Capítulo 19 parte 2: Te perdí

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MATEO

El día del concurso se acercaba y la evolución de papá con los tratamientos ya era un poco efectiva ya que los dolores en sus piernas eran menores y el proceso de caminar inició. Antes de irme a la escuela lo acompañaba a un ligero paseo por la playa con trayectos muy cortos pero era feliz con solo estar con él y hablar por esas horas de cualquier cosa que se nos cruzara por la mente. El miedo de perderlo no estaba en mi pecho, yo sabía que mi padre era muy fuerte y capaz de soportar lo que sea, eso es lo que me decía siempre; que no importa si la vida nos patea constantemente lo más importante es saber que podemos hacer para levantarnos y seguir nuestro camino, mi madre al contrario no estaba tan convencida de que él podría salvarse.

Las peleas en la casa se volvieron algo tan común que siempre me encerraba en mi cierto en mi mundo tratando de no pensar. Mi madre al terminar se encerraba en el cuarto a llorar tan desgarradoramente, ella nunca lloraba enfrente de mi padre solo para que no se desmotivara pero muy dentro de ella sabía que las cosas no serán tan fáciles y que no se solucionan de la noche a la mañana.

Si no fuera por esa espantosa enfermedad yo tuviera a mi padre aquí conmigo y las cosas no se hubieran acabado, él seguiría entrando en la casa con sus chistes malos, las cenas serían diferentes, mi madre no se sentirán tan culpable y sus ojos volvieran a tener el brillo que tenía cuando veía a papá. Todos perdemos algo en este mundo y lo más difícil es aceptar que ya no están aquí.

Mi padre me había ayudado con la melodía de la canción y el coro, y esa tarde era el tan ansiado concurso que esperábamos con emoción le había preguntado a mamá si podía ir, ella al principio se mostró vacilante.

-Ma por favor-ruego con mis ojos tiernos y un puchero.

-Cariño tu padre necesita descansar y estar en esos lugares lo pueden aturdir-explica ella con tranquilidad.

Yo solo quiero que asista.

Bajo mi cabeza y siento las lágrimas acomularse, suelto un sollozo y mamá se agacha mirándome.

-No llores cariño.

-Es que quiero que papá esté conmigo-digo entre sollozos y ella acariciaba mi cabello.

En la entrada de la cocina aparece papá.

-¿Por qué lloras bebé?-me limpio las lágrimas con mi suéter

-Es que quiero que asistas al concurso.

-¡Por supuesto que lo haré!-se acerca abrazándome.

Mi madre se levanta y mira a mi padre con la ceja levantada.

-Rodrigo el doctor te explicó que no puedes hacer actividad física por las quimioterapias-mi padre le resta importancia.

-Ni un doctor va a impedir que acompañe a mi bebé.

-¡Eres un gran superhéroe!-él baja la cabeza y sonríe.

-Soy mucho más apuesto-se alaga y los dos reímos.

Mamá nos mira con los brazos cruzados, suelta un suspiro y señala con el dedo a mi padre.

-¡Está bien! Puedes ir, pero nos mantendremos alejados de la multitud-mi padre y yo chocamos los cinco.

Él se acerca a mi madre y le deja un beso en la mejillas.

Notas del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora