis manos en las piernas  rezando porque el desodorante resista las últimas horas. Veo que todos siguen corriendo pero no me voy a dar mala vida, alguien deja una toalla en mi cuello acomodo mi cuerpo y Logan descaradamente se burla de mi.

—Te vas a desmayar—se burla con sus manos en su cadera.

—Deja de burlarte—me quejo secando mi cabello.

Logan sonríe y niega con la cabeza.

—Correr no entra en tu vocabulario—se acerca y lo dice en mi oído.

Siento mis mejillas rojas y de impulso le tiro la toalla en el pecho.

—¡Eres un bruto!—mascullo y me alejo de él.

—¡Por lo menos un gracias!—sin darme la vuelta le muestro el dedo del medio y escucho su risa.

Desde que acepté que Logan me gusta todo es complicado y siento que cada vez que estamos juntos mis sentimiento por él aumentan en demencia y no quiero terminar ilusionado por algo que es mentira, él no siente nada por mi aunque le guste fastidiarme es su manera de mostrar su amistad y ahora es lo único que puedo tomar.

Después de haber tomado un ducha y quitarme todo el sudor camino hacia la cafetería y muchas chicas entran como locas, maquilladas y siendo ellas, se me hace raro que sean menos normales que lo normal. Apuro el paso y el promotor de todo el revuelo es Aiden con una mesa en todo la mitad del lugar, me acerco a él y me nota.

—-¡Mateo! Entrega estos volantes—me apila los papeles.

Me asomo de la pila de volantes y Aiden sigue haciendo más.

—Aiden ¿para qué es esto?—él deja la fotocopiadora en paz y me mira.

—Es para el video, necesitamos a una chica—pestañe incredulo.

—¿Cómo qué una chica?—Aiden se pasa la mano por el pelo de forma nerviosa.

Dejo los volantes en la mesa y miro a Aiden fijamente, se que él no es capaz de aguantar por cinco segundos. Aiden entiende y entrecierra los ojos tranto de evitar el contaco visual.

—Aiden—mantengo la mirada, el se muerde el labio y sus ojos se quieren salir de sus cuencas. Cuando se pone asi sus mentiras son malas.

Cae.

—¡Está bien!—se rinde alzando las manos.

Mi sonrisa es triunfante.

—Ahora responde, ¿qué chica?

—Antes que todo la idea fue mía y Logan al principio se negó—habla rapido y torpemente y la ansieda de saber me mata.

—¿Quién fue Aiden?

—Es para que sea la novia de Logan—con que era eso.

Sabía que no debia confiar en él.

—Por favor no le digas a Logan que te conté—dejo mis pensamientos  asesinos.

—Tu secreto está a salvo conmigo.

Juro que voy a matar a ese rubio cuando lo vea.

Las chicas gritan y todas corren hacia la entrada arrinconando a la persona que acaba de entrar, cruzo los brazos porque se quien es el idiota que me gusta y cae mal. Aiden se acerca quitando a las chicas y sacando a Logan de la pila, él se peina el cabello y acomoda la camisa con una sonrisa.

Notas del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora