LOGAN
Contengo la respiración y cuento hasta diez tratando de alejar la sensación indescriptible del temor, aunque en este momento el miedo no debe de gobernar las partículas de mi cuerpo, porque ahora estoy a un paso de ver el esfuerzo dar sus frutos. Lo pensé mucho, más de lo necesario y para ser sincero una parte de mí no se encuentra listo, debe ser ridículo lo sé, pero irme y dejar atrás lo que fue mi vida y viajar a lo desconocido es algo que me aterra.
Mi padre al final de todo cumple con su palabra de apoyarme y es tan loco que no me lo creo, parece que lo juzgue sin saber sus verdaderas intenciones. Mi madre es otro caso, ella no me habla y evita mi presencia en la casa y cuando lo miro lo único que veo en sus ojos es decepción ligados a la ira. Duele, carajo. Claro que duele. Ver a mi madre como si para ella no fuera nada, solo un mísero desperdicio inútil que no cumplió con sus expectativas, porque así me siento con solo verla.
Habían pasado semanas de la final del concurso y mi cara ya estaba pintada por toda la ciudad, que me era algo alucinante y a la vez incomodo caminar o hacer mis actividades diarias que sentía que todas las personas se me lanzan encima para pedirme autógrafos o fotos, pero como dijo Lau: tendrás que acostumbrarte, porque la fama es algo complicado. Mierda, no he firmado el contrato y ya siento que todo avanza demasiado rápido para mi gusto.
Una mañana normal como otra corriendo por los puestos y despejando mi mente, suena mi celular con la llama de Aiden. Detengo mis pasos y quito el sudor de mi frente
-안녕하세요 -me quito el celular y miro el marcador sorprendido.
-¿Aiden? -por esa risa puedo entender su bromita.
Me río bajo sin que se dé cuenta, ya que parece un hipopótamo riendo.
-¿Adivina quién empezó sus clases para aprender coreano?
-A ver... es alguien chismoso, le gusta comer demasiado y su película favorita es el rey león
-Ding, ding, ding. ¡Usted ganó señor! -sonrío y miro al piso.
-Y a qué se debe este nuevo idioma.
-No es obvio, tengo a mi mejor amigo que será muy pronto una estrella famosa, yo también tengo que estar en óptimas condiciones -me imagino la cara que debe de estar poniendo.
-Como digas súper estrella de los idiomas -guardo silencio y mi mirada viaja por todos los puestos y en uno en específico captura mi antención.
Mi respiración se corta y siento que no puedo respirar, porque ahí está el lugar de la persona que me rompió el corazón sin una pizca de duda. La voz de Aiden me regresa de nuevo.
-Logan te encuentras bien.
¿Bien? No. No me encuentro bien.
-Te cuento al gracioso Aiden -Aiden guarda silencio y solo eso me da paso para decirle -. Lo más gracioso es que estuve a punto de no irme con tal de no dejarlo, para que el al final me destrozara sin tener compasión -escucho mi propia voz apagada y con recordar ese momento siento unas inmensas ganas de llorar. Yo ya no podía resguardad lo roto que me hizo sentir.
Aiden suspira.
-Logan, si no quieres hablar de esto no te fuerces, sé que estuviste a punto de dejar todo por él, pero por favor no te sigas haciendo más daño al recordar. Una ruptura no es fácil, tu eres más fuerte que esto que vives.
No es justo que solo yo viva con este sentimiento de perderlo todo, aunque todos mis sueños se estén cumpliendo siento que algo más fuerte me acaba de abandonar y estuve a punto...a punto de rogarle que no se fuera y de quedarme para siempre. ¿Lo que paso ese día fue una ruptura? No era nada de eso, porque él nunca me amo, no puedo decir que éramos algo, porque nunca lo fuimos ese día solo fue para dejar en claro las cosas y ahora que lo estaban duele.
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Notas del Corazón
Teen FictionMateo Morgan no entendía como todo se volvió un desastre, si hace una semana le hubieran avisado con antelación todo lo que iba a suceder él sin pensarlo dos veces tomaría otro camino. Todo es un desastre. Logan Adams estaba en las mismas, convivi...